El videojuego nos lleva a vivir esta experiencia en el lejano planeta rojo dónde practicamente estaremos solos durante la aventura. El juego nos irá contando su los sucesos anteriores a nuestro despertar en Marte a medida que vamos recopilando elementos de inteligencia y completamos misiones. La mayor parte del juego como hemos dicho estaremos solos debido a que, al igual que en Fallout 76, el mapeado es extenso y aunque las partidas permitan hasta 64 jugadores es difícil encontrarte con alguien. Pero permitirme que corrija esta afirmación que nos encontraremos solos… realmente existen muchos peligros en Marte. Entre ellos destacan las criaturas cibernéticas que pueblan el territorio. Sobretodo lo veremos en las colonas abandonadas y en algunas ocasiones supondrán un verdadero reto para el jugador.
Como hemos comentado es un juego con mecánicas similares a No Man´s Sky, dónde deberemos explorar la región para recolectar recursos minerales y electrónicos para poder generar construcciones, y como Fallout 76, a la hora de que debemos cuidar nuestros niveles de oxígeno y nutrición para poder aguantar una temporada más. Y es que el juego funciona por temporadas, es decir, cada un determinado tiempo se producen unas llamaradas solares que destruyen cualquier edificación de los jugadores provocando que todos empecemos de 0. Una mecánica que puede llegar a ser frustrante pero también interesante.
Durante el análisis sobretodo hemos querido centrarnos en investigar ese sistema de construcción. Y es que al principio contaremos con casi ninguna herramienta incluso para recolectar por lo que empezaremos en cierta «desventaja». Pero a medida que vamos aprendiendo las mecánicas gracias a misiones sencillas vamos descubriendo cosas interesantes. Para empezar podremos crear nuestros edificios a base de construcciones simples que iremos mejorando a medida que alcanzamos nuevos recursos.
Y es que gracias a ello podremos crear nuestra propia base colonial que nos permita establecer un punto de referencia para la exploración. Entre la tecnología que podremos incorporar están las impresoras 3D, con las que podremos mejorar nuestros recursos del personaje, además de máquinas de clonación, chatarrerías y compartimentos de almacenaje para guardar recursos. Y es que cada objeto que introduzcamos en el inventario nos ocupará un espacio y cargará nuestra mochila de peso perjudicándonos en los momentos más esenciales que son los combates.
Y respecto a estos lo cierto es que no nos encontraremos gran variedad de enemigos dónde a medida que vamos explorando nos encontramos variantes de ellos. No es un gran inconveniente ya que durante el análisis pudimos comprobar por desgracia que cumplen su objetivo con perfecta eficacia… eliminarnos.
A medida que va pasando el tiempo el personaje tendrá que recargar sus bombonas de oxígeno. Para ello podremos crear nuestros propios consumibles o, como se puede esperar en una antigua región colonial, a través de los diferentes puestos que podremos encontrar a lo largo del planeta rojo. Por otro lado en el caso de la nutrición aquí deberemos ser más imaginativos y si que deberemos crearlas o encontrar suministros a lo largo de las diferentes estaciones o containers que nos encontraremos.
Y respecto a esta búsqueda el mapa que podremos encontrar en el menú no ayuda en muchas ocasiones. En vez de colocar un sistema de guiado similar al que vemos en cualquier otro juego que nos indica el camino, o por lo menos nos pone una marca en la rueda de posición, aquí deberemos consultar cada x tiempo para ver si estamos yendo por el camino correcto sobretodo para completar diversas misiones en ciertas localizaciones como ha sucedido durante el análisis. Algo que puede resultar un verdadero incordio y que esperemos que mejoren con el tiempo.
Por otro lado en el apartado gráfico me esperaba en un principio encontrarme con algunos fallos comprensibles en este tipo de aventuras,, vuelvo a mencionar los ejemplos de los que hablé al principio. Pero salvo alguna textura que se ha cargado mal en algún momento, alguna física que nos ha dejado bloqueados en una zona o elementos del escenario que se muestran cuando deberían estar ocultos al jugador lo cierto es que ha cumplido con nota este apartado… aunque necesita trabajarse más. En el apartado sonoro si que debe mejorar ciertos aspectos ya que cuesta en muchas ocasiones reconocer por dónde vienen los enemigos cuándo en otros títulos es más sencillo de localizar por el sonido.
Conclusión
El análisis de Memories In Mars nos ha vuelto a dejar una buena sensación en relación a los juegos de supervivencia. El pico de dificultad va aumentando de manera gradual y es fácil de sortear con el tiempo. Bien es cierto que esperamos mejoras sustanciales en bastantes apartados como en el contenido. Y como siempre se agradece que el juego llegue traducido al castellano para ofrecer una mejor experiencia para el jugador.