PREVIEW WARHAMMER AGE OF SIGMAR REALMS OF RUIN
Durante todas estas semanas, hemos ido viendo varios videos sobre Warhammer Age of Sigmar Realms of Ruin en los que, entre otras cosas, hemos podido ver algo de gameplay. Para quien no lo sepa, el próximo lunes dará inicio uno de los nuevos Steam Next Fest en el que muchas demos se ponen a disposición de los jugadores para poder probar los próximos lanzamientos, y desde Focus Entertainment no quieren perder la oportunidad de intentar captar posibles compradores para su nuevo juego de estrategia en tiempo real y confirmaron hace unos días que desde el lunes tendremos una demo para poder probarlo.
Nosotros ya la hemos podido probar unos días antes y os contamos en estas líneas cuales han sido nuestras impresiones.
JUGABILIDAD CLÁSICA
Como suele pasar en el género de la estrategia en tiempo real, las bases del mismo se asentaron hace mucho tiempo y poco cambian a lo largo de los años. Y este título, por lo visto en lo jugado, tampoco parece arriesgar en su base, eso sí, teniendo aspectos que hacen muy interesante el combate.
Lo que nos deja jugar la demo son las 3 primeras misiones de una de las campañas que traerá el juego
En las dos primeras misiones del juego, los Forjados en la Tormenta parten del asentamiento fortaleza de Harkanibus en busca de una poderosa fuente de magia en los pantanos del reino mortal de Ghur. Deberemos salvar el asentamiento de las fuerzas invasoras de los Klanez Orruk Mandamaloz, y el artefacto les ofrece la mejor oportunidad de hacer retroceder a los invasores.
En la tercera misión Los Forjados en la Tormenta descubren la fuente de la magia en el pantano, pero la encuentran atada a las cadenas etéreas de los Noctánimas. Deberemos enfrentarnos a oleadas de Arrastracadenas y otros horrores espectrales, defender al mago de batalla celestial Demechrios mientras rompe las cadenas para liberar la fuerza arcana.
Finalizar las 3 misiones nos ocupó 1h y media, computando para este tiempo las generosas secuencias cinemáticas que sirven de introducción a cada misión (que por cierto están muy bien hechas y gráficamente se ven muy bien).
En la base jugable, el juego nos propone el control de escuadrones con los que avanzar en el mapa para establecer nuestra base y así conseguir los objetivos que tendremos en cada mapa. Dichos objetivos serán, por lo visto, los clásicos de muchos juegos de estrategia en tiempo real. Desde capturar puntos estratégicos en el mapa (y mantenerlos) hasta acabar con todos los enemigos del mapa (incluyendo también su base).
También tendremos objetivos secundarios que, si bien no son obligatorios para cumplir nuestra misión, nos ayudarán en nuestro cometido ya sea generándonos valiosos recursos (que necesitaremos para producir tropas) o bien ampliando nuestras filas de soldados. Estos objetivos secundarios aportan variedad y sirven para alargar así la duración de cada misión
Una de las partes jugables que más me ha gustado es la que tiene que ver con el combate y con las habilidades de las unidades. Muchas de las unidades tendrán unas habilidades especiales para el combate o para la exploración (detección de trampas, por ejemplo), cuyo uso gasta los mismos recursos que necesitamos para construir más tropas.
Por lo visto en las fases que hemos jugado, estas habilidades aportarán una frescura al combate y una capa estratégica adicional muy importante. Tenemos desde habilidades que nos aumentan la armadura o nos llegan a sanar, hasta lanzadores de poderosos hechizos. Además, antes de iniciar un combate, todas las unidades podrán “cargar”, embistiendo a los enemigos y haciendo que empecemos el combate con una ligera ventaja.
También he de decir que al menos en estos niveles, el combate ha sido relativamente fácil y no hemos tenido que hacer mucho uso de dichas habilidades, aunque entendemos que conforme avancemos sí que será vital hacer un buen uso de ellas.
Así pues, y a modo de conclusión, por lo visto estamos ante un juego que en la base jugable sigue los cánones no sólo de sus anteriores juegos sino del género de los RTS en general pero que donde puede brillar es en su combate.
VISUAL, SONORO Y RENDIMIENTO
Visualmente, el juego luce genial. Como decía, las cinemáticas que sirven de introducción a cada misión rallan a un muy buen nivel. Y cuando estamos en pleno combate, puedes hacer zoom para ver el combate más de cerca y he de decir que la calidad de lo que se ve en pantalla luce muy bien también. Aunque normalmente usarás una vista más alejada, si deseas ver como tus pelotones combaten desde cerca, podrás ver las consecuencias de sus acciones con todo lujo de detalle gráfico.
En lo sonoro, el juego viene en español tanto en voces como en subtítulos. En lo tocante a la actuación de los actores de doblaje, he de decir que me ha sorprendido reconocer a varios actores muy famosos (que habremos visto en muchas series) y que hacen muy buena interpretación.
En cuanto al rendimiento, en nuestro equipo (Intel i9 9900KF 5.0Ghz 8-Core, GeForce RTX 2080 SUPER OC 8GB GDDR6 y 16GB de RAM) tuvimos que jugarlo en calidad media y bajar algunos parámetros ya que el juego es exigente y para no sacrificar algunos frames, preferimos buscar una configuración que nos permitiera estar sobre los 40 FPS.
Entendemos que, faltando un mes para su lanzamiento, seguro que el estudio pulirá aún más el juego y lo hará tener un mejor rendimiento. Pero de momento no se han observado problemas de bugs o glitches gráficos.
CONCLUSIONES
Con tan sólo 3 misiones jugadas, Warhammer Age of Sigmar Realms of Ruin ya nos muestra muchos indicios de la calidad que atesorará cuando se produzca su lanzamiento definitivo. Con una base jugable sólida y reconocible por cualquier jugador de RTS, además de un muy buen aspecto gráfico, lo visto en el combate nos hace ilusionarnos con lo que puede llegar a ser el producto final y lo emocionante de sus campañas.