ANÁLISIS SYSTEM OF SOULS PS5 – SIN GRANDES CAMBIOS PERO IGUALMENTE ENTRETENIDO
Durante estas semanas hemos estado, una vez más, adentrados dentro de System of Souls, la obra de Chaotic Lab que ahora ha llegado a PlayStation 5.
Un viaje a través dónde intentaremos recuperar nuestras memorias a través de la estimulación de nuestra mente mientras resolvemos diversos puzles y conocemos el destino de la humanidad.
La historia ya la conocíamos
Nuestro compañero Antonio Flor nos resumió la historia de la siguiente manera en su análisis:
Nos situamos en el año 2050, debido a la contaminación y el calentamiento global, la vida humana ya no es posible en el planeta, por lo que gracias a los avances tecnológicos, ahora podemos transferir nuestra conciencia a grandes robots que nos permitan continuar la vida de un modo algo distinto.
Para ello, tendremos que recorrer un extenso circuito lleno de pruebas, que nos permitirá ir recuperando con cada paso nuestra memoria, la cual está mermada tras la transferencia de nuestra conciencia, y donde descubriremos que ni la vida robótica es tan agradable, y que tenemos una gran responsabilidad con nuestro planeta.
Y es que a pesar de que el título cuenta con pocas escenas, la mayor parte de la trama se cuenta en conversaciones opcionales, donde podemos ver como de devastadores han sido nuestros daños, y que dejamos huella con cada acto que cometemos.
Es decir, aunque la trama queda en un segundo plano, tiene mucha potencia y es importante para comprender la atmósfera en la que nos encontramos, donde no queda rastro de vida humana más allá de los recuerdos.
Una jugabilidad que me ha resultado atractiva pero desafiante…
Lo cierto es que al final los puzles son más de hacer una primera pasada. Ver dónde están colocados los interruptores necesarios y si hay alguna mecánica novedosa que podamos explotar. Por lo que poco se diferencia mi valoración con respecto la de mi compañero.
Si que considero que hay algunos escenarios dónde hemos visto un diseño de puzle más elaborado por lo que te animaba a buscar soluciones algo más creativas aunque en algunos otros casos nos encontramos con variaciones simples de algo que hemos visto anteriormente por lo que llega a cierto punto que nos deja con una sensación de deja vu.
Eso sí… no se puede decir que es un juego que cansa… haces dos puzles y cortas… En System of Souls me he encontrado el problema de hacer un puzle y marcarme como objetivo llegar hasta «X» y parar. Pero cuándo termino llegando siempre hago una sala más… también juega a su favor que este tipo de juegos me resultan atractivos pero es que su ejecución está bien lograda.
Y en PlayStation lo cierto es que su jugabilidad es bastante fluida cosa que se agradece y más teniendo en cuenta que en muchas ocasiones nos encontraremos con secciones de agua que serán nuestra «muerte».
Gráficamente cumple pero se siente monótono
En este punto no puedo decir nada más que lo que comentó mi compañero. El juego se siente repetitivo con los escenarios dónde cambian la disposición de los interruptores y mecanismos que debemos usar.
Si se valora solo la ambientación cumple con creces con ese entorno futurista, sintético… las secciones dónde conocemos parte de la historia del personaje son entretenidas… pero le falta algo que digas que después de 3 o 4 salas observes y veas que ha habido un cambio notable del «mundo» (aunque en los compases finales de la aventura esto si sucede) y esto se puede trasladar a la banda sonora que se limita a ofrecer un acompañamiento, adecuado eso sí, a los desafíos.
Conclusión
Personalmente System of Souls me ha parecido una propuesta interesante como juego de puzles del que me gustaría encontrar algún modo adicional para seguir explotando sus posibilidades más allá del repetir niveles para superarlos en el menor tiempo posible.
Si es cierto que me hubiera gustado que en PlayStation 5 hubieran explotado parte de la retroalimentación háptica pero tampoco considero que haya posibilidades de hacerlo debido a que realmente… nuestro personaje no coge los objetos pero por ejemplo en caídas si que hubiera estado bien sentir esa vibración.