Análisis de Loop8: Summer of Gods
Supongo que, al gustarme Persona 4, tengo una predilección de historias que transcurre en pueblecitos japoneses, esas que fusiona el folklore nipón y el ambiente rural de un país con una cultura maravillosa. El sonido de la naturaleza, el leve viento que deja escapar el final de primavera, las voces de los chiquillos estando de vacaciones… parece que incluso podemos imaginarlo ¿no? Pues Loop8: Summer of Gods recoge ese testigo de verano eterno pero a su manera.
El nuevo proyecto de Marvelous es una fusión de novela visual y juego de rol, aunque mucho más simple en algunos aspectos. Estamos ante un título que llama a simple vista y que puede convencer a muchos de los usuarios que buscan ese RPG veraniego; la realidad está algo más lejos ya que Loop8: Summer of Gods es mucho más caótico y menos fácil de lo que parece.
La premisa es llamativa; estamos en la década de los 80s y nuestro protagonista, Nini, llega a Ashihara Nakatsu; un nombre que tiene que ver con la mitología japonesa, un lugar entre el cielo (Takamagahara) y el infierno (Yomi), o lo que es decir, Japón. Ashihara es un pueblo de pocos habitantes y para Nini será su primera vez en la tierra de hecho ya que proviene de una colonia espacial.
Lo queremos aclarar ya que nuestro mundo está siendo atacado por unos seres llamados «Kegai». Ashihara está protegido por una barrera en la que el enemigo no puede atravesar. Nuestra llegada coincide con la calurosa bienvenida de Konoha, una chica que aparentemente es nuestro familiar más cercano y quien nos dará cobijo.
Todo el entramado inicial está muy bien hecho. Nos presentarán los diferentes lugares de Ashihara como la calle principal, el templo, la playa o el instituto; donde gran parte de nuestros primeros compases de la historia estará centrado en él. Llama mucho la atención que, desde el propio tutorial, te digan que tu misión principal sea la de «vivir», como concepto. Después de clase, en mi caso, fui a hablar con un par de compañeros de la escuela.
No me convence las actividades sociales disponibles, son simples y muy poquitas. Ir a clases, hacer ejercicio fuera del instituto o en la playa, limpiar el templo… y poco más, me habría gustado ver muchas más interacciones como por ejemplo buscar un trabajo a tiempo parcial. Cuando hagamos unas de estas actividades, nuestras estadísticas subirán eso sí.Cuando conversemos con las personas, podremos elegir varias líneas de diálogo, aunque muchas veces no debería comernos la cabeza. Nini y los otros personajes tendrán un sistema de vínculo repartido en tres categorías: amistad, cariño y odio. Si simplemente quieres conocer a un personaje, la amistad subirá; si halagas subirá más el cariño y si bromeas o simplemente fallas en la elección de la conversación subirá el odio.
Este sistema de vínculo será vital ya que, en algún momento del juego, tendremos que luchar contra los llamados «Kegai» y el sistema de combate… es bastante caótico. Todo el juego se vuelve caótico tras conocer nuestra misión principal y tampoco tendremos mucha ayuda al respecto dentro de él, lo cual puede alejar al cabo de unas horas al jugador que quiere un desarrollo mucho más lineal.
Si que es cierto que una cosa que me llama la atención es que cada habitante es un mundo. Konoha no suele llevarse bien con casi ninguno de sus vecinos y esto hace que nuestro «ánimo» cambie. Si por ejemplo en el mismo escenario está Konoha y alguien que no soporte, que incluso Nini podría llegar a serlo si no jugamos bien nuestras cartas al hablar con ella, cambiaremos de serio o tranquilo a tensión y con ese estado nada servirá para hablar, ya que tendrás muy poco porcentaje de acertar.Algo característico es que, en 8 días, el juego se acaba… y la semana se reinicia. El por qué ocurre eso lo dejaremos para aquellos que quieran indagar más sobre él. Al reiniciarse, nuestras relaciones y nuestras características volverán al número inicial, algo cruel pero hay que tener en cuenta que, dependiendo de si exploramos o consolidamos nuestras amistades, podremos subir de forma permanente alguna característica, sea nuestra o la de nuestro compañero.
La banda sonora que nos acompaña es bastante buena y tiene melodías pegadizas, aunque repetitivas. El juego llega con doblaje al inglés y japonés junto a una fantástica traducción al castellano, aunque muchas veces he notado algo de confusión en la traducción, nada grave para poder proseguir.
El uso de escenarios pre-renderizados es brillante junto al apartado visual. Una pena que las texturas sean pobres, aunque el diseño y el carisma que desprende todo el elenco es una maravilla. No desentona y tampoco son originales, pero si convence. Me gusta mucho el uso de las animaciones que recuerda mucho a la de juegos como Guilty Gear Strive.
A pesar de esa simpleza y de ese caos para guiarte, Loop8: Summer of Gods es bastante diferente a la mayoría de juegos que hemos visto durante este año… o incluso en varios años. Me gusta que quieran intentar hacer cosas nuevas y me gusta su tono y cuando consigues hacer click con el pueblo. Me gusta mucho hablar; que crezca nuestras relaciones (y si lo hacemos habrá sorpresas) y que vivamos nuesta experiencia veraniega.
Las vacaciones de verano van a empezar y sin duda, terminando el análisis de Loop8: Summer of Gods, ha sido una experiencia nueva pero familiar. Un título extraño y que recomiendo a aquellos que quieran un producto que contienen lectura, mensajes sobre el paso hacia la madurez, momentos de buen juego de rol japonés y claro… vivir. Vivir un verano eterno.
Loop8: Summer of Gods también estará disponible en PlayStation 4, Xbox One y Steam. La versión de Nintendo Switch llegará en edición física gracias a Meridiem Games.
Puntos Positivos
- Visualmente es una delicia
- Diferente y fresco
- Traducido al castellano
- Las conversaciones profundas…
Puntos Negativos
- …aunque muchas veces confundan
- La historia y el desarrollo es caótico