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Análisis de La Tierra Media: Sombras de Guerra

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Tres años después, volvemos a La Tierra Media de la mano de Monolith Productions y WB Games con Sombras de Guerra, para ponernos nuevamente en la piel de Talion y Celebrimbor, y cumplir con la venganza del herrero elfo hacia el Señor Oscuro.
En  encontraremos muchas similitudes con su predecesor, tanto en el sistema de combate como en el ya conocido Némesis, que cuenta con algunas mejoras que lo hacen más eficiente. En esta entrega, Celebrimbor, el espíritu que convive dentro de Talion, forja un nuevo Anillo de poder diferente al resto, que será el que marque la diferencLa Tierra Media: Sombras de Guerraia a la hora de hacer frente a Sauron para conquistar Mordor. En nuestro camino nos encontraremos con nuevos personajes, de los cuales, algunos nos servirán de guía para los acontecimientos venideros, como Ella-Laraña, que en esta ocasión adopta una forma humana para acercarse a Talion y ofrecerle sus visiones sobre las catástrofes que se avecinan. Junto a ella, harán su aparición otros personajes conocidos, además de algunos que nunca habíamos tenido ocasión de conocer, y cuyas historias acabarán cruzadas con el propósito del Montaraz.

Nuevamente, tendremos que reclutar un ejército de Uruks para enfrentarnos a las gruesas filas del Señor Oscuro, y arrebatarles las fortalezas que han usurpado. Gracias al poder del nuevo Anillo, esta tarea será sencilla, ya que bastará con enfrentarnos a capitanes y comandantes orcos, y dominarlos para que se unan a nosotros.
Estas mecánicas son muy parecidas a las que ya vimos en Sombras de Mordor, donde también podíamos reclutar capitanes para dificultar el éxito de las tropas enemigas. En esta nueva entrega, se ha mejorado y se ha añadido un menú de fuerzas de asedio que nos permiten crear mejores estrategias a la hora de derrocar a los señores de las fortalezas. Nuestros comandantes y capitanes podrán emboscar a otros capitanes enemigos, sabotear sus suministros, infiltrarse entre las filas de los caudillos, o comandar las tropas de asedio que usaremos cuando ataquemos las fortalezas.

En este juego de dominación tendremos que hacer frente a posibles traiciones, ya que no solo nuestros capitanes serán capaces de traicionar a sus antiguos amos, sino que podrían volverse en nuestra contra de la misma forma, y vernos superados en número por fuerzas enemigas. Los asaltos a las fortalezas tienen como objetivo principal que derrotemos al poderoso Uruk que se encuentra al mando, y para ello habrá que completar objetivos «secundarios» en los que debemos apoderarnos de varios puntos de control. Aunque bien pueden encargarse nuestras huestes, los completaremos más fácil y rápidamente si les prestamos apoyo. Siempre podremos enfrentarnos a cada situación de varias formas, algunas nos harán el combate más fácil, y otras serán más rápidas pero con más dificultades.
Otra novedad referente a las dominaciones es que en Sombras de Guerra, no solo podemos montar Caragors, sino que encontraremos otras monturas, como Craugs o incluso Dragones. Estas bestias nos serirán de mucha ayuda según el tipo de combate al que nos enfrentemos, siendo mucho más fácil un asedio a lomos de un dragón que entrar por la puerta principal de la fortaleza e ir abriéndonos paso a espadazos.

El sistema de combate es prácticamente el mismo que en la primera entrega, por lo que si ya hemos jugado a Sombras de Mordor, no hay mucho que necesitemos aprender para sobrevivir en los combates. Además de contar con excepcionales habilidades de combate, Talion puede usar a Celebrimbor para hacer muertes sigilosas a distancia, o potenciar la velocidad de movimiento y concentración.
Podemos hacer frente a los enemigos de forma directa o mediante sigilo. Si escogemos la segunda, que siempre es lo más inteligente, podremos aprovechar de forma más eficiente las oportunidades que nos da el entorno, como por ejemplo disparar una flecha a una hoguera y provocar una explosión que afecte a todos los Uruks cercanos. Además de dañarles con fuego, podemos envenenarlos, o hacer que los devoren distintas bestias, como arañas, Caragors, Ghuls, etc.
Al derrotar Uruks y completar misiones recibiremos equipamiento y Mirians. La rareza y poder del equipamiento recibido variará en función de la rareza de los capitanes y comandantes derrotados. Si derrotamos a un Uruk épico, hay muchas probabilidades de que recibamos un objeto épico. Estos comandantes serán raros de encontrar, al igual que los legendarios, pero si no queremos dejarlo al azar, tenemos la oportunidad de comprar cofres de botín con Mirians, la moneda del juego, u Oro, que se consigue con dinero real.

Aunque las microtransacciones han sido duramente criticadas, realmente no es necesario gastar ni un euro para completar el juego. Incluso si queremos comprar cofres, con los Mirians ganados jugando, podemos hacernos con un ejército muy fuerte, y un equipo considerable. Además del equipo gratuito que, como ya dijimos, sueltan los comandantes más raros al ser derrotados. Recibiremos también cofres especiales al completar misiones en línea, como revanchas en las que podemos vengar a otros jugadores caídos, por ejemplo. Estos cofres de recompensa variarán en función de la misión, pero básicamente nos dan la oportunidad de conseguir más y mejor equipamiento.
Gráficamente, Sombras de Guerra presenta un aspecto más pulido que en su primera entrega, pero al utilizar el mismo motor gráfico, sigue siendo muy similar a lo que ya vimos en Sombras de Mordor. Un añadido muy interesante ha sido el Modo Foto, que junto a los imponentes escenarios que nos ofrece el juego, es imposible no pararse y sacar capturas. Este modo nos ofrece muchos retoques, filtros y opciones para crear las mejores fotos. Personalmente creo que es uno de los más completos que he visto en la actual generación, y para los jugadores que adoran hacer capturas, van a encontrar aquí una opción para sacarle el máximo partido a la función de capturar pantalla.
Esta nueva entrega nos presenta un enorme mapa con cinco grandes localizaciones en las que explorar y conquistar. Los entornos están mucho más trabajados, y las luces, las mejoras gráficas, y los inmensos escenarios nos invitan a deleitarnos con unos parajes impresionantes que, sumado a las mejoras que nos permite la nueva generación, son un placer visual.

La banda sonora, como siempre, es una maravilla, y los amantes del lore de La Tierra Media encontrarán en ella una adición indispensable para sus playlist de videojuegos. Este apartado es de los más importantes, ya que la inmersión en la historia depende mucho de la combinación de los temas musicales del juego, y en este caso, hay que decir, que es una delicia para los oídos.
En conclusión, Sombras de Guerra nos trae la esperada continuación del trágico desenlace de su predecesor, con una historia que nos presenta una vista alternativa al universo cinematográfico y literario, que no dejará indiferentes a los fans. La jugabilidad, aunque apenas innovadora, atraerá a veteranos y nuevos jugadores. Si bien el factor repetitivo sigue presente al tener que hacer siempre lo mismo para reclutar y asediar, nos encontramos ante un título que no pasará desapercibido, y que, sin darnos cuenta, nos atrapará durante horas y horas. Todo lo bueno de Sombras de Mordor llega mejorado a Sombras de Guerra, por lo que si os gustó la primera entrega, esta segunda os va a encantar.

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