No soy una gran amante del sigilo en los videojuegos. Se me da mal, no sé jugar sin acabar liándola por cualquier tontería. Siempre me acaban pillando y se va la misión al garete. Pero tengo que admitir que Hitman 3 me ha atrapado. Su jugabilidad, investigar el cómo llevar a cabo cada misión, el abanico de posibilidades que nos trae este título para ampliar la experiencia de juego. Todo esto que este sea un juego bastante adictivo. Aquí os traigo el análisis de Hitman 3 para que leáis mis impresiones.
Cuando empecé a jugar a este título pensé que sería mucho mejor que los anteriores, sólo porque llega en un salto de generación. Y es que Hitman es una saga que no necesita mejorar mucho más para traernos un buen videojuego. Todo está perfecto tal y cómo está. Esta entrega no necesita evolucionar mucho más, respecto a las anteriores, para mantenerse jugable. Si ya funciona lo que tenemos, ¿para qué tocarlo? Y es que Hitman 3 es el ejemplo perfecto para ver lo acertado que es pensar así.
Todo lo que hizo de Hitman un gran juego, lo tiene Hitman 3, sigue su esencia. E igual que antes era un juegazo ahora lo sigue siendo con esta última entrega. IO Interactive nos ha dado una clase magistral de cómo se debe llevar el diseño de los niveles dándolo todo por una franquicia. Han reciclado la jugabilidad, un personaje que ya conocemos de sobras, y es que no necesitamos más.
Nada más empezar a jugar nos dejan con el Agente 47 en la fachada de un edificio, preparados para entrar. Preparados para empezar a llevar a cabo nuestra primera misión. El diseño y el apartado artístico es increíble. Estamos a una altura considerable pero ello no consigue evitar que dejemos de admirar el precioso paisaje que se encuentra bajo nuestros pies. Acompañado de una banda sonora de lo más bonita ya podemos ver, a escasos minutos de estar jugando, que estamos ante un gran videojuego.
Como he dicho al principio del análisis, los videojuegos de sigilo no son mi punto fuerte. Empiezo muy bien, escondiéndome y viendo pasar a los enemigos con calma, para salir en el momento exacto y acabar con ellos. Pero si llevo un arma en la mano me acaba quemando y acabo dándolo todo, porque me suelen aburrir. Precisamente, por tener tan poca paciencia con este tipo de videojuegos, cuando llega uno que lo hace bien me gana al momento. Y eso pasó con Hitman 3.
He de admitir que algunas misiones se me cruzaron, se me hicieron bola, porque me costó llegar hasta mi víctima sin que nadie me detectara por el camino. Siempre me acababan pillando. Pero he acabado cogiéndole el gustillo al juego y ahora es de mis videojuegos que se centran en este género favoritos.
Una novedad que trae Hitman 3 es la inclusión del teléfono como parte del arsenal de nuestro Agente 47. Y con ello el modo fotografía, a la vez que un modo de escáner que tendremos que usar en algunos sitios para avanzar en el juego.
Hay muchos juegos de sigilo, centrados en el género o que lo incluyen en x partes. Pero ninguno ofrece lo mismo que Hitman 3, y esa es la esencia de este videojuego. Es aquello que lo hace tan grande. Es posible que no sea perfecto, porque no lo es, pero nadie ha conseguido dar lo que nos ofrece IO Interactive con este gran videojuego.