ANÁLISIS AYRE AND THE CRYSTAL COMET – UN VIDEOJUEGO EN EL QUE PODREMOS SENTIR CUAL ES LA SENSACIÓN DE MANEJAR UN DRAGÓN
Hubo un tiempo en el que las leyendas sobre los dragones estaban más vivas que nunca. Y si estas historias las unimos a todas esas leyendas que nos han ido contando a lo largo de los últimos años en diferentes obras audiovisuales, nos queda un pasado misterioso y fantástico en el que la ficción ha conseguido hacernos creer que los dragones y los humanos podían llegar a convertirse en uno después de mucho trato.
Esta es una de esas historias que nos cuentan el viaje entre una humana y un dragón que buscan resolver un misterio en su lugar de origen. Un sitio donde misteriosamente todo el mundo ha desaparecido y en el que un cristal rosado ha invadido el planeta sin la intención de hacer daño. Para descubrir cuál es la verdadera razón de la existencia de este ente en el mundo, tendremos que ir recolectando los diferentes trozos que ha desechado para que nos vaya contando mucho más acerca de la historia que ha envuelto a nuestro planeta en los últimos días.
Manejar un dragón cuesta su tiempo
Lo primero que nos encontramos nada más empezar el juego es que estamos acompañados de nuestro amigo alado, quién nos será el vehículo de transporte por todo el planeta para descubrir qué ha pasado verdaderamente en nuestro mundo. De esta manera, rápidamente nos pondremos manos a la obra, dándonos cuenta de que los primeros instantes montados encima de nuestro dragón no son del todo cómodos. El sistema de vuelo con el que cuenta el juego provoca que no sea tarea fácil el poder modificar el rumbo del dragón mientras volamos.
Eso sí, para poder tener un poco más de precisión, contamos con dos modos diferentes de vuelo, alternando entre uno y otro pulsando el triángulo del mando, uno en el que la velocidad será lo principal y otro muy distinto, ya que se parecerá más a lo que a día de hoy podemos entender como un vuelo al estilo helicóptero. Es en este último modo donde entra en funcionamiento nuestra cruceta del mando, ya que servirá para aumentar o disminuir la altitud y desplazarnos hacia la derecha o izquierda. No obstante, en el modo velocidad podremos utilizar un enfoque que nos facilita la travesía, ajustando la cámara justo detrás de nuestro personaje y dragón.
Una historia misteriosa con un secreto sorprendente
Pero este viaje tiene una intención, como todo. Así, rápidamente veremos un gran cristal rosado que al viajar hasta él, comenzaremos la verdadera aventura. Tras una charla con este ente, se nos encomendará la recolección de los diferentes trozos de cristal que se le han perdido a esta especie de cometa en el momento del impacto con la Tierra. Así, cada vez que alcancemos una cifra determinada, el cristal nos contará mucho más acerca de todo lo que pasó en nuestro mundo para llegar a la situación actual.
Esto no es todo lo que nos ofrece el juego, Ayre and the Crystal Comet nos ofrece la posibilidad de experimentar al máximo nuestra curiosidad, dándonos un mundo totalmente abierto en el que podremos viajar hacia cualquier lado para ir conociendo más de nuestro planeta. Entre todas las cosas que podemos averiguar, habrá monolitos que nos ofrecerán información de la zona que les rodea, armaduras abandonas que les podremos asignar a nuestro personaje o dragón, contrarrelojes con las que podremos mejorar nuestras habilidades y pequeñas pruebas de precisión.
El polígono se convierte en el eje principal del juego
Si eres de esos que ha observado algo del juego o que ha visto un gameplay de Ayre and the Crystal Comet, habrás visto que los gráficos son un tanto raros de primera. Eso es porque están realizados al estilo Low Poly, una forma en la que el polígono es el principal actor de la obra. Esto conlleva a que no nos acerquemos para nada a ese fotorrealismo que tanto les gusta a los diferentes jugadores. Sin embargo, a medida que vamos jugando esta aventura, nos vamos dando cuenta de que este modo es el idóneo para poder disfrutar de un juego único.
En el apartado sonoro, no podemos decir nada malo, ya que la música está presente prácticamente todo el tiempo. Esta, es de esas músicas que se quedan para el recuerdo, ya que te transportan a otra época y sobre todo, encajan a la perfección con lo que quiere buscar este juego, que es que disfrutes de la exploración y pases horas y horas surcando los cielos de este viejo mundo. En cuanto a la duración, todo depende de la rapidez que tengas al descubrir y recolectar las diferentes piedras, aunque el platino, trofeo más buscado por muchos jugadores, se consigue rápidamente.
Puntos Positivos
- Una banda sonora espectacular
- Una idea bastante original
- Un juego que va de menos a más en todo momento
Puntos Negativos
- Difícil adaptación al vuelo de nuestro dragón
- Historia que se queda corta
En definitiva, estamos ante un juego que busca que demos rienda suelta a nuestra curiosidad y que seamos nosotros mismos los que generemos la historia que deseemos. Con ello, todo aquel que le encante pasar horas y horas descubriendo más y más de un mapa abierto en canal ante nosotros, tendrá en Ayre and the Crystal Comet uno de sus juegos favoritos.
