ANÁLISIS CREATURES OF AVA PARA XBOX SERIES X
Lanzado el pasado 7 de agosto, Creatures of Ava llegaba a PC y consolas de la mano de 11bit Studios, una de las editoras que más en forma creo que está últimamente. Desarrollado por el estudio valenciano Inverge Studios, el juego llegó a Game Pass de lanzamiento, siendo una propuesta muy interesante y a tener en cuenta. Por ello, acompañadme en este análisis del juego en su versión de Xbox Series X.
A nivel de historia, el juego nos pone en la piel de Vic, una exploradora cuyos orígenes se nos narran en una bellísima secuencia inicial co-creada por los también españoles Chibig y Alkimia. En dicha secuencia, de la que no queremos destripar nada, se nos narra un hecho muy importante en el pasado de la protagonista. Si bien parece que esto no está conectado con la trama principal del juego, a medida que el título avanza, veremos como si lo está.
Inicialmente, nuestra tarea será ejercer como si fuéramos el bíblico Noé y rescatar las especies de Ava, teletransportándolas al Arca para poder llevarlas a un entorno seguro en el que salvaguardarlas de lo que está quebrando Ava, una plaga conocida como el Marchitamiento. A esta trama principal, como suele ocurrir, a medida que avanzamos se le irán añadiendo matices y algo más de consistencia gracias a la riqueza de personajes que nos encontraremos en Ava.
En los compases iniciales, veremos como las criaturas que habitan Ava han sido infectados y que nosotros, gracias también a un báculo que nos encontramos al inicio del juego, podremos sanarlos y quitarles ese marchitamiento. Así pues, nos encontraremos con un “arma” muy poderosa que servirá para curar a las criaturas y así poder ser enviadas en al arca. Pero para enviarlas deberemos llevarlas a puntos esparcidos por el mapa, donde serán teletransportadas. Y como hacemos que nos sigan? Pues muy fácil, como si del flautista de Hamelín se tratara, dispondremos de una flauta mágica que, si la tocamos, hará que las criaturas queden “hipnotizadas” y nos sigan hasta ese punto donde podrán ser puestas a salvo.
Además de sanarlas, pues, deberemos tocar la melodía de cada criatura para poder “amaestrarla”. Sólo será necesario hacerlo la primera vez, no tendremos que tocar la canción cada vez que querramos que nos siga. Y se hará a través de un sencillo minijuego rítmico con el que imitar las “notas” que nos canta la propia criatura.
Volviendo a la sanación, esto será lo más parecido a un combate. Y decimos parecido ya que en el juego no habrá ningún conflicto como tal y será un juego, ante todo, pacifista. De hecho, nuestras únicas “armas” serán dicha flauta y el salto y la esquiva. Cada criatura infectada tendrá una barra de infección que nosotros, báculo mediante, deberemos reducir a 0 para su sanación completa. Mientras lo hacemos, las criaturas nos atacarán y sólo podremos esquivarlas. En caso de impacto, podremos beber pociones para recuperar salud. En caso de morir, el juego es amable y volveremos muy cerca de esa zona gracias a sus cercanos checkpoints.
Pero la gracia del juego será también que, una vez tengamos “amaestradas” a las criaturas, podremos poseerlas y controlaras. Y esto será necesario si queremos avanzar en el juego, puesto que las necesitaremos a ellas y a sus distintos poderes para poder avanzar. Por ejemplo, habrá criaturas que puedan morder partes de estructuras para hacer que caigan y se tienda así un puente. O bien otros que puedan empujar piedras grandes para crear así puentes por donde poder pasar.
Si bien son puzles sencillos y siempre sabrás de una manera bastante clara lo que has de hacer, se agradece mucho este añadido. Aunque con el tiempo se puede tornar algo repetitivo, estamos ante un juego para ser disfrutado sin prisa ninguna y tomándote todo el tiempo que necesites.
Además de poder sanar con nuestro báculo, tendremos otras habilidades que poco a poco iremos descubriendo. Desde poder ralentizar el tiempo hasta poder elevar plataformas, esta mecánica añadirá algo de riqueza al componente de plataformas del juego. Si bien insistimos que sigue siendo muy sencillo, se agradece este añadido y que no sólo de hablemos de capturar criaturas.
No faltarán tampoco las misiones secundarias y algunos coleccionables esparcidos por aquí y allá, dando algo más de contenido para un juego que, si sólo quieres hacer su historia principal, te dará para unas 7 u 8 horas.
En definitiva, a nivel jugable, Creatures of Ava me ha resultado uno de aquellos juegos en los que sentarse y disfrutar. No requiere mucha destreza ni mucho sacrificio por parte del jugador, pero a poco que aceptes su simpática propuesta jugable, te encontrarás ante un mundo en el que perderse y conocer simpáticos personajes y criaturas.
Donde sí tengo más reticencias y es algo que ha lastrado mucho mi experiencia jugable, ha sido en el apartado técnico. De nada sirve recrear un gran mundo abierto, pleno de belleza y de un estilo cartoon que es una delicia para los ojos si esto no va a acompañado de una fluidez técnica. Han sido muchas las ocasiones en que las caídas de frames han resultado tales que se ha tornado en una experiencia poco agradable.
Se agradece que el gran mundo de Ava no esté delimitado por pantallas de carga, pero viendo el rendimiento en muchas ocasiones, quizás hubiera sido preferible esperar unos segundos antes de entrar en una zona si eso me garantiza una fluidez en la tasa de frames que no empañe la jugabilidad.
A modo de conclusión, recomiendo Creatures of Ava a todo aquel que disfrute de juegos con una estética “cozy” y que le venga en gana un juego no violento en el que disfrutar con una sencilla exploración, algo de exploración y sencillos puzles. Además, si eres suscriptor de Game Pass, no tienes excusa para “darle una probadita”. A poco que entres en su mundo, lo encontrarás tan reconfortante que querrás jugar más horas en su bello mundo.
PUNTOS FUERTES:
- La historia comienza algo floja pero acaba siendo importante
- Su tono agradable y tranquilo
PUNTOS DÉBILES:
- Un apartado técnico muy pobre y lastrado por caídas de frames
- Puede volverse algo repetitivo, mejor tomarlo a pequeñas dosis