Análisis Bloodless
El mundo de los análisis es apasionante, y es que no siempre se nos otorga el privilegio de poder hacernos con aquellos títulos que tanto se esperan, sino que la actualidad manda y el deber está presente para hacernos cumplir de la mejor forma posible cuando nos llegan otros tipos de juegos.
Lo reconozco, no era conocedor de los que me podía esperar en este Bloodless para Nintendo Switch, por lo que todo ha sido una sorpresa (agradable) y algo complicada en ocasiones.
Bloodless nos pone en la piel de Tomoe, una vieja ronin que decide volver a su tierra natal Bakugawa para arreglar algunos asuntos pendientes de su pasado que involucran a sus antiguos familiares, maestros y un pueblo entero que la percibe como una gran traidora. Bakugawa se encuentra bajo el régimen autoritario del Shogun Akechi, orden tiránico que fue consolidado bajo un terrible baño de sangre muchísimos años atrás. Pero Tomoe está decidida a cambiar el rumbo de su pueblo, y hacerlo de la forma más pacífica posible.
Si bien el comienzo de la historia presenta algún que otro tinte de comedia, con diálogos y expresiones de los personajes un tanto simpáticos, a medida que avanza la trama ésta se pone un poco más seria, o mejor dicho “real”. Un ejemplo de esto lo vemos en la primera hora de juego donde, luego de desarmar a uno de los enemigos varias veces, aparece uno de los personajes antagónicos para ejecutarlo y es una de las pocas veces que vemos a alguien morir de verdad durante el juego.
Aquí mismo está uno de sus puntos fuertes, y es que a una gran cantidad de NPCs se les da un nombre propio que les acaba por convertir en algo personal, más allá de ser simples enemigos a los que debemos de vencer, especialmente en el comienzo de la aventura
El combate de Bloodless se centra en la no-letalidad, donde no buscamos hacer daño a nuestros enemigos sino que desarmarlos a base de parrys y esquivas. Es por ello muy importante que vayamos recordando cuales son los movimientos de los enemigos para intentar adelantarnos a ellos. Conforme vamos avanzando todo esto se va complicando. Pese a todo, y a las similitudes que puede parecer tener con cierto título de From Software, en esta ocasión la curva de dificultad se encuentra bien equilibrada.
Uno de esos puntos débiles que existen son los escenarios, y es que hay. Muchas zonas del mapa que se parecen demasiado entre sí. A esto se le suma el mapa en sí, el cual está presentado de manera muy poco clara y sumamente ambigua en un intento de hacer algo original. A esto se le suma un diseño de niveles que es algo básico, quizás en exceso.
En conclusión, más allá de sus semejanzas con Sekiro, Bloodless ofrece una experiencia divertida, simple, menos frustrante y bastante más accesible. Sin embargo, pasadas las primeras horas, el juego cae lentamente en la monotonía hacia el final, con falta de variedad de enemigos y escenarios básicos en su diseño.