Ash of Gods: Redemption, es un título que ha resultado ser como encontrar una pepita de oro, intentar sacarle el brillo y cuando frotas… quitar capas y capas de polvo hasta ver que solo era cobre. No es que no se pueda apreciar su intento de reinventarse, sino que tiene tanto parecido a otro título muy aclamado por el género estratega, The Banner Saga, que ha costado ver cual era un reflejo y cual el espejo. AurumDust, el estudio afincado en Moscú, nunca ha tenido ningún inconveniente en admitir la gran inspiración de su obra en la de la compañía tejana, pero lo cierto es que lo ha llevado al límite.
¿Pero la historia es diferente?
Sí, al menos en esto han estado muy acertados. La trama se va desarrollando mediante el relato de las historias de tres personajes principales. Está Thorn, que es el capitán de la guardia; Hopper, una especie de sanador; y finalmente Lo Pheng en el papel asesino. Para ponernos en situación, algo llamado «la cosecha» dio comienzo, lo que supuso la muerte de millones de personas. Unos seres tan poderosos (ojo, aquí vienen los dioses) como esa terrible plaga pudieron detenerla antes de que fuera demasiado tarde, pero ahora la cosecha ha vuelto y como no, amenaza con eliminar a todo ser humano sobre la tierra.No sabría como seguir sin soltar algún spoiler, pero lo único que puedo decir es que a la gente le empiezan a salir unas marcas en la nuca, lo que les convierte en salvajes que se ponen a matarse entre sí. Por si fuera poco, los Reapers vuelven a merodear los pueblos y ciudades.
Si estaís un poco asustados por el modo de juego, tendréis varios a elegir como Normal o Iron Man (Hombre de Hierro), pero si tienes paciencia y de verdad quieres sumergirte en la trama, también ofrece un Modo Historia con combate automático. Hay que aclarar que el combate funciona bien, solo que en esta ocasión se le permite a los jugadores sacar el máximo provecho de la mejor parte del juego: su narrativa.
Es aquí donde vemos que Ash of Gods más que un juego en sí, también es una novela (de las tochas) de las de ir eligiendo por dónde irá la historia. La gran información que te aporta al principio de la partida, por lo menos a mí, me ha llegado a agobiar un poco, pero si consigues concentrarte en entenderla, verás que más que un cúmulo de números o nombres hay una historia enriquecedora del universo y unas tramas muy bien construidas en base a los personajes de la aventura. Algo que también me he gustado bastante es que tendremos tomar decisiones, pero no de estas que sientes que el juego no ha cambiado nada, no, de las que cambian toda la historia y te haces responsable de todo tu alrededor.
Cartas y estrategia, más relleno para una gran historia
En las batallas podemos llevar hasta seis personajes, por lo que tener un equipo bien equilibrado, una estrategia más requetepensada, buenas cartas y un equipamiento adecuado es algo esencial para alzarte con la victoria. El componente de las cartas es un sustituto que en vez de atacar o moverte, podrás jugar una carta (de una mano a tu elección) en pleno combate. Con ellas podremos recuperar salud u obtener más defensa, un detalle curioso pero que ya hace bastante abrumador el contenido de este sistema de batalla. Sin ellas quizá se hubiera agredecido un poco el tener que comernos menos la cabeza para finalizar un combate.
La interfaz es sencilla y nos indica lo que podemos hacer en cada momento, aunque resulta un poco extraña la forma de desplazar el puntero por las casillas con el mando. Si existe la posibilidad, después podremos activaremos una de las habilidades del personaje, ya sea para atacar o para el uso que se nos indique. Como detalle, podemos atacar a la vitalidad o a la energía de los rivales, lo que aumenta aún más las posibilidades estratégicas.
La banda sonora también es el aspecto que a mi parecer, es el más importante, pues está conformada por grandes compositores, como Adam Skorupa autor de la banda sonora de los dos primeros de The Witcher, que nos ofrece aquí unas melodías sobresalientes tanto para ambientar el largo viaje por este mágico mundo así como un gran aliciente en las batallas. Lo que si que falta son más voces en su doblaje, que amenicen más las conversaciones y los abundantes diálogos de su historia.
En la trama también tenemos a un gran profesional: Sergey Malitsky, escritor ruso de fantasía el cual es poco conocido en occidente pues sus obras no han sido traducidas. Aunque, repito, el ritmo no es el mejor para concentrarte en la historia, hay un mundo bien construido con personajes bastante interesantes. En cuanto a duración, la aventura puede completarse en unas 10 horas, ofreciendo algo de rejugabilidad por saber que hubiera sucedido si hubieramos tomado otras decisiones.
En definitiva, Ash of Gods: Redemption resulta una experiencia divertida, pero con cero innovación quitando el sistema de cartas. El total parecido con el título de Stoic hace dudar bastante sobre si estamos jugando a un título de un estudio diferente o de un aprendiz que calca a su maestro. Sin duda, va recomendada a todos aquellos jugadores que ya hayan pasado por The Banner Saga y hayan quedado con ganas de más estrategia por turnos como sólo estos juegos logran transmitir. Su historia, aunque va con gran lentitud y quizá mucho relleno en los diálogos, se salva de caer estrepitosamente a mis juegos a olvidar tanto por su diseño artístico como la música que acompaña muy bien en todo momento.
