Análisis de Car Detailing Simulator
Hace unos meses os trajimos el análisis de Car Detailing Simulator para Nintendo Switch y en esta ocasión os traemos la versión nativa para consolas Xbox. Al ser una versión más «tardía» al respecto, esperábamos que los errores de rendimiento y diversos bugs fueran arreglados y ni mucho menos, es más, podría ser incluso una alternativa peor a la de la híbrida de Nintendo o en PC.
Hay que destacar la propuesta tan innovadora y llamativa; la de tener tu propio taller de coches y las infinitas posibilidades para el mantenimiento y limpieza de los carros que nos lleguen.
Los diferentes trabajos y la variedad de misiones son un grandísimo punto a favor del título y es una pena que esto sea lo más destacable de él porque ahora empezaremos a hablar de todo lo demás… es decir, de sus problemas.
Comenzando por un pobre apartado técnico que palidece en todos los detalles, desde las animaciones que parecen sacadas de dos o tres generaciones atrás o de un motor gráfico lamentable. Incluso con eso, el rendimiento es pobre y los problemas de frames y de resolución estarán presentes durante toda la partida.
La traducción al castellano es algo que destacar, más allá de un mediocre apartado sonoro que tampoco es importante en este tipo de juegos. Se agradece muchísimo que títulos tan de nichos como este Car Detailing Simulator lleguen siquiera traducidos a nuestro idiomas u otros más desconocidos.
Entrando ya en lo que interesa del análisis de Car Detailing Simulator; la diferencia entre la versión de Steam; Nintendo Switch y Xbox Series X son notorias, aunque sigue teniendo los mismos problemas vistos. En Series X hemos tenido mal rendimiento; crasheos varios y problemas con el control dentro del juego. Sinceramente nos cuesta recomendar esta versión… más allá de lo que es el título en cuestión.
Car Deatiling Simulator es un decepcionante título sobre el mantenimiento de un taller de coches. Las ideas innovadoras no hace sombra a sus problemas de rendimiento y su pobre apartado gráfico. Francamente, no merece ni la pena probarlo.
