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Análisis de Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca Remastered

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Antes de comenzar con el análisis de Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca Remastered, os contaré algo. Algunos no lo sabréis, pero los videojuegos han evolucionado de tal manera que su pilar fundamental (y el cual hizo que su creación se llevara a cabo) ahora es una pequeña parte de todo lo que un videojuego conforma. Hablo de la jugabilidad e interacción. Lo que diferencia a los videojuegos con la literatura, la pintura, el cine, y el resto de ramas del arte, es eso, el poder ser tú el que decida qué debe pasar en una pantalla. Y esto fue lo que querían los pioneros en esta industria como William Higinbotham, creador del emblemático Tennis for Two. Ese juego solo hacía que dos personas pulsaran algunos botones con consecuencias vistas en pantalla. Hoy en día, los videojuegos siguen siendo interacción, pero son mucho más que eso. Llegó 1976, justo cuando un tal Bill Crowther pensó que, «¿por qué no hacer una historia interactiva?». Así creo Advent (Colossal Cave Adventure), el que se considera el primer título que, aunque sea en forma de texto y sin imágenes, contaba algo, y el jugador era partícipe de esa historia. Creaba un mundo donde alejarte del real, algo ficticio, pero donde podías «entrar».

¿Por qué os cuento toda esta chapa? Tanto el cómo interactuamos con el videojuego como la forma en la que éstos pueden contarnos una historia ha evolucionado mucho. Hoy día, tenemos videojuegos que cuentan historias formidables, ¡y somos parte de ellas! Evidentemente, hay juegos, historias y mundos mejores y peores. Pero gracias a esa evolución, tenemos aquí uno de los mundos más bonitos, una de las historias más épicas y legendarias y uno de, me atrevo a decir, los mejores RPG que han sido creados en tiempos recientes. Gracias a esa evolución, podemos hablar de Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca.

ni no kuni

Historia

Tomaremos el papel de un niño llamado Oliver, un joven y prometedor mago que aún desconoce su gran poder. Estamos en Motorville, donde la historia comienza de una forma muy normal y corriente. A los pocos minutos de jugar, hablamos con nuestro amigo Philip y quiere probar un vehículo que él mismo a construido con nosotros, y debemos ocultárselo a nuestra madre. Esa misma noche, en la prueba, Oliver acaba en el río y la madre, quien se había dado cuenta antes de que el pequeño no estaba, lo salva de ahogarse. La mujer, quien estaba enferma del corazón, fallece poco después (no os preocupéis, ¡son los primeros minutos de juego!).

El pequeño Oli pasa los siguientes tres días llorando sin salir del cuarto, hasta que varias de sus lágrimas caen encima de un peluche que la madre le regaló. ¡Y voilá! El peluche se convierte en Drippy, un pequeño duende con farol colgado en la nariz muy gracioso y algo mosqueado. Nos cuenta que viene de otro mundo donde un malvado mago llamado Shadar está desolando el mencionado mundo. Dice que Oliver es quien debe salvar a su mundo, y que además puede incluso salvar a su madre. De esta manera, comienza la aventura de Oliver y su pequeño amigo.

Podría seguir contando historia ya que durante unas cuantas horas de juego seguiréis pensando que aún estáis en el principio, y no es para menos. La historia es muy larga y nunca paramos de descubrir cosas… ¡de modo que os lo dejaré a vosotros!

Sí que os puedo decir que la historia es una de las más maravillosas que he jugado nunca (también destaco que no había jugado al juego original, de modo que esta remasterización es la primera vez que toco la saga Ni no Kuni). El guión es impecable y la trama engancha muchísimo y, aunque a primera vista parezca simplona, acaba teniendo una profundidad enorme. Pero no solo la historia es genial por tener una trama más que impecable, sino por otras muchas cosas como los personajes. Los personajes gozan de una carisma y personalidad inigualable, algo que en muy, pero que muy contadas ocasiones he visto en un videojuego (incluyendo los RPG más reconocidos). No solo en los protagonistas Oliver y Drippy, todos los personajes secundarios que forman parte de la historia tienen mucha personalidad.

Jugabilidad

Qué decir de un RPG… pues la verdad que bastante. Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca Remastered es un RPG donde los haya, tiene todas las características que el género requiere, aunque también tenga algunas particularidades. Primero hablemos de qué convierte a este juego en un título de RPG. Comenzando por el hecho de, aunque controlemos a un solo personaje, varios se unen a nuestra aventura, cada uno con un rol principal y que participaran tanto en la historia como en los combates (dejaré los combates para un poco más adelante ya que tienen mucho de qué hablar, por si quieres bajar e ir a leer sobre ello directamente). Cada personaje, además, tiene diferentes stats, es decir, pueden tener más o menos ataque (ataque físico), más o menos defensa, ataque mágico, precisión, defensa mágica, etc. Éstas van aumentando conforme subimos de nivel con la experiencia obtenida en los combates.

En el inmenso mundo de Ni no Kuni nos encontraremos muchos objetos de gran utilidad. Como buen RPG que es, hay objetos curativos, armas para equipar a nuestro equipo de aventureros, armaduras, accesorios, potenciadores… Cada personaje puede portar determinados tipos de objetos (espadas o varitas, por ejemplo). Ahora bien, los objetos están muy bien implementados en el juego. Lógicamente, cada uno de estos accesorios/armas sirven para mejorar ciertas estadísticas del personaje. No son la típica poción o éter. Hablamos de panecillos, helados, pasteles, café…. Objetos que entran muy bien en el carácter «infantil» del juego. Todos los objetos (salvo algunos especiales) nos lo podemos encontrar o bien explorando por el mundo y derrotando monstruos, o bien en las tiendas de las distintas ciudades.

Ahora pasamos a las particularidades de Ni no Kuni, empezando por que podemos hacer misiones secundarias, conocidas en el juego como «recados», que nos encargan algunos NPCs. Algunos nos piden objetos que tenemos que salir a buscar, otros nos piden que nos encarguemos de algunos molestos monstruos de los alrededores… Lo distinto llega cuando, en algunas ocasiones (y no necesariamente en recados, también en la historia), nos encontramos con personas «descorazonadas». Esto quiere decir que el malvado Shadar le ha quitado un trozo de su corazón, y ese trozo puede corresponder con «coraje», «bondad», «entusiasmo», etc. Cuando eso ocurre, Oliver debe recurrir a su magia para pedirle a otro NPC (que tenemos que buscar por ahí) que le sobre alguna de esas características que mencioné antes un trozo de su corazón, y si nos lo concede, podremos guardarlo y llevárselo, también con la magia del protagonista, a la persona necesitada. Esta acción, aunque pueda parece algo secundario, tiene mucha importancia en la historia.

También hay que hablar del mundo, que es semiabierto. Hay zonas grandes donde nos podemos desplazar para llegar a las distintas localizaciones, como ciudades. Por otro lado, los bosques, cuevas, etc, son más o menos lineales. Son extensas, pero están compuestas por caminos rectos o curvos, pero caminos, no son zonas abiertas salvo en puntos muy concretos.

En los combates no solo usamos a Oliver y a los personajes que deciden acompañarle en su aventura, sino que podemos disponer de los únimos. Son pequeñas criaturas que surgen del corazón y el alma de algunas personas (generalmente niños) y que pueden luchar como un personaje más en los combates. Cada únimo también tiene sus distintas stats y se pueden equipar con armas y accesorios, dependiendo de su rol. Cada únimo va equipado a cada personaje principal (Oliver o alguno de sus amigos), y cada uno de ellos puede llevar hasta tres únimos. Al comenzar cada combate, decidimos quién liderará el combate. Si seleccionamos, por ejemplo, a Oliver, solo podremos controlarle a él o a sus únimos en ese momento, aunque podemos cambiar de líder en cualquier momento del combate. Cabe destacar que hay únimos que se llevan mejor con ciertos personajes que con otros, de modo que si se los equipas, será mejor luchando.

Ahora bien, el combate sigue un sistema de combate por turnos… pero no es corriente. En Ni no Kuni consiguen que, a pesar de ser un combate por turnos, sean muy dinámicos y divertidos como cualquier Action-RPG. ¿Por qué? Porque podemos movernos durante el combate por la amplia zona mientras los ataques siguen sucediendo, pudiendo tratar de esquivar los ataques del enemigo o acercándonos para atacar cuando nos sintamos preparados (o alejándonos para lanzar magia a distancia). Aunque tengamos que seleccionar comandos (atacar, hechizos, objetos, etc) durante el combate, y éstos tarden en cargar un par de segundos si queremos volver a usarlos, el simple hecho de poder movernos por la zona y que nuestros movimientos afecten a lo que sucede, hace que el juego sea muchísimo más divertido y menos parado y pesado.

Gráficos

Es interesante hablar de los gráficos de Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca Remastered ya que tiene sus partes buenas y alguna negativa. Pasamos a lo obvio: la dirección artística impecable. Es un juego extremadamente precioso, muy bonito en todo momento, y que le sienta de forma espectacular esa estética de dibujo animado (con un claro corte japonés). Como dije, nunca probé este juego en su momento, y me repelía el hecho de que no soy fan de los animes ni mangas, pero no tiene nada que ver. No hace falta que seas seguidor de los dibujos japoneses para que veas que es asombroso. 

Sin embargo, esto es algo que ya se encontraba en el juego original. ¿Qué ha cambiado con la remasterización? Algunas texturas y demás han mejorado notablemente. Pero se sigue notando, sobre todo en los polígonos, que es un juego de PS3. Igualmente, es algo que no es muy notable (salvo en algunas ocasiones) gracias a que está tapado por esa genial dirección artística.

Sonido

En cuanto al sonido, no solo los efectos, los sonidos de los monstruos, los doblajes tanto en japonés como en inglés… Todo esto está muy trabajado y el resultado es genial. Pero destacaría, sin duda, la increíble y épica banda sonora, interpretada por la reconocidísima Tokyo Symphony Orchestra, la cual ya ha participado en numerosos videojuegos, pero creo que sus mejores trabajos están en Ni no Kuni: La Ira de la Bruja Blanca. Yo soy músico, y os puedo decir que la atmósfera que crea este juego es, en muy gran parte, gracias a la banda sonora. Epicidad, misterio, tristeza, alegría… Todos los momentos de la historia gozan de tener una excelente música acompañando.

Conclusión

En definitiva, sé que he puesto a Ni no Kuni: La Ira de la Bluja Blanca Remastered por las nubes… pero lo merece. Es adictivo, intrigante, precioso… Tiene todo lo que un gran juego tiene que tener, tiene todo lo que un buen RPG tiene que tener y mucho más que eso. No exagero cuando digo que es una de las historias mejor escritas y más bonitas que he jugado, al nivel de los mejores JRPG. Tiene muy buenos personajes, y muy buenas mecánicas, tanto en el combate como fuera de él. Son muchas las ventajas y muy pocos los contras del juego. Tras haber jugado este título estoy deseando probar la segunda parte, la cual tenéis el análisis aquí. Tengo curiosidad por ver cómo continúa esta maravillosa historia, y decididamente os invito a todos a que lo veáis.

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