ANÁLISIS BEYOND GOOD & EVIL 20th ANNIVERSARY EDITION
Era Gardel quien decía en uno de sus tangos que “20 años no son nada”. Es posible que varios medios hayamos utilizado esta expresión para empezar el análisis de Beyond Good and Evil 20th Anniversary Edition. Pero no por ello deja de estar acertado. De hecho, ya nos hemos acostumbrado a numerosos remakes y remasters en la industria del videojuego. Incluso en muchos casos, totalmente innecesarios y de obras en las que apenas ha pasado el tiempo. Es este el caso? Acompañadme en este análisis y veremos si merece la pena viajar 20 años atrás (o no) y disfrutar de este juego.
Como muchos ya sabréis, Ubisoft lanzó al mercado Beyond Good & Evil en noviembre de 2003. Lo hizo para consolas de 2ª/3ª generación (Xbox, Xbox 360, PS2, PS3 y PC). Creado por Michel Ancel (creador de la saga Rayman, entre otros), se trata de uno de esos clásicos atemporales y figura en la lista de juego a jugar dentro de esas generaciones. Aprovechando la efeméride (o no sé si queriendo darse tiempo para sacar un Beyond Good & Evil 2 que parece que nunca va a llegar), Ubisoft nos trae de nuevo este clásico en una versión remasterizada.
Esta nueva versión es obra de Virtuos Games (que también se encargan del remake de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater) e introduce mejoras como los gráficos a 4K y 60FPS, además de mantener el excelente doblaje del que ya pudimos disfrutar. Pero antes de entrar de lleno en esta nueva versión, sólo un pequeño recordatorio de lo que nos ofrecía el juego original. Y lo recordamos ya que la edición que nos llega ahora es exactamente igual a lo jugado en 2003, sin introducir nuevas escenas o nuevos elementos que alteren la obra primigenia.
Así pues, seremos Jade y viviremos en el año 2435. Acompañados de Zerdy y de un grupo de niños cuyos padres han desaparecido, un “buen día” nos atacan los Domz, cosa que hace que entremos en bancarrota al no poder pagar la energía que usa el escudo de nuestro faro, que es donde vivimos. Por ello, nos veremos casi obligados a aceptar un encargo del enigmático Sr. DeCastellac. Y a partir de ahí, el resto es historia.
He de decir que la trama, a pesar de ser la misma, se sigue con interés y sigue teniendo esos giros de guión que tanto nos sorprendieron hace tiempo. Obviamente, no estamos ante una historia que te cambie la manera de pensar, pero se siente lo suficientemente profunda como para tener ganas de ver como acaban las peripecias de Jade.
En lo jugable, nos espera una aventura en tercera persona como las que tantas hubo a inicios de los años 2000. Pero desde luego ésta tenia algo especial. Sea por sus personajes, por lo icónico del mundo recreado o por todo a la vez, estamos ante una jugabilidad que combina acción, plataformas y puzles casi a partes iguales.
Está claro que ahora cualquier juego de la actualidad ha añadido y pulido esas mecánicas, pero recordemos que estamos hablando de un juego lanzado en 2003 y que, en ésa época, era eso lo máximo a lo que podía aspirar una aventura en tercera persona. Dicho esto, si en su día no jugaste al original, puedes sentir algo pobre o arcaicas sus mecánicas. Pero creo que es por venir “contaminado” por la complejidad y la extensión de los juegos actuales. Aún así, te recomendamos que lo pruebes ya que, a pesar de ser un juego corto y (hoy) algo simple, es muy posible que te entretenga mucho más que algunos de los juegos actuales.
En lo propiamente técnico, se notan mucho las mejoras en las texturas. Tanto que realmente no parece que hayan pasado 20 años. Obviamente, el salto gráfico es evidente, pero todo lo visto en pantalla nos ha resultado muy satisfactorio y el trabajo desarrollado por Virtuos consigue, a la vez de mantener ese aroma de los años 2000, modernizar lo suficiente como para ser un título que, digamos, no eche para atrás en lo visual.
Los tiempos de carga son casi inexistentes y no hemos notado bajones en la tasa de frames ni ningún tipo de fallo en lo técnico, almenos en la versión jugada (PS5). Así pues y en resumen, una versión que en lo técnico merece la pena y, a pesar de no dejarse de vender el original, no hay color cuando se comparan ambas versiones.
A modo de conclusión, aquí solo puede haber dos caminos que acaban en el mismo punto: si no lo jugaste en su día, has de jugar si o sí este clásico atemporal. Y si ya los has jugado y te preguntas si merece la pena esta nueva versión, la respuesta es la misma: sí, hay que darle otra vuelta. Además, su reducido precio hace que éste sea accesible para casi cualquier bolsillo.
PUNTOS FUERTES:
- Un clásico que siempre hay que jugar. Merece la pena pasen los años que pasen
- El trabajo desarrollado en lo técnico es encomiable y hace que el paso de los años no se note
PUNTOS DÉBILES
- Quizás para muchos nos dure un suspiro
- Algún ángulo de cámara aún hace de las suyas, igual que en el original