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Análisis de Goosebumps: Dead of night

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Todos sabemos que un juego de terror es de los buenos si con recordar alguna escena aún nos vienen esos sustos que nos llevamos o los momentos de tensión que nos pusieron los nudos en la garganta al estar en alguna escena en concreto. 

Aunque me encanten las historias de terror como es el caso de R.L. Stine y su famosa saga de Pesadillas que me llevaba hasta sus libros a la playa para leerlos y me quedaba días pensando sobre qué pasaría si me encontrase sangre de monstruo o cabezas reducidas por mi pueblo, en definitiva me hacia tener una imaginación y un miedo en el cuerpo que nunca olvidaré. Quizá es por eso que Goosebumps: Dead of night me ha decepcionado bastante. 

Es por eso que es necesario separar totalmente sus libros de este jugo ya la trama argumental deja mucho que desear aunque también se puede decir que es uno de los temas que más se han intentado currar. La historia nos lleva a la casa del mismísimo escritor, en la que nos adentraremos en el libro de «La noche del muñeco viviente», Slappy que intentará que su creador se quede encerrado en su propia máquina de escribir.

Unas mecánicas difíciles de clasificar

Slappy se encargará de poner la situación bastante turbia y es por eso que se dedicará exclusivamente a soltar todas las criaturas que han sido creadas en la saga mientras nos dedicamos a buscar las páginas de los libros para que todas vuelva a su libro. Para llegar a nuestros objetivos bastará con perseguir al muñeco por los tres escenarios en los que estaremos.La primera fase del juego que es la que adaptaría al juego de móviles a la pantalla, sin presentar más novedades. Por lo que se entiende que los gráficos que vemos son hasta los mismos en Playstation 4, con un filtro de texturas y un ajustado remodelado en hd de los personaje y entornos y una perspectiva que sigue siendo en primera persona. Las otras dos fases son una referencia de la serie de 1995 y de la película de 2018. En lo que a la libertad de movimiento por los escenarios se refiere, podemos correr hasta cansarnos viendo esto en una barra de resistencia un poco confusa, agacharnos para escondernos, realizar acciones como coger objetos y lanzar/disparar. Aunque todo esto está hecho de manera brusca, y con muchos látigazos visuales a la hora de mover la cámara en cuanto a caminar y correr y con el que he tenido que parar muchas veces porque me mareaba bastante los cortes de imagen.
Puedes incluso meterte en la lavadora o esconderte debajo de la cama o mesas, pero no hay tampoco mucho más que contar respecto a novedades jugables, aunque nos hubiera gustado no estamos delante de un Silent Hill y creo que es algo que tenemos que tener presente en nuestras cabezas a forma de recordatorio antes de empezar a jugar para no llevarnos el chasco.

Una historia de terror, pero no para adultos

Es bonito ponerse nostálgica y pensar que podrías sentir ese miedo de cuando tenías que  10 años, pero en este juego  no lo vas a encontrar a no ser que vuelvas a una máquina del tiempo. Este tipo de «terror» no es para un adulto, algo que también es lógico con tan solo un vistazo al primer nivel. Pero si aún así le quieres dar una oportunidad te esperan unas 5 horas de nervios, escondites y quizá un poco de cabreo con el sistema de juego que puede compensarse con algunos puzzles que estaban mejor cuidados que la propia historia.

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