ANÁLISIS MIASMA CHRONICLES
Me gustan (y mucho) los juegos tácticos, no lo voy a negar. El tener que planificar bien tus acciones teniendo en cuenta muchos factores y adelantándote al rival como si de una partida de ajedrez se tratara me hace pasar muy buenas horas en los mandos/teclado. Hoy os traigo el análisis de uno de los recientes lanzamientos y el exponente más actual de este tipo de juego: Miasma Chronicles.
INTRODUCCIÓN E HISTORIA
Desarrollado por el mismo estudio sueco que nos trajo en 2018 Mutant Year Zero, The Bearded Ladies, tenemos desde el 23 de mayo la oportunidad de revivir esas vibes que nos trajeron hace ya más de 4 años.
El juego es una clara continuación en lo jugable a lo visto en su título anterior, aunque no comparten ni universos ni trama ni personajes. Lo que si comparte es su gameplay y su núcleo principal.
Entrando de lleno en la historia planteada, estamos situados en un futuro no muy lejano en el que América ha sido devastada por una fuerza imparable llamada «Miasma». En el juego tomaremos el papel de Elvis, un joven que llegó al pueblo minero de Sedentary cuando era un bebé. Su madre lo dejó a cargo de su «hermano» robótico junto con un guante misterioso con el que puede controlar el Miasma. Y, como dirían, hasta aquí puedo leer…
La historia me ha parecido interesante. Sin revolucionar el género y sin presentarnos un contexto que dé para mucho más, si que acabas cogiendo cariño a sus personajes y lo que se va desarrollando a lo largo del juego. Eso sí, su historia a veces transcurre de manera algo lenta puesto que en varias ocasiones la trama «se paraliza» para introducirnos alguna misión o algún objetivo que conseguir que se sienten algo desconectado del «problema» principal.
Pero como supongo que el atractivo de este tipo de juegos no reside en su historia y no has venido aquí por esto, veamos que tal le sienta su
JUGABILIDAD
Como decíamos, el juego bebe de lo establecido en el trabajo anterior del estudio. Tanto es así que realmente hay poco espacio para la innovación y se siente que los creadores no han querido arriesgar ni innovar, conscientes de la buena recepción que tuvo su juego por parte de la base de jugadores.
Así pues, el juego nos propone controlar un «pelotón» inicialmente formado tan sólo por nosotros y por nuestro «hermano» robot para, poco a poco, irse ampliándose hasta 5 miembros. Eso sí, como máximo en combate podrás manejar a 3. Y de hecho sólo podrás escoger a uno ya que Elvis y el robot Diggs siempre deben formar parte del equipo.
Exploraremos en tercera persona, como decíamos, pero enseguida toparemos con grupos de enemigos, y ahí es donde está el melme del asunto, puesto que la exploración se limita a ir recogiendo ítems o saber más del lore. Ocasionalmente tendremos que resolver algún sencillo puzle que suelen basarse en saber códigos para puertas inaccesibles que nos recompensarán con objetos empleables en la batalla (armas o potenciadores).
Pero será en el combate donde el juego brille y donde dedicaremos más esfuerzos. La mayor parte del tiempo la pasaremos planificando como afrontar ese grupo de enemigos que nos acabamos de encontrar y cómo salir lo mejor parados posible ya que, al poco rato, tendremos que volver a luchar.
En los primeros compases estaremos solos los dos protagonistas iniciales y serán combates sencillos. Pero bien pronto se nos unirá Jade, una francotiradora capaz de disparar sin alertar a los enemigos. Y la introducción de este personaje se hace tan pronto porque resulta de vital importancia.
Para poder triunfar, vamos a tener que hacer buen uso de ella y de su sigilo ya que (y aqui encontramos la primera pega) el número de enemigos es siempre superior a nosotros.
A pesar de estar dispersos por el mapa, si abatimos a uno de ellos es posible que, o bien nos vean o bien el ruido alerte al resto del pelotón. Y cuando se inicie el combate de verdad (una vez ya ha acabado la fase de «emboscada»), querrás hacerlo contra el menor número de enemigos posibles ya que suelen ser muy abundantes.
De hecho en las partes más avanzadas del juego hasta tendremos diferentes «grupos» de enemigos, diferenciados por el pelotón al que pertenecen y, almenos, un pelotón no reaccionará si combatimos contra el otro. Pero aún así, insistimos, hablamos de grupos con muchos enemigos que, para más inri, incorporan a enemigos capaces de «invocar» nuevos enemigos, ampliando así la ya extensa família y poniéndonos la situación muy difícil.
Por ello, el utilizar el sigilo y las eliminaciones previas estratégicas será vital si queremos progresar en el juego.
Como pasaba con Mutant Year Zero, el combate se desarrolla en un mapa por casillas en las que tendremos 2 puntos de movimiento/acción y seran los turnos los que dicten orden de los acontecimientos. Así pues, podremos utilizar también coberturas, granadas, utilizar posiciones elevadas. Todo ello añadiéndole las diferentes habilidades que iremos aprendiendo y que gracias a los puntos de habilidades podremos escoger como potenciar a nuestro luchador.
También tendremos los poderes de «Miasma», que no dejan de ser «superhabilidades» que nos darán una ventaja estratégica en combate, pero para las que habrá que tener cargado nuestro indicador de energía si las queremos utilizar.
Es también un título difícil. El juego, al empezar partida, nos hará elegir (además de la dificultad) entre «tácticas ligeras» (donde tendremos unas posibilidades de acertar cobn las armas más predecibles y por ejemplo flanquear a los enemigos siempre es acierto garantizado) o «tácticas completas» (donde las probabilidades de acertar con las armas serán mucho menos confiables y será en general una experiencia menos predecible, añadiendo más tensión.
En definitiva y en líneas generales, se trata de una jugabilidad muy similar a la vista en Mutant Year Zero y que innova más bien poco en el tratamiento jugable que recibimos aquí. Quizás lo más reseñable sean los poderes de Miasma y alguna secundaria consistente en encontrar partes de un mecanismo o encontrar 5 personajes dispersos por el mundo. Pero en esencia, estamos ante una propuesta muy continuista.
RENDIMIENTO Y VISUAL
A lo largo de las 25 horas que te puede durar el título (algo más si quieres hacer todas las secundarias), el juego nos ha rendido bien y no ha habido ningún problema grave.
Al jugarlo en PlayStation 5, cuenta con los dos habituales modos gráficos: calidad y rendimiento. En lo personal, y a pesar de notarse la bajada de frames, me he decantado por el modo calidad al no ser un shooter o un juego muy frenético en las respuestas a los tecleos del jugador. Y he de decir que se ve muy bien y se agradece que vengan juegos así de pulidos.
Eso sí, en alguna ocasión si que se nos ha «colado» algún subtitulo en inglés (el juego solo tiene voces en inglés y cuenta con subtítulos en castellano) pero seguro que en futuros parches se liman esas pequeñas asperezas.
El estilo visual futurista le sienta muy bien y todo lo que son los decorados y personajes se notan muy bien hechos, transmitiendo muy bien las sensaciones de futuro perdido que nos quiere trasladar el juego.
La música acompaña de forma correcta y las escenas CGI, lejos de ser espectaculares, aportan su contribución al imaginario del juego.
También he de advertir que tan sólo te deja tener 8 espacios de guardado, suficientes para el común de los gamers, pero que el maniático de los saves podría encontrar escasos
CONCLUSIONES
El no arriesgar y sacar productos continuistas puede ser un arma de doble filo: por un lado, contentas a los fans que quieren más de tu experiencia anterior, pero por otro lado, puedes recibir críticas por falta de innovación y de no arriesgarte en ofrecer algo distinto.
Eso es lo que pasa con este juego, que coge la misma base jugable que el título anterior y no le añade ningún toque distintivo (además de la historia y el lore) que lo haga diferente.
Pero aún así estamos ante un titulo muy entretenido y que satisfará a los amantes de «lo táctico» durante casi una treintena de horas. Si te gustó Mutant Year Zero, te gustará Miasma Chronicles ya que hablamos de propuestas muy similares en la base jugable.
PUNTOS FUERTES
- Es un título desafiante, pero sin llegar a ser frustrante
- El rendimiento y los gráficos sorprenden positivamente
PUNTOS DÉBILES
- Poca innovación respecto a su obra anterior
- Su elevada dificultad puede echar para atrás a las primeras de cambio a muchos jugadores