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Análisis de Gigantosaurus: The Game

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Habitualmente, cuando nos llega un título para analizar, los que nos encargamos de ello tenemos que hacerlo desde un punto de vista objetivo y contar como ha sido nuestra experiencia con él. Sin embargo, cuando llegan títulos como Gigantosaurus, no podemos medirlo desde nuestros propios ojos, como por ejemplo ha hecho nuestro compañero Carlos con Final Fantasy VII Remake. En esta ocasión toca ponerse en el lugar del público objetivo al que va dirigido el producto: lo más peques. De mano de Wild Sphere y Bandai NamcoGigantosaurus: The Game, se encarga de acercar a los videojuegos los personajes de la serie animada del mismo nombre que, a su vez, llevó a la televisión el libro infantil de Jonny Duddle.
gigantosaurus
Como es de suponer, los protagonistas son los mismos que nos encontramos en todas las obras del mismo nombre; cuatro pequeños dinosaurios, Mazu el anquilosaurio, Tiny el triceratops, Bill el braquiosaurio y Rocky el parasaulophus, además de Giganto el gigantosario. Después de que un meteorito tapone el volcán, nuestros pequeños dinos se ponen manos a la obra, para rescatar todos los huevos de dinosaurios y dejarlos en sus nidos, para que la catástrofe no se los lleve por delante.
Desde un punto de vista jugable, Gigantosarus es un plataformas en 3D de la vieja escuela. Tendremos seis amplias zonas diferentes a explorar, todas ellas con su ambientación específica y repletas de coleccionables que encontrar. Por una parte tendremos los principales, los huevos, que son los que permitirán que avancemos de nivel, así como otros de menor importancia, como nueces, el alimento del gigantosaurio o los libros, que nos mostrarán ilustraciones del título.

En cualquier momento podemos elegir a qué protagonista queremos controlar, cada uno con una habilidad concreta que nos servirá para resolver el puzzle que tengamos entre manos – por ejemplo, uno controlará los engranajes y otro podrá tumbar árboles–. Una cualidad muy importante, si hablamos de que podremos jugar el título completo en modo cooperativo local de hasta 4 jugadores.
Una grata sorpresa con la que me he encontrado ha sido que, tras concluir cada episodio, para conectar con la siguiente zona, tiene lugar una carrera de kart. Una decisión arriesgada, el manejo de vehículos en juegos del estilo suele complicarse y terminar siendo un lastre más que otra cosa, en Gigantosaurus se defiende bastante bien. Unas carreras sencillas, pero bien ejecutadas, con unos circuitos no muy largos, pero que esconden algún atajo y coleccionable secreto, que funcionan de manera notable como nexo entre zonas.

Tal vez, los puntos en los que más flojea, son tanto los gráficos, como el sonido. Si bien, ya los habrían querido los clásicos del género de los 90 y son suficientes para divertir al público infantil, las texturas son planas, las animaciones muy simples y la banda sonora llega a hacerse monótona. A pesar de ello, como decimos, cumple con lo que se espera de un título como este y no llega a empañar la jugabilidad.
Gigantosarus es un juego enfocado para los más peques, que, si bien tiene su punto flaco en el apartado técnico, la divertida jugabilidad y la posibilidad de disfrutarse en modo cooperativo, hace que sea un título más que a tener en cuenta para los más pequeños de la casa.

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