Todos conocemos a Civilization. Es una de las mejores sagas de la estrategia por turnos en el mundo de los videojuegos y reconozco que nunca he probado o tampoco me urge jugar a una alternativa de la obra de Sid Meier… hasta ahora. Inmortal Realms: Vampire Wars no es exactamente una experiencia similar, pero si que en parte, me recuerda a cuando lo pasaba bien con Civilization… mejor incluso en algunos aspectos diría.
Detrás de Inmortal Realms: Vampire Wars está Palindrome Interactive, un estudio sueco que su meta es llegar a desarrollar títulos de estrategia con un alto nivel de calidad y siendo este su primer paso, ha ido bastante mejor de lo que podríamos esperar de un estudio reciente. El primer detallito que nos encontramos en su proyecto es su tutorial tan detallado y casi obligatorio para comenzar nuestras andaduras en esta guerra entre clanes.
La campaña se divide en tres partes, cada una protagonizada por un clan: Los Dracul; los Moroia y los Nosfernus. Habrá personajes reconocibles como Drácula y demás protagonistas de historias de terror o fábulas oscuras. Aunque los usuarios de PlayStation 4 no hayamos tenido la oportunidad de haber probado juegos como Total War, creo que estaría bien avisar que Inmortal Realms: Vampire Wars bebe mucho de él, bastante más de lo que esperaba.
Durante la partida, contaremos con puntos de acción para poder movernos por el mapa -cuyas regiones están divididas en cuadrículas. Además, esos puntos de acción podrán ser usados en diferentes ubicaciones que nos encontraremos en el mapa; como una herrería para comprar equipo para tu personaje principal o una biblioteca. Sin olvidarme de otras dos cosas importantes, la sangre y las cartas.
La sangre es una especie de «moneda de cambio» que deberemos gastar con precaución si queremos usar las cartas o poder comprar equipo. Sobre las cartas, habrá dos tipos de ella; las que gasta sangre y las que gastan maná; exclusivas para los combates contra los enemigos. Cuando nos cruzemos con estos, pasaremos al segundo punto de la jugabilidad, los combates por turnos.
Primero, colocaremos a nuestras unidades: El noble -osea nuestro vampiro-; nuestros arqueros; lanceros o incluso animales que han acudido a nuestra llamada. Luego, nos moveremos por casillas y nos enfrentaremos a humanos o incluso hombres lobo que querrán acabar con nuestro legado. Podremos flanquearles; usar cartas para potenciar a nuestros aliados o hacer daño e incluso perder; pues Inmortal Realms: Vampire Wars es fácil de entrar pero difícil de manejar en muchos momentos.
Si bien jugablemente es increíble y está detalladamente trabajado, el aspecto técnico deja bastante que desear. No contéis con animaciones profundas o un motor digno de la actual generación que va cerrando el chiringuito; en ese aspecto es pésimo pero no importante. Al igual que su diseño, no destaca en nada, ni en escenarios siquiera.
Tampoco se nota el gasto del presupuesto en el sonido. Cumple sin más y tampoco es un apartado que tenga que destacar, pero habría estado bien una banda sonora más notoria y un doblaje más trabajado. Contaremos con una traducción al castellano, con algún que otro fallo o frase sin traducir.
Inmortal Realms: Vampire Wars no es innovador. No destaca aunque tampoco decepciona, pero creo que hay puntos como ese maravilloso tutorial o lo fácilmente introductorio que es para el usuario casual. A veces, proyectos como este son los que necesitamos más en el mercado, redondo en la finalidad que quiere dar: jugar y distraerte. Ojalá veamos a Palindrome Interactive en un futuro, con un proyecto algo más innovador y con la misma ilusión con la que nos brinda en su primer pasito en la industria del videojuego.
Análisis de Inmortal Realms: Vampire Wars
Fecha: