ANÁLISIS TWO POINT MUSEUM
Como dice el meme: “Yo estuve allí Ganfalf”. La experiencia es un grado y yo soy de los afortunados jugadores que pudieron disfrutar en su día de Theme Hospital. El alocado simulador de gestión de un hospital tuvo una suerte de sucesor espiritual en Two Point Hospital. Posteriormente, el mismo estudio se graduó en este tipo de juegos y nos trajo Two Point Campus, donde nos tocaba construir la universidad de nuestros sueños más alocados.
Ahora, desde el pasado 4 de marzo nos llega a PC (versión analizada) y consolas Two Point Museum, donde hacemos lo propio al encargarnos de gestionar la alocada vida de un Museo. Al contar ya con 3 entregas similares, ¿será esta la que nos produzca cansancio o, por el contrario, sea el más divertido de los 3? Vamos allá con nuestro análisis.
Para empezar, la propuesta jugable del título se basa en dos patas bien diferenciadas: el modo Campaña y el modo Sandbox. Como suele ser recomendable en este tipo de juegos, lo mejor es empezar por la campaña. Además de hacer las veces de tutorial, servirá para ir, a medida que nos encargamos de varios museos diferentes, adquirir más experiencia en todo lo que conlleva la gestión del Museo.
Obviamente, empezaremos por le edad prehistórica, siendo el típico museo con lo que uno espera de esa época. Pero conforme pasan las horas (y créeme, pasarán volando) la cosa se irá complicando más y más y tendremos varias capas de gestión de las que estar pendiente.
Lo más novedoso y de las cosas más importantes serán las expediciones. ¿Qué es un buen museo si no amplia sus artilugios expuestos? Pues eso, tocará viajar y hacer expediciones en búsqueda de novedades que poder exponer en tu museo para atraer nuevos visitantes y, además, hacer caja.
Y sí, aquí el dinero sigue siendo igual de importante que en las anteriores entregas. No habrá nada que no puedas hacer sin el vil metal. Por ello, necesitarás de tus mejores dotes de gestor para, por un lado, asegurar un flojo constante de entradas de dinero para pagar el mantenimiento y los costes y, por otro, entradas extras que te permitan ampliar y mejorar tu espacio.
Cada museo presenta una mecánica única y nuevas herramientas para que te hagas a la idea. El náutico Passwater Cove, por ejemplo, ofrece acuarios que deben adaptarse a las necesidades de los peces, mientras que el yermo Bungle Wasteland exige avances científicos y un toque de botánica para ayudar a resolver una crisis que asola su oasis. Los dos últimos museos amplían aún más los conceptos: uno lleva a tus exploradores al espacio exterior y descubren reliquias alienígenas; en el otro diseñas máquinas y tecnología como escaparate del esfuerzo científico. Quizás son menos divertidos que los primeros, pero no dejan de ser interesantes.
La interfaz es un aspecto siempre muy importante en el género de los simuladores. Aquí funciona de manera decente, por lo que encontrar objetos y habitaciones para construir es fácil. Moverse es un poco menos intuitivo, hubiera estad bien poder coger la pantalla y moverla a izquierda o derecha con el ratón. Lo que si que he notado es que la curva de dificultad iba “in crescendo” hasta las últimas consecuencias. Los últimos momentos de la campaña se hacen realmente duros, y más si vas a conseguir las máximas puntuaciones.
Pero todo ese sufrimiento que puedas padecer lo arregla con creces su humor. A poco que hayáis jugado a los títulos previos o hayáis visto algún tráiler del juego, sabréis de que estamos hablando. Desde situaciones aleatorias de lo más alocadas hasta peticiones realmente inesperables. Te encontrarás a ti mismo sonriendo a la pantalla por algo que, de manera inesperada, ha ocurrido en tu museo.
Si que es verdad que, con el paso de las horas, como ya ocurría en los anteriores juegos, se acaba tornando algo repetitivo. Aun así, no sé si este será el más divertido de los 3, puesto que el humor es algo muy personal. Pero si he de decir que, sino es el que más, poco le falta.
Para acabar, en lo técnico no hemos tenido ningún tipo de problema jugándolo en PC. Además, dado que el PC cumplía de manera sobrada los requisitos (muy asumibles para cualquier PC), el juego ha ido a una tasa de frames estables y sin ningún problema.
Así pues, y concluyendo ya este análisis, he de decir que Two Point Musem es justo lo que esperabas. Divertido, desafiante, novedoso pero fiel a sus raíces. Un genial y entretenido modo campaña acompañado por un infinito modo sandbox hará que estés enganchado horas y horas en este juego a poco que te gusten los juegos de gestión.
PUNTOS FUERTES:
- Divertido y desafiante a la vez
- Las expediciones son una gran novedad
PUNTOS DÉBILES:
- Puede volverse algo difícil al final
- No todos los Museos están al mismo nivel
