ANÁLISIS OXENFREE 2: LOST SIGNALS
Nos llega ahora la oportunidad de poder contaros que nos ha parecido la secuela del genial Oxenfree, lanzado en enero de 2016 en PC y posteriormente en consolas. Para quien no conozca dicho título, os recomendamos encarecidamente que, si podéis, lo juguéis ya que, además de servir de base para este lanzamiento, si no lo hacéis os estaréis perdiendo un buen juego.
Tanto el primer juego como esta segunda parte, está desarrollada por Night School Studio, un estudio californiano fundado por Sean Krankel and Adam Hines que hace poco (2021) saltó a la actualidad al ser comprados por Netflix, en su plan de irrumpir y crecer en el negocio de los videojuegos. Veamos que tal pues la continuación de su primera obra como estudio de videojuegos.
INTRODUCCIÓN E HISTORIA
He de decir que no jugué en su día al primer Oxenfree y, antes de ponerme con este título, jugué a su primer lanzamiento para ver si esta segunda parte necesitaba o no de esa partida previa.
En mi opinión, es altamente recomendable haber jugado al primer Oxenfree para poder disfrutar al completo de esta experiencia aunque, si bien es cierto que aquí manejamos a otros protagonistas, los elementos del primer Oxenfree están muy presentes y para entender toda la historia y su lore es muy importante lo que se nos cuenta en el titulo original.
En Oxenfree II seremos Riley y regresaremos a Camena, nuestra ciudad natal. Todo ellos situado 5 años después de los eventos del primer juego. Nuestra misión será investigar unas señales de radio misteriosas. A partir de ahí se desencadenan una serie de extraños sucesos que no os queremos desvelar, pero que en esencia no faltarán los viajes por el tiempo, las presencias extrañas y los misterios de una isla que parece que aunque pasen los años, siempre estará condenada al misterio.
Como decía, a pesar de estar ambientada en otra «parte» del universo del primer juego y contar con otra protagonista, veremos elementos que si no has jugado a su primer título puede ser que te chirríen algo, aunque el juego hace el esfuerzo de contextualizarlo lo máximo posible para no dejar a ningún jugador fuera.
Veamos si el juego también recuerda a su primera parte en lo que respecta a su
JUGABILIDAD
Por «encasillar» al juego en algún género, lo más cercano quizás sea el de aventura gráfica, en el sentido canónico de desplazarnos por escenarios con la misión de poder seguir avanzando teniendo que cumplir con algún objetivo para ello. Pero realmente Oxenfree tiene más de aventura que de clásico point’n’click.
Tu serás Riley y te desplazarás por el escenario, interactuando con otros personajes y objetos. De hecho estaremos buena parte del juego acompañado por otro personaje (aquí es menos compañía que la que teníamos con nuestra «banda» de amigos en el primer juego) y el diálogo será continuo.
Podremos responder con 1 de las 3 opciones que, a modo de bocadillo de cómic, se sitúan sobre nuestro personaje. O podremos optar por el silencio como respuesta ya que en según que ocasión, si no nos decidimos por ninguna de esas 3 opciones nuestro personaje callará y así lo notará nuestro interlocutor.
Otro montón de diálogos serán los que tengamos con nuestro walkie-talkie, la gran novedad de esta entrega. En el anterior Oxenfree sólo disponíamos de un «gadget», la radio. En esta ocasión, y por la propia naturaleza de nuestro personaje y su misión inicial, contaremos con un walkie-talkie con el que, llegado el momento, dialogar con otros personajes.
Estamos ante un titulo que, en lo jugable, es sencillo, puesto que no requerirá mucho más de nosotros que desplazarnos por el escenario, dialogar, interactuar con objetos del escenario y, puntualmente, resolver algún sencillo puzle. Sus capas de jugabilidad son sencillas y ligeras, para lograr un «todo» que narrativamente nos lleve de la mano a su magnífica historia. No será un título que nos ponga en aprietos y que exija mucho de nosotros salvo estar atento a lo que vemos y oímos. En contadas ocasiones podremos cargar con algún objeto por el mapeado para seguir avanzando.
Como en su primera parte, el gran atractivo del juego es su historia y como se irá desvelando poco a poco todo el misterio que rodea tanto a los personajes como a la ciudad.
Quizás lo más tedioso del mismo sean las largas caminatas que de vez en cuando nos exija el juego ya que, al estar ante un mapa y escenarios bastante más grandes que los de su primera parte, los trayectos de un punto a otro (y con la ausencia de viaje rápido) serán algo más tediosos. Eso sí, estaremos entretenidos por sus diáologos que llenan en todo momento nuestra aventura.
Además del novedoso walkie-talkie, volverá la radio del primer juego y con ella algún puzle que se repite del anterior juego. Eso si, sobretodo jugándolo con el DualSense de PS5, no será nada difícil superar esa especie de minijuego para poder sintonizar la emisora adecuada ya que el mando vibra al pasar por la emisora correcta (he de decir que el primer juego lo jugué con teclado y ratón y no gocé de esa «feature»).
También comparándolo con Oxenfree, tenemos una jugabilidad más vertical. En primer lugar por la propia idiosincrasia escaladora de nuestra protagonista, pero también por el mapeado que al estar centrado no solo en una isla sino en toda una población , vemos lugares más elevados que necesitaremos desbloquear cogiendo pinceladas muy ligeras de metroidvania.
En el difícil caso de quedarte atascado (ya que el juego es sencillo y lineal), otra novedad es contar con un mapa en el que se acompaña un diario que muestra tu objetivo principal. Además, en alguna ocasión tendrás alguna tarea secundaria que podrás o no realizar. Así como los coleccionables, que podrás investigar todo el mapeado para encontrar una serie de cartas que detallan más aún situaciones vividas por la gente de Camena.
RENDIMIENTO, VISUAL Y MÚSICA
El juego, a nivel de frames, rinde perfecto y, como es lógico por lo que vemos en pantalla, no hay carga gráfica suficiente como para hacer trastabillar lo que ocurre en pantalla. Hemos observado algún pequeño glitch gráfico en el que nuestro acompañante se quedaba en un espacio que no le tocaba al subir una escalera/montaña, pero entendemos que son problemas menores y que se arreglarán en un futuro parche.
Visualmente es un título que, como en su primera parte, es muy atractivo y sus escenarios se sienten vivos por la paleta de colores que se utilizan. Con un tono casi cartoon, lo que vemos en pantalla está muy logrado y visualmente los efectos y animaciones de los personajes se acoplan bien al tono de los escenarios. Además, tendremos algún que otro jumpscare y el efecto está muy elaborado, sin abusar de ellos y en su contexto adecuado.
Las voces de los protagonistas rallan a un alto nivel y se agradece el venir con subtítulos en español para la mejor comprensión de todo lo que pasa en pantalla. Los efectos sonoros, especialmente los relacionados con la radio y el walkie-talkie están muy bien conseguidos y la música ambiental es todo lo que un fan de series como Stranger Things o Dark querrían.
CONCLUSIONES
Oxenfree II es una muy digna continuación del juego de 2016 que amplia contenido y que pese al cambio de registro y dejar el tono «teen» de su primera parte, logra contarnos una gran historia envuelta de una sencilla jugabilidad que nos mantendrá pegados a la pantalla durante las 5 horas que puede durarte. Si te gustó el primer juego, este no te decepcionará y sentirás que es una obra más compacta y madura que el primero.
PUNTOS FUERTES
- Una gran historia que te enganchará durante todo el juego
- Un tono más maduro y más serio que su primera parte
- Un mapa más grande que su primera parte
PUNTOS DÉBILES
- Ese cambio de todo no puede agradar a todo el mundo
- Corta duración, aunque ajustada a este tipo de juegos
- Algún glitch gráfico
Hemos realizado este análisis gracias a un código cedido por BestVision
