Quantic Dream es un estudio muy conocido y con un claro estilo de identidad. Juegos narrativos con una historia repleta de decisiones y un gameplay que se centra en los diálogos y en el uso repetido de los QTE para darle un sentido a su trama y a la evolución de sus personajes con un final no definido y que variará dependiendo de nuestro desempeño a los mandos. Historias como Heravy Rain, Beyond Dos Almas y Detroit Become Human que nos pusieron sobre la mesa dilemas morales con difíciles respuestas. Ahora este estudio ha decidido apostar por producciones más indie dando apoyo a terceros bajo su sello Spotlight. El juego que nos ocupa es una de las primeras apuestas y tiene detrás a la desarrolladora Parallel Studio.
Análisis Under the Waves: cada uno lleva la pérdida de una forma diferente
Under the Waves nos traslada al fondo del océano en una historia que da comienzo directamente en un pequeño submarino en el que tomaremos el control de Stan, un buzo profesional que ha sido enviado al Mar del Norte a realizar tareas para su empresa. Este retiro ha sido voluntario y es una decisión que ha tomado de forma prácticamente unilateral y sin contar con nadie. Al igual que sucedía en otro título indie que todavía a día de hoy recordamos precisamente por su historia, aquí estaremos en constante contacto con un compañero de la empresa que ejercerá de guía, responsable y mentor en este viaje bajo el mar.
Estamos hablando precisamente de Firewatch, un título en el que nos poníamos en la piel de un guardabosques que debía resolver ciertos problemas guiado por una voz que salía de la radio. Aquí la mecánica es la misma y la propuesta nos recordará por su planteamiento, sin embargo Under the Waves tiene personalidad propia y conseguirá del mismo modo quedarse en nuestro recuerdo debido a la emotividad de su trama.
No queremos contar demasiado sobre la historia principal de Under the Waves ya que es el núcleo central de la experiencia, sólo podemos avanzar que Stan ha sufrido una reciente pérdida que le ha llevado a ese exilio voluntario en el fondo del mar. Tras esta premisa inicial viviremos un viaje que gira en torno a la superación y a la aceptación de todo lo malo que nos pasa a lo largo de nuestra vida, pero también se nos presentará una línea argumental que trata de forma secundaria pero dándole la importancia que merece al impacto medioambiental que la compañía para la que trabaja Stan está produciendo tanto en el mar como en la superficie. Un mensaje potente que ha conseguido llegar hasta nosotros en las alrededor de 6 horas que nos ha costado completar la experiencia del nuevo sello indie de Quantic Dream.
Vive la vida de un buzo profesional
Como Stan, no solo estaremos en una lucha constante por la superación de nuestra reciente pérdida, sino que también tendremos una pila de tareas que ir completando diariamente. El juego se divide jugablemente por días y cada día cuenta con una estructura que se repite en cierto sentido. Al iniciar el día se nos asignarán unas tareas a través de la radio y hasta que no las completemos todas no podremos volver a nuestra base para descansar hasta el día siguiente. Tendremos libertad para movernos tanto por la zona de descanso (en la cual podremos desde tomar café, hasta craftear minas o botiquines pasando por contactar con nuestra mujer o mirarnos en el espejo) como por todo el ancho y largo del océano. Se trata de un mundo semiabierto en el que podremos ir recogiendo todos los residuos que la gente ha ido vertiendo en el mar, completar misiones principales y secundarias e incluso utilizar nuestra cámara de fotos para capturar la belleza de todas las especies que habitan “Under the Waves”.
Las tareas que nos irán asignando pueden ser tan sencillas como revisar porqué no funciona la radio en la base principal hasta atender una señal de socorro que ha llegado a la compañía. Nuestro traje de buzo cuenta con un medidor de oxígeno limitado y si nos quedamos sin oxígeno moriremos. Podremos ir creando o recogiendo botellas de oxígeno, pero contamos con la ventaja de que tenemos a nuestra disposición un mini submarino en el que podremos desplazarnos desde nuestra base hasta la ubicación de todas las misiones. No sólo eso, sino que si estamos buceando y estamos a punto de quedarnos sin oxígeno entraremos al submarino y veremos rellenada de nuevo nuestra barra de oxígeno.
El título no cuenta con una rejugabilidad que nos permita volver a la experiencia salvo una decisión final que sí podrá impactar en el desenlace. Hablando en líneas generales no se extenderá su duración más allá de entre las 6 y las 8 horas a no ser que queramos cumplimentar la misión de fotografiar a todas las especies existentes. Además esa misión tiene la particularidad de que cuenta con bloques de fotos que deben tomarse en ese momento exacto. No nos valdrá de nada fotografiar una ballena azul que forma parte del bloque 3 de fotos si no hemos completado previamente el bloque 2. Por el camino encontraremos algunos coleccionables que pueden ampliar la vida útil del título, pero como hemos comentado anteriormente es una experiencia que se vive una única vez ya que las sensaciones que nos provoca son irrepetibles.
El control de la nave es bastante intuitivo y nos moveremos con relativa comodidad por mar abierto, sin embargo en zonas cerradas el control se vuelve algo inexacto y nos veremos chocando una y otra vez contra las paredes. La nave puede sufrir daño y tendremos que recurrir a kits de reparación para dejarla en su estado inicial.
El problema es que los materiales no abundan a no ser que nos estemos bajando a bucear cada dos por tres, una situación que no es para nada operativa en una partida normal. El control juega malas pasadas en zonas cerradas y dan ganas de salir y seguir buceando si no fuese porque las botellas de oxígeno tampoco se encuentran en cada esquina (aunque bien es cierto que es prácticamente imposible quedarse sin).
Controlaremos en todo momento a Stan o la nave y la nave podrá tomar velocidad para abrir ciertos caminos en principio bloqueados. Por su parte Stan fuera de la nave podrá interactuar con los elementos que se encuentre a su paso y o bien falcar sus botas de buzo al suelo y andar de forma natural o bien nadar ascendiendo y descendiendo.
Los puzzles planteados durante toda la aventura son lo suficientemente sencillos como para no desesperar a nadie y los suficientemente crípticos en ocasiones como para formular ese pequeño reto que atraiga a los jugadores más exigentes. En cualquier caso es importante aclarar que Under the Waves es un juego sencillo que no se le va a atragantar a nadie y que no busca sorprender por su reto (que no existe) sino por una trama muy bien hilada y un apartado artístico y sonoro excelente.
Un trabajo artístico y sonoro impecable
Under the Waves destaca por los mismos motivos que lo hicieron los anteriores títulos en los que ha estado involucrado Quantic Dream: un apartado artístico que va al detalle y una banda sonora que sabe perfectamente cuando marcar cada nota. Parallel Studio apuesta por un apartado artístico centrado en el uso de colores oscuros (más allá de los elementos relevantes como el mini submarino) que van acordes a la situación de pérdida de Stan y que solo varían su gama en unas secciones en las que Stan tiene una especie de sueños o visiones. Gráficamente no es un título puntero pero tampoco pretende serlo, se trata de una propuesta indie que apuesta por otros apartados y que para nada busca ser una experiencia next gen gráficamente apabullante.
En zonas cerrada sufre y la cámara puede llegar a jugar malas pasadas, sobretodo cuando vamos montados en el submarino. Se le notan las costuras en determinados momentos, con superposiciones de elementos, pero el apartado artístico logra suplir todos estos pequeños aspectos técnicos a mejorar.
En su apartado sonoro brilla en sus melodías y el título es capaz de ponernos los pelos de punta porque sabe escoger el acorde perfecto para cada momento emotivo. Los efectos de sonido cumplen y el título nos llega perfectamente traducido al español. La selección de voces para el doblaje en inglés es muy acertada y los actores de voz consiguen transmitir el mensaje a la perfección para hacernos sentir debajo del mar.
Conclusiones finales
Parallel Studio demuestra con su cuarto título, Under the Waves, que es muy capaz de presentar un videojuego completísimo si cuenta con el apoyo de un partner de la talla de Quantic Dream. Una aventura narrativa con una historia que sabe cómo tocarnos la fibra sensible y que se coloca como una grandísima opción para los amantes del género y para los aficionados al buceo o al mar en general. Un viaje que consideramos imprescindible y que se diferencia del resto de juegos que hemos ido recibiendo a lo largo de este prolífico año 2023.
Puntos fuertes
- Su historia consigue emocionarnos
- Apartado artístico y sonoro excelente
- Puzzles variados
- Poder movernos libremente con el submarino…
Puntos débiles
- … Pese a que por momentos juegue en su contra en zonas cerradas
- Técnicamente tiene varios puntos de mejora
El juego ha sido analizado en Playstation 5.
