Todos conocemos a Civilization. Es una de las mejores sagas de la estrategia por turnos en el mundo de los videojuegos y reconozco que nunca he probado o tampoco me urge jugar a una alternativa de la obra de Sid Meier… hasta ahora. Inmortal Realms: Vampire Wars no es exactamente una experiencia similar, pero si que en parte, me recuerda a cuando lo pasaba bien con Civilization… mejor incluso en algunos aspectos diría.
Detrás de Inmortal Realms: Vampire Wars está Palindrome Interactive, un estudio sueco que su meta es llegar a desarrollar títulos de estrategia con un alto nivel de calidad y siendo este su primer paso, ha ido bastante mejor de lo que podríamos esperar de un estudio reciente. El primer detallito que nos encontramos en su proyecto es su tutorial tan detallado y casi obligatorio para comenzar nuestras andaduras en esta guerra entre clanes.
Durante la partida, contaremos con puntos de acción para poder movernos por el mapa -cuyas regiones están divididas en cuadrículas. Además, esos puntos de acción podrán ser usados en diferentes ubicaciones que nos encontraremos en el mapa; como una herrería para comprar equipo para tu personaje principal o una biblioteca. Sin olvidarme de otras dos cosas importantes, la sangre y las cartas.
Primero, colocaremos a nuestras unidades: El noble -osea nuestro vampiro-; nuestros arqueros; lanceros o incluso animales que han acudido a nuestra llamada. Luego, nos moveremos por casillas y nos enfrentaremos a humanos o incluso hombres lobo que querrán acabar con nuestro legado. Podremos flanquearles; usar cartas para potenciar a nuestros aliados o hacer daño e incluso perder; pues Inmortal Realms: Vampire Wars es fácil de entrar pero difícil de manejar en muchos momentos.
Si bien jugablemente es increíble y está detalladamente trabajado, el aspecto técnico deja bastante que desear. No contéis con animaciones profundas o un motor digno de la actual generación que va cerrando el chiringuito; en ese aspecto es pésimo pero no importante. Al igual que su diseño, no destaca en nada, ni en escenarios siquiera.
Tampoco se nota el gasto del presupuesto en el sonido. Cumple sin más y tampoco es un apartado que tenga que destacar, pero habría estado bien una banda sonora más notoria y un doblaje más trabajado. Contaremos con una traducción al castellano, con algún que otro fallo o frase sin traducir.