Hoy tenemos con nosotros uno esos títulos que cada año deja controversia y que está claro que no pasa desapercibido para una parte importante del público. Sin embargo hay ciertos nombres que son algo más que reconocibles, sobre todo si os hablamos de SWERY y su nuevo título. ¿Habrá conseguido el creador del laureado Deadly Premonition dar a la industria otra obra de culto? Pues descubridlo con nosotros en el análisis de The Good Life para PlayStation 4.
UNA MUJER, UNA DEUDA Y UN MISTERIO
The Good Life sienta su premisa en el encantador pueblo británico de Rainy Woods, que precisamente tiene el honor de ser el lugar más feliz de la Tierra. Allí es a donde se dirige precisamente nuestra protagonista, Naomy Hayward con una deuda de nada más y nada menos que 30 millones de libras. ¿Su objetivo? Conseguir la exclusiva del año con su inseparable cámara al hombro.
La trama que plantea esta nueva propuesta de SWERY es mucho más sólida de lo que pueda parecer pero solamente sobre el papel no sobre un videojuego. El componente narrativo del que hace gala sigue siendo el punto más fuerte de esta obra y en pocos momentos de la misma perderemos el hilo o el interés en su desarrollo. Si lo que buscáis es volver a fascinaros con una historia bizarra del creativo japonés dudo mucho que este The Good Life os vaya a decepcionar, sin embargo por todo lo demás…bueno mejor lo seguimos hablando a continuación.
¿DÓNDE EMPIEZA EL VIDEOJUEGO?
Ha llegado el momento de empezar a tratar todas las carencias con las que cuenta este The Good Life y es sencillamente uno de estructura en cuanto al diseño de niveles, a la jugabilidad propuesta pero sobre todo al contenido de las misiones principales, de todas en general. Sencillamente el videojuego no tiene misiones, únicamente somos un recadero sin sentido las 24h del día y nunca mejor dicho. Ningún personaje nos propone una subtrama ni algo de interés que sirva para el desarrollo de nuestros personajes sino que simplemente nos irán pidiendo cosas para fabricar diferentes objetos que necesitamos para avanzar teniendo que ir de punto A a punto B de forma constante.
El problema principal también se encuentra precisamente en esos viajes los cuales son tremendamente tediosos, repetitivo y sin ninguna gracia. Solo debemos dar gracias a que el permitirnos diferentes medios de transporte como la oveja, o transformarnos en perro y gato hace que podamos superar las barreras arquitectónicas que se han creado a posta y hacer del camino algo más llevadero. Hay ciertas situaciones que más que entretenidas llegan a ser cómicas ante la impotencia que uno siente al jugar un videojuego de este creador y de estas características. El título no pretende ofrecer una experiencia placentera en ningún momento sino que busca una identidad y si te gusta genial sino lo vas a pasar muy mal.
Poco salvable en este punto ni siquiera el sistema de fotos con el que ganaremos dinero resulta divertido. El sistema de carga es lento, las fotos apenas ofrecen una personalización y los hastag están muy poco explotados, solo sirven de adorno. Por no hablar de las acciones de batalla cuando estamos en fase de gato o perro contra otros depredadores, es simplemente lamentable la forma en que se ha propuesto esto pero al menos es innecesario para avanzar en la aventura.
EL MURO DE PLAYSTATION 2
¿Sabéis de esa broma recurrente en redes sociales cuando se dice que un videojuego tiene gráficos de PlayStation 2? Pues quizás The Good Life ha llegado para poder dar la razón por fin a este sector de la comunidad tan molesto. No lo digo porque su apartado gráfico este desfasado o porque a nivel visual resulte poco atractivo, no. Lo digo por la desgana y el sello que se han creado desde el estudio de pasotismo a unos niveles que ya en pleno 2021 llega a asustar.
Las texturas son inexistentes, las físicas no se han inventado parece ser, no hay sombras, hay popping a cada cinemática que tengamos, ciertas zonas apenas alcanzan los 10fps con lluvia… Así podría seguir hasta mañana creedme y más aún si le paso por alto que el título me ha crasheado directamente unas 5 veces pero bueno con el guardado automático que tiene pues uno le resta importancia.
A pesar de este punto tan negativo y sello de identidad de SWERY si que voy a poner en alza el trabajo realizado en su apartado sonoro donde junto con la trama es sin lugar a dudas el apartado que más ha conseguido cautivarme los sentidos. Un trabajo digno de lo que se merece un videojuego y sobretodo los jugadores, composiciones acertadas, muy bien introducidas. Sorprendido para bien y una pena que el resto del título no acompañara estas buenas intenciones.
CONCLUSIÓN: SI TE GUSTA SWERY NO TENGO NADA QUE DECIRTE
Si los trabajos de SWERY se han caracterizado por algo desde sus comienzos es por ser videojuegos que aspiran a tratar al jugador de una forma diferente; busca los límites para bien o para mal. Esto hace que sus esfuerzos se vuelquen por completo en ciertos apartados que hagan que su luz oculte todas las sombras que según él realiza a propósito.
Sin embargo lo poco que hace bien The Good Life no consigue ocultar los infinitos defectos que este videojuego posee y que al final juega con algo muy peligroso y que crítico siempre mucho porque es lo más valioso: el tiempo del jugador. Lo siento mucho pero cuando tratamos algo que tanto amamos como son los videojuegos no todo vale en pos de alimentar un ego, esta vez no fue un tiro certero…
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★★★★★★★★★★ 3.8/10
