Análisis de Nikoderiko: The Magical World
El ganador de la última gala de The Game Awards fue Astro Bot, un videojuego cuyo creador y su equipo ha tenido como inspiración al fontanero de Nintendo. El mismo director y jefe del equipo del Team Asobi ha hablado sobre como Super Mario ha influido en su manera de ver el videojuego y creo que todo plataforma nace de la idea de crear un videojuego que rinda tributo a una de las sagas de la compañía japonesa.
Está Kirby, está también Sonic como la otra cara de la moneda, Ristar o uno de los rivales de Mario: Donkey Kong. La saga Donkey Kong Country es fascinante, es llevar a los plataformas a una división completamente diferente y no son muchos los que quieren repetir la fórmula en la que Rare hizo temblar los cimientos de la industria de los 90s. Tal vez Nikoderiko: The Magical World no sea original, o no lo busque serlo, pero sabe perfectamente a quien seguir y como hacer los deberes con buena nota.
Es por eso que la historia pasa a otro plano, uno secundario en el que dejamos pasar esas caras largas que muchos seguramente tengan al ver este calco que sigue la fórmula vista en la mencionada saga o incluso en algo más moderno como Crash Bandicoot. En serio, a veces cuesta dejarlo pasar porque todo el rato piensas que hay muy poca originalidad en el ambiente.
Pero claro, entramos en la parte interesante: la jugabilidad. Sinceramente, es una gozada en absoluto, pero con matices. Hay siete mundos con sus respectivos niveles, diferentes y variados en cuanto a lo visual y en diseño. Dentro de cada nivel nos encontraremos con diferentes coleccionables como unas luciérnagas que funcionarán como moneda de cambio, 4 letras, que seguramente los fans de Donkey sabrán reconocer la referencia, diamantes y llaves.
Los niveles están orientados en dos dimensiones, pero hay algunos que se toman la libertad en ser más abierto y poder controlar a Niko o Luna en espacios tridimensionales. No faltarán los niveles en los que huyamos de una persecución, como en Crash Bandicoot.
Correr, saltar, recoger objetos o el mismo flow de movimiento está calcado de videojuegos como Rayman Origins y Legends y los Donkey Kong Country Returns. Roza un poco la poca originalidad que hay, pero se nota que hay mucho amor en esos videojuegos y es indiscutiblemente divertido, tal vez uno de los alumnos aventajados que siempre queremos ver en funcionamiento.
Los Jefes también son variados, aunque hay que decir que es donde más dudas he tenido por su dificultad, ya que algunos están equilibrados y otros son más fáciles o difíciles sin razón aparente. En este caso pocas son las quejas salvo la de las ideas innovativas por parte de la desarrolladora.
En lo que si parece tener más personalidad es en su apartado visual, que sin ser técnicamente un portento, se deja ver y es muy vistoso. El rendimiento en Steam Deck es bastante bueno, con algunas caídas de frames que se solventan configurando bien la consola.
En la banda sonora contamos con una figura conocida y es que David Wise participa como compositor principal, por lo que seguiremos sintiendo ese aroma añejo a la Rare de la época de Nintendo. Muy buena banda sonora, con melodías tarareables junto a un apartado sonoro.
Me toca ser un poco exquisito y es que pese a que Nikoderiko: The Magical World es una maravilla como plataformas, no sorprende en nada y la poca originalidad pesa mucho en el título. Si eso os da igual, id corriendo a por él. Por su precio competitivo y por la poca variedad en el mercado ante este tipo de producciones que son una visión más grande que la de los indies actuales, es un videojuego ideal para quienes hemos crecido junto a Rare y sus obras.
A favor
- De los mejores plataformas de este año
- La banda sonora de David Wise
- Precio y duración correcta
- Visualmente es muy resultón…
En contra
- … pero es escandalosamente poco original
- La dificultad de algunos jefes
Nikoderiko: The Magical World ha sido analizado en Steam Deck y en un portátil de gama media. El videojuego también está disponible en PlayStation 4 y 5, Xbox y Nintendo Switch.
