En el año 2017 Experiment101 y THQ Nordic anunciaron Biomutant, uno de los juegos que más expectación ha tenido durante estos años, y que tras varios retrasos, ya tenemos aquí su análisis donde os contamos todo lo que nos trae uno de los juegos más esperados de este año, aunque por desgracia no ha llegado al nivel esperado.
La historia nos pone en el papel de un mapache, en un mundo llega a su fin ya que el Árbol de la Vida, las tribus se han dividido y nuestro objetivo es salvarlos. Para ello debemos aliarnos con algunas de las facciones y nuestros objetivos finales irán variando en función de estas elecciones.
Las diferentes facciones tienen sus ideas propias, por lo que podemos tomar la decisión de unirnos a una la cual su idea es ayudar a los Devoramundos para acabar con el Árbol de la vida y que toda la vida comience de nuevo, o por el contrario unirnos a una para salvarlo.
Las decisiones son bastantes básicas, y en base a ellas nuestro aura irá hacia la luz o la oscuridad. Además, la historia nos la irá contando una voz en tercera persona que nos traduce también las voces de las diferentes razas que nos encontramos en nuestro camino. Por desgracia, aquí nos parece que la voz y su manera de ir narrando la historia no consigue enganchar en ningún momento.
Antes de comenzar la aventura debemos personalizar a nuestro personaje, y aquí contamos con bastantes opciones para poder crearlo a nuestro gusto. Podemos elegir la raza, la estructura genética, la resistencia genética y el tipo de pelaje y color. Cada una de nuestras elecciones harán que determinadas habilidades aumenten o disminuyan, y según subimos de nivel podemos seguir mejorando estas habilidades.
Para el combate contamos con gran cantidad de armas para poder luchar cuerpo a cuerpo o a distancia, aunque entre muchas de estas armas no se nota la diferencia. Además, hay poca sensación de impacto durante el combate y la IA enemiga cuenta con bastantes fallos, ya que corriendo y disparando desde la distancia pocas veces o ninguna conseguirán tocarnos, lo que hace que sean combates sencillos y muy repetitivos. En el repertorio también contamos con diferentes hechizos, pero que pocas veces necesitamos hacer uso de ellos para poder acabar con nuestros enemigos.
Además de esto, también podemos crear nuestras propias armas y armaduras con los diferentes materiales que vamos recolectando a lo largo de la aventura, aunque al igual que ocurre con los hechizos, no es algo que tenga demasiada importancia ya que con las armas que obtenemos es más que suficiente para acabar con los rivales.
Biomuntant cuenta con una gran cantidad de misiones secundarias, que sólo aparecen una vez que llegamos a ellas, aunque estas misiones no aportan demasiado a la historia principal. Además, durante la exploración, pocas veces encontramos a enemigos en nuestro camino, algo que puede hacer pesados los viajes hasta llegar a un punto.
Acabar con la historia principal nos lleva alrededor de 10 horas, pero contando la cantidad de misiones secundarias que tiene, la posibilidad de la Nueva Partida+ e intentar acabar el juego con diferentes tomas de decisiones podemos ante unas 80 horas de juego.
Visualmente el juego nos deja con algunas escenas bastante bonitas, pero estamos ante unos modelados algo pobres, y sobre todo un exceso de popping que ocurre bastantes más veces de las que esperábamos. Podemos ver también como algunos de los pueblos que visitamos son prácticamente iguales a otros ya visitados.
La banda sonora sí que nos ha gustado, aunque se queda algo corta y se llega a hacer repetitiva. Cuenta con pocos efectos, incluso en los combates pasan desapercibidos, y el narrador, como hemos comentado antes, no pone ningún tipo de entusiasmo ni a la narración ni al doblaje de los personajes.
-Conclusión:
Biomutant apuntaba a ser uno de los mejores juegos del año, con una gran expectación desde que se anunciará en el año 2017, pero que por desgracia se ha quedado a medio camino. Aunque la historia que nos cuenta es bonita, y cuenta con bastantes opciones de personalización para nuestro personaje, no llega a enganchar como esperábamos.