Análisis de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro

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Análisis de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro

Seguro que muchos conocéis el término Generación TikTok. No se si en general esta llamada nueva generación de jóvenes se les considera posterior a la generación Z pero si es cierto que algo que veo en común es que ambos lados quieren la inmediatez; están acostumbrado a que los videos o la información que quieren recopilar en su cabeza sea lo más resumido y corto posible.

En cierto es entendible, yo mismo consumo videos en Instagram que duran apenas segundos o menos de un minuto, pero estoy acostumbrado a ser paciente o al menos tanto como para haber jugado casi diez juegos de la saga Dragon Quest.

Ya sabéis; la franquicia de rol japonés por antonomasia, con permiso de Final Fantasy, se ha caracterizado por ser un plato que se sirve a fuego lento. No hay prisa, no hay pausa y en todo momento sabes que estás viviendo una aventura de rol clásico de espada, brujería y todo tipo de monstruos.

Dragon Quest o DraQue para los de la vieja escuela ha tenido múltiples subsagas o spin-off y es probable que los más famosos sean los llamados Dragon Quest Monsters, centrados en la doma de monstruos más que en otra cosa y hoy vamos a hablar de la última entrega que parece tener claro que su público objetivo está a medio camino entre los fans de toda la vida y esa generación de la inmediatez. Es una idea un poco errónea pero vamos para allá.

El periplo

Dragon Quest nunca se ha caracterizado por tener una historia rompedora o que salga de los cánones del rol japonés, pero sus historias son completas, entretenidas y llenas de sitios que explorar y visitar. Dragon Quest Monsters: El Príncipe Oscuro es bastante más simple de lo que parece a primera vista y no es que su ritmo cambie en algún momento de la aventura. Si que es cierto que hay amagos y que vamos a viajar por un mundo que, más o menos visitamos en el pasado.

La característica principal es que nuestro protagonista es un viejo conocido de la franquicia, concretamente del fantástico Dragon Quest 4. Psaro es un niño que sufre una maldición y es la de que no puede luchar contra las criaturas o monstruos del mundo. Esta maldición le impide al muchacho usar el potencial oculto y es que, para los conocedores del cuarto videojuego de la rama principal saben que este niño en el futuro será uno de los antagonistas de dicha entrega.

Este videojuego no es que explore mucho el pasado de él y si lo hace es más anecdótico de lo que esperábamos. Igualmente, el ritmo ágil y que los diálogos insulsos sean cortos y precisos hacen que precisamente todo lo que sea parte de la historia se deje muy de lado y que nos centremos en la jugabilidad

¡Hazte con todos!

Para luchar contra otros monstruos a Psaro no le queda otro remedio que domarlos y utilizarlos a su favor. En el concepto nos encontramos con un videojuego de capturar bichos, cual Pokémon edición Toriyama se tratase pero con mecánicas simples; demasiado simples. Al principio podremos reclutar un bicho a elección de unas respuestas que hemos seleccionado. Dicho ésto, el juego nos pone en situación y nos habla sobre la mecánica de combate y captura.

El combate… parece sencillo, que lo es, pero también tiene esa sensación de rapidez, de querer luchar y ya está. Los turnos son parecido al de la saga principal y tenemos a nuestra elección una orden de luchar, otra de ordenar que habilidad quieres que uso tu monstruo antes de ejecutar la acción y la última es la de capturar. Dependiendo del nivel que tengamos con nuestros monstruos capturados, estando 4 en combate y otros 4 como sustitutos, tendremos un porcentaje más elevado o menos para capturar el monstruo en pantalla.

Estos monstruos se dividen en familias y categorías, como por ejemplo los limos son de la familia Limos en los que se encuentran otros como el Rey Limo, los Jinetes Limos entre otros. Esto le añade variedad en las capturas y en los equipos y la variedad está servida. Otra función interesante, a diferencia de la franquicia de Nintendo, es la posibilidad de fusionar diversos bichos para obtener otros de mayor rango, siendo la escala más inferior la F, con habilidades únicas y arquetipos rescatables de los sacrificados.

Este es el mayor punto de Dragon Quest Monster: El Príncipe Oscuro, la variedad de monstruos y el equipo a formar junto a una exploración clásica y que añade el factor de los cambios de estaciones; variando los monstruos que nos encontraremos en pantalla cada cierto tiempo y abriendo nuevas fronteras para movernos por el mapa. Definitivamente este videojuego hará las delicias si eres una persona que le gusta el género de los Tamers o de Cazadores.

Qué bonito y que bien suena ¿No?

Una característica que adoro de Dragon Quest es su arte. Akira Toriyama dejó un legado en su dibujo que todavía sigue estando presente en la saga y sus ayudantes seguramente tengan siempre en mente lo que su tutor les enseñó para realizar estos diseños tan clásicos y caricaturescos.

Los gráficos, modestos en mi opinión, no palidece el buen hacer del estilo artístico y la banda sonora que rescata temas que en su gran mayoría sonaron en Dragon Quest 4, está a varios peldaños al usar un MIDI un poco ruidoso. Algunas canciones originales si que son buenas, hay que decirlo, sin quitar mérito a lo que Sugiyama hizo en la época.Análisis de Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro

En general, esta tercera entrega de la subsaga Dragon Quest Monsters es continuista aunque simplificándolo en prácticamente todo. La duración es la esperada; alcanzando las casi 40 horas si hacemos toda la trama principal. Por supuesto; la síntesis de monstruos, los coliseos opcionales y otras tantas tareas sumarán unas cuantas horas más.

Conclusiones

Dragon Quest Monsters: El Príncipe Oscuro es un videojuego que sus errores van de la mano a un problema que la industria y el consumidor han asumido para quedarse. No puees hacer que un videojuego de rol sea tan simple y tan directo, aunque se agradece que no se ande con rodeos.

Los fans de la subsaga y del lore creado de la saga de Zenithia con personajes de Dragon Quest 4 y otras sorpresitas para aquellos adeptos de toda la vida. Como homenaje deja que desear y como videojuego del género Tamer es más que correcto y seguramente sea más divertido de lo que aparenta.

Por su precio competitivo, la forma tan directa de jugar y el diseño de Toriyama diría que es una compra muy recomendada si Pokémon Escarlata y Púrpura te supo a poco. No es que sea mejor pero es una alternativa bastante buena.

Este análisis ha sido posible gracias a un código proporcionado por PLAION. El videojuego está disponible en Nintendo Switch, dispositivos móviles y Steam

CONCLUSIONES

Dragon Quest Monsters: El príncipe oscuro sufre de la misma maldición que nuestra actualidad: Demasiada inmediatez. Como juego que homenajea una de las vacas sagradas de la industria japonesa deja que desear en algunos aspectos pero es que, incluso así, es bastante disfrutable. Los fans de la cuarta entrega de la serie principal lo disfrutarán más de lo normal.

NOTAS

Jugabilidad
8
Sonido
8
Gráficos
7
Innovación
8
Historia
6
Óscar Martín
Óscar Martín
Me gustan las obras de Fumito Ueda, la preservación del videojuego y los juegos de rol japoneses. No me gusta que las compañías traten a los desarrolladores como objetos y a los ineptos que no saben leer un análisis de 1000 palabras o más. También soy fan de The Pillows y FLCL.

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