Durante la pasada madrugada estuvimos dándole a la B.E.T.A. de Fallout 76, a falta de dos semanas de su lanzamiento. Vamos a contaros qué nos ha parecido, y qué nos está pareciendo, ya que la beta se divide en cuatro segmentos repartidos entre varios días, y las últimas horas que podremos jugarla será el 4 de noviembre.
Y muy resumidamente, el título tiene bastante buena pinta. Es muy divertido y, por supuesto, lo es más jugando con amigos. Ahora, profundicemos un poco más en nuestra experiencia.
Dada la ausencia de NPCs, el juego se basa casi exclusivamente en la exploración, en conseguir recursos y, al fin y al cabo, sobrevivir. Al principio estamos en el Refugio 76 en el cuál están los que reconstruirán el mundo 25 años después de la caída de las bombas atómicas, y ese día ha llegado. Nada más empezar tenemos la misión de ir a buscar a nuestra supervisora, sobre todo para que no salgamos a Appachalia sin saber a dónde ir. A medida que completamos objetivos, dado que vamos a la par visitando lugares, se nos abren nuevas misiones, pero no tenemos por qué hacerlas, podemos explorar el mapa a nuestro gusto, e ir a cualquiera de las muchas localizaciones presentes en el mundo.
El mapa es orgánico y vivo. Muy vivo y grande. Como ya hemos dicho, no habrá interactuación con NPCs ya que no los hay, de modo que debían hacer un mundo mucho más orgánico, realista y natural. No solo por lo obvio, que son los otros jugadores, sino porque han modificado con respecto a Fallout 4 cómo se comportan los enemigos y animales, haciendo Appachalia un lugar muy vivo.
La obtención de recursos cobra importancia con respecto a los juego anteriores, a la par que la cocina (dado que tenemos sed y hambre), la construcción de armaduras y armas, sus modificaciones y sus respectivas reparaciones, dado que se pueden deteriorar. Podemos encontrar recursos mediante exploración, las misiones, o yendo a coger cajas de suministros que caen por el mapa, las cuáles suelen estar vigiladas por enemigos como supermutantes o robots, por ejemplo. Los alimentos, como hemos dicho, son fundamentales para nuestra estancia en el basto mapa de este juego, por lo que la caza será importante, a la par que la cocina, ya que no nos valdrá con chutarnos un estimulante cuando estemos escasos de vida. Tenemos que saciarnos la sed y el hambre. Todos estos recursos nos sirve para construir cosas en nuestro campamento que podemos poner mediante el C.A.M.P., un «cacharro» que obtenemos nada más empezar y podemos ponerlo casi donde queramos en el mapa. Una vez puesto, podemos moverlo a otro lugar del mapa si queremos aunque nos costará unas pocas chapas.Y tened cuidado cuando muráis, ya que perderéis todo lo que llevéis encima (aunque podemos elegir si aparecer cerca de nuestro cadáver u en otro sitio del mundo).
El combate es algo más arcade, al menos en el V.A.T.S., dado que al ser un juego exclusivamente online en un mundo con más jugadores, no podemos ralentizar el tiempo como en Fallout 4, sino que el enemigo (no podemos elegir a qué parte del cuerpo darle) nos dará un porcentaje de acierto que variará en función de cómo de lejos esté y el arma que tengamos.
También podemos padecer de enfermedades, que se cogen bebiendo agua tóxica, comiendo cosas en mal estado, durmiendo en camas que estén en el suelo, etc. Éstas nos afectan negativamente y podemos curarnos mediante medicinas que hagamos o encontremos, al igual que podemos dejar que se vaya por sí sola.
El sistema de niveles funciona con cartas. Estas cartas pueden ser de una de las 7 características de nuestros atributos: Fuerza, Suerte, Carisma, Inteligencia, Agilidad, Percepción y Resistencia. Cada carta tendrá una descripción y será el extra que se nos otorgue. Si conseguimos cartas repetidas podemos juntarlas en una, lo que hará que el efecto de dicha carta se vea elevado. Las cartas se consiguen subiendo de nivel, o bien mediante sobres que podemos comprar con átomos, la moneda del juego, u obtener a lo largo de nuestra aventura.
También tenemos acceso a través del menú a una tienda donde podemos comprar ropa, gestos, marcos para el modo foto, entre otras muchas cosas, mediante átomos.
El multijugador es evidentemente la base y la novedad de Fallout 76. Estaremos todo el tiempo en un mapa en el que habrá más jugadores, y nos podemos unir en equipo y explorar el mapa juntos, a la par que interactuar con ellos mediante comercio o gestos.
A nivel gráfico está casi a la par que Fallout 4, aunque algo mejorado. Pero a nivel de dirección artística es fantástico, es un juego lleno de paisajes preciosos, mucho más colorido y está claro que te incita a seguir explorando los parajes de Appachalia.
En sonido también sí que han presentado una gran mejoría con respecto a su antecesor. Una banda sonora espectacular y la calidad ha mejorado, y menos mal porque era algo que cojeaba y mucho en Fallout 4.
Nos hemos topado, eso sí, con algunos bugs (graciosos, todo hay que decirlo) y algunos bajones bruscos de fps, pero esperemos que la optimización mejore de cara al lanzamiento oficial.
En conclusión, es un juego muy divertido, insistimos, un mundo precioso, y creemos que dará mucho de sí, te regalará anécdotas muy divertidas con tus amigos (y solo también) y que, a pesar de la ausencia de historia, sin duda nos deja muy buen sabor de boca. Por cierto, el modo foto nos ha encantado, y gracias a él (por las opciones que te permite) y a la belleza siempre presente en Appachalia podemos hacer instantáneas como ésta:
Primeras impresiones de la B.E.T.A. de Fallout 76
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