Somos muchos los que ese 10 de Junio del año 2014, viendo la E3 de aquél año, en esa conferencia que nos ofrecía Sony, los que nos quedamos prendados del primer tráiler mostrado de Bloodborne videojuego de From Software. Esos edificios góticos, esa escenificación lúgubre. Todo nos recordaba a Lovecraft en toda su esencia. Y es que Hidetaka Miyazaki es un gran amante del autor H. P. Lovecraft, y ello queda reflejado muy fielmente. Es por ello que hoy os traigo este reportaje sobre Bloodborne y Lovecraft: La intrincada pesadilla.
¿Dónde existe esa unión entre Bloodborne y Lovecraft?
Bloodborne es el videojuego que mejor transmite las sensaciones propias del horror Lovecraftiano y su intrincada pesadilla, y es que nos lleva al interior de la mente del autor que le dio una vuelta de tuerca al concepto del terror. Cuando te adentras en las calles ocultas de Yharnam sientes una fascinación perturbadora por el conocimiento. Esa obsesión por desentrañar la realidad que se esconde tras el velo de la locura. Esa sensación de peligro a cada momento, sensación que va aumentando a medida que nos adentramos más en las entrañas de la ciudad. El tener que enfrentarnos a criaturas que van más allá de nuestro conocimiento y comprensión humana. Todo ello nos evoca a las historias del autor de Providence.
Un elemento central de la obra de Lovecraft es el descenso a la locura, y eso Bloodborne lo sabe muy bien y lo implementa en su jugabilidad. Ya no sólo en el Lore, sino consiguiendo que el jugador, el cazador, rompa la barrera entre él y el personaje consiguiendo que la inseguridad y el miedo traspase la pantalla para que nosotros, como jugadores, sintamos lo mismo que siente nuestro personaje.
Esa locura, en la obra de Lovecraft, proviene del conocimiento. Cuando los personajes descubren que el mundo no es como ellos lo perciben y ven que existe una realidad, horrible, que ellos como humanos no son capaces de asimilar. En Bloodborne eso está representado por el medidor de lucidez, la cordura. Cuanta más lucidez tiene el cazador más se acerca a la realidad, más cerca de ver la verdadera Yharnam. En un principio puede parecer una mecánica del juego, una entre otras, y no le damos mucha importancia, pero cuanto más nos adentramos en el Lore vamos viendo cómo esa mecánica es capaz de transformar sustancialmente la experiencia de juego, incluso en lo narrativo. Rompe el velo que hay entre la cordura y la locura revelando los misterios y terrores que viven ocultados entre las sombras.
Los secretos por descubrir que aguarda la ciudad de Yharnam se encuentran en un recorrido por distintos cuentos de terror clásico. Nos podemos encontrar desde Hombres Lobo que nos acecharán por las calles, vampiros, brujas, a los que se suman relatos lovecraftianos que se basan en un terror oculto manisfestado de forma simbólica en la luna. Y es que a lo largo de la historia de Bloodborne este astro tiene muchísimo significado y protagonismo: siempre, al horizonte, está ella. Cambiante de color y de posición según la parte del Lore en el que estemos en ese momento. En lo que trae la Luna podemos encontrar un gran ejemplo de ello: «Odio la luna, tengo miedo de ella, porque cuando ilumina aspectos familiares y queridos, los vuelve horrendos y extraños».
Son muchas las ocasiones en las que bajaremos al Sueño del Cazador y hablaremos con la muñeca, una muñeca que sólo cobra vida mediante la lucidez, y es que sin lucidez es una muñeca sin vida, inerte. Ese será el lugar en el que descansaremos de nuestras pesadillas pero una pregunta recorre nuestra mente cuando estamos ahí: ¿estamos realmente vivos? ¿O estamos viviendo una historia inventada por nuestra imaginación? En ese punto la línea que separa lo tangible de lo ilusorio se empieza a romper poco a poco. Y es que tanto Bloodborne como los relatos de Lovecraft juegan con nosotros dejándonos entre el sueño, la vigilia y la misma realidad.
En Yharnam hay una droga que mantiene conectados a la realidad a los ciudadanos y no les permite quedarse dormidos durante la noche de la cacería, y si lo hacen los terrores los consumirán. Esa droga en Bloodborne es la sangre, y es que los «Yharnamitas» se vieron atrapados por la embriaguez de la sangre, convirtiéndose en bestias por el alto consumo. Nosotros como cazadores también somos consumidores de esa droga, y es la que nos permite estar siempre despiertos pues cuando nos falta morimos y bajamos al Sueño del Cazador. Yharnam está controlada por la Iglesia de la Sanación, quienes se encargan de administrar la sangre, que milagrosamente sana y cura heridas, haciéndonos más humanos. La adicción hizo que la ciudad se viera con cierta depravación al resto del mundo, y eso nos acerca aún más al universo de Lovecraft. Un cuento que nos muestra eso es La Sombra Sobre Innsmouth, «La ciudad aislada, abandonada a la buena de los dioses, donde la contaminación se extiende como una enfermedad que tiene que ser contenida«.
En el Lore de Bloodborne son conocidos varios Grandes: Oedon, Presencia Lunar, Ebrietas, Kos, Amygdala. Estos seres, al igual que la gran parte, están parcialmente inspirados en la literatura de Lovecraft, quien creó leyendas como la de Cthulhu cuyo diseño ha inspirado a varios seres de este título, y reciben el nombre de Grandes Antiguos mientras que en Bloodborne se les llama Los Grandes. A estos dioses se les otorgaron sabiduría a través de muchos ojos, y esa sabiduría es lo que puede otorgar la divinidad.
Antes de que exsitiera Yharnam como la conocemos estuvo la antigua civilización Ptumeru. Los ptumerios soñaban con tener contacto con los antiguos y la Reina Yharnam, regente de Ptumeru, era un nexo conector entre los antiguos y los habitantes, llevando en su vientre a Mergo, hijo del gran Oedon. Gracias a ello pudieron acceder al tan deseado saber y al fin se les fue otorgado un poder sobrenatural. En La Ciudad sin Nombre, obra de Lovecraft, se cuenta la historia de un hombre que encuentra una ciudad oculta, que recibía el nombre de Ciudad Sumeria (quizás de ahí proviene el nombre de Ptumeru) y estaría totalmente conectado con esta parte del Lore de Bloodborne.
Son innumerables los parecidos entre estas dos obras. Y de seguro que si siguiéramos investigando encontraríamos más similitudes y curiosidades que las unan aún más. Esto es algo que le ha dado a Bloodborne la esencia que tiene, que es casi única incluso entre los juegos de From Software. Y seguro que si nos adentramos en el contenido eliminado también encontraríamos parecidos con Lovecraft. La conclusión es que, sea un juego difícil o no de jugar, Bloodborne tiene unos diseños, un Lore y unos personajes con sus historias que enamoran a muchos.
Temed la vieja sangre.
