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Análisis de Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition

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Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition llega a PS4 cargada de contenido y dispuesta a satisfacer las exigencias de aquellos jugadores amantes del rol. Si bien es un juego pensado para ser jugado en PC, la versión para la consola de Sony ha sabido adaptarse bien a las diferencias jugables y técnicas entre ambas plataformas.

Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition llega repleta de novedades

Y es que, para compensar la espera sufrida en su llegada a las consolas (Salió en PC en el año 2018), Pathfinder contiene nuevas opciones jugables y numerosos extras en forma de contenido descargable. Los cambios principales respecto a la versión de PC se dejan ver en la interfaz, que ha sido modificada enteramente para adaptarse al formato de consola de sobremesa y facilitar la comprensión, tanto jugable como narrativa, del título.  Sin duda, una excelente forma de recompensar la paciencia de todos aquellos jugadores que no perdieron la esperanza de jugar a juegos de RPG clásicos como Pathfinder.

¿Es Pathfinder para todos?

Hay que dejar claro que Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition está enfocado a los jugadores amantes del rol clásico de PC, a aquellos que disfrutaron con Baldur’s Gate y que adoran Dungeons & Dragons. Si te identificas con este grupo, puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que Pathfinder es para ti.Pathfinder Kingmaker: Definitive Edition anunciado para PS4 y Xbox ...
Por supuesto, esto no significa que los demás jugadores no puedan disfrutar de él. El esmero puesto en la adaptación a consola lo convierte en un juego accesible incluso para los más inexpertos en el campo del rol. Pathfinder es una buena forma de estrenarse en el rol multimedia, aunque puede que llegue a abrumar a los más novatos al principio con su inmensidad de tutoriales y opciones jugables.

¿Que ofrece Pathfinder?

Una vez aclarados estos puntos, hay que especificar la premisa principal de Pathfinder. El juego es un RPG clásico, de los de vieja escuela, en el que deberemos crearnos un personaje, escoger su raza, sus atributos jugables y su clase, entre otros aspectos, para enfocarlo al estilo de juego con el que pretendamos jugar a la aventura. Las opciones de personalización ofrecen un amplio abanico de posibilidades para configurar a nuestro protagonista.
Finalizada la creación de personaje, deberemos lanzarnos a explorar el mundo que nos rodea, un mundo repleto de peligros, enemigos, facciones e intrigas, pero donde también abunda la fantasía, la magia, y, lo mejor de todo, nuestros futuros compañeros de viaje. Y es que estos últimos son otro de los grandes alicientes que encontramos en Pathfinder. Tal como ocurre en otros juegos como Dragon Age, nuestras acciones influyen en la visión que nuestros compañeros tienen de nosotros, ya que todos los acompañantes tienen su propia moralidad, que puede entrar fácilmente en conflicto con la forma en que nuestro protagonista ve las cosas.

El «roleo» es, sin duda alguna, la mayor de las virtudes de Pathfinder. Las relaciones con los compañero es uno de los aspectos que mejor complementa las enormes vertientes en que se bifurcan las posibilidades de ejercer un rol.

LA JUGABILIDAD EN CONSOLA Y SU SISTEMA DE COMBATE

Ambos apartados están intrínsecamente relacionados. En el juego de PC, los enfrentamientos mezclaban el tiempo real con las pausas estratégicas, aunque no es exactamente igual en consola. Para esta versión, además de pulir el sistema de enfrentamiento que ya vimos en PC, se ha implementado un modo de combate por turnos que facilita mucho las cosas. Este sistema es opcional y puede ser activado o desactivado según los intereses de cada jugador. No obstante, ofrece mucho más control del combate y facilita la microgestión de este, que puede llegar a desesperar a aquellos que no estén acostumbrados a la jugabilidad propia de títulos de este género.
El combate presenta múltiples variantes y es enormemente profundo. No os vamos a engañar, puede abrumar al principio y requerirá de muchas horas dominarlo, como ocurre en todo RPG. Dentro del combate podemos usar objetos, magias y habilidades que nos facilitarán mucho las cosas, aunque hay que saber usarlos de forma correcta y estratégica.

Fuera del combate, hay que reconocer que se nota el empeño puesto en adaptar la jugabilidad del PC a la consola, aunque hay que asumir que no es completamente redonda. Los joysticks, las pausas o los diversos botones funcionan correctamente a la hora de movernos por el mapa, bucear en el inventario o ejecutar habilidades concretas, aunque, de forma puntual, puede llegar a notarse la falta de opciones respecto a la versión de PC, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los accesos rápidos a ciertas habilidades. Aún así, la accesibilidad lograda para PS4 es digna de mención, de notable alto y, pese a detalles puntuales, denota un gran trabajo.

LA NARRATIVA ES DE ALTA CALIDAD

Respecto a su apartado narrativo, pocas cosas malas se pueden decir. Como hemos comentado anteriormente, las posibilidades de «rolear» son enormes y afectan directamente a las misiones, tanto principales como secundarias. El guión del juego ha sido escrito por el conocido Chris Avellone, que trabajó en archiconocidos RPG como Fallout New Vegas. La mano de Avellone se deja notar en el desarrollo de misiones, que se sienten naturales y fluidas, excelentemente integradas, algo que ya ocurría en sus trabajos anteriores y que se repite en Pathfinder.
Si bien la historia principal no marcará un antes y un después en el mundo del rol, no podemos considerarla mala. Es una historia parecida a la que ya hemos visto en otros juegos RPG, se siente similar a ellos en muchos aspectos y no es que destaque precisamente por su innovación, pero, aún así, cumple perfectamente. La campaña principal es bastante larga, y, dependiendo de vuestra habilidad, os llevará entre 50 y 60 horas completarla, una duración nada desdeñable, y eso sólo contando la trama principal. Si a ella le sumamos la gran cantidad de secundarias, la duración del juego puede extenderse hasta pasar las 100 horas de duración. Pathfinder está repleto de contenido jugable interesante, pues hasta las secundarias más insulsas tienen aspectos destacables que las alejan de ser puro relleno.

EL APARTADO TÉCNICO ES UN POCO JUSTO

Aquí es donde se notan más las diferencias con su versión de PC. La calidad gráfica del juego cumple, sin más, destacando por encima de otros apartados los efectos de algunos hechizos y habilidades. No es ningún portento gráfico y, aún así, la estabilidad del juego se resiente en ocasiones, con caída de frames puntuales que frustran la experiencia jugable. Tal como ocurre con los gráficos, también el aspecto musical podemos calificarlo de cumplidor. Los temas musicales son un buen acompañamiento a la acción y a la exploración, pero no llegan a ser memorables ni mucho menos. En cambio, si he de romper una lanza por los sonidos del juego, que destacan por encima de estos dos apartados ya mencionados. Hay un gran nivel en los alaridos de los monstruos, en los efectos sonoros de los hechizos o en el propio sonido ambiental que nos acompaña mientras exploramos. Los sonidos facilitan enormemente nuestra inmersión en el vasto mundo de Pathfinders.

A nivel artístico, tanto en escenarios como en personajes, hay poco que reprocharle. Todo ralla a un gran nivel y rebosa estilo por los cuatro costados, algo que contribuye a dotar de una gran personalidad a Pathfinders. Por norma general, los escenarios son bastante variados e incluso hay un ciclo climatológico que les aporta aún más frescura. Puede que algunas mazmorras se sientan repetitivas o simples, pero son detalles menores en un apartado artístico notable.
 
 
SU GRAN LASTRE, EL IDIOMA
Un fallo, a mi juicio, imperdonable y que opaca todas las virtudes anteriormente expuestas. Pathfinders, en su versión de consola, no llega doblado al español, pero es que tampoco llega traducido. La infinitud de textos, descripciones y conversaciones transcurren enteramente en inglés. Si domináis el idioma podréis jugar a Pathfinder sin problema, con el pequeño riesgo de que se os escapen algunas cosas, claro está. No obstante, si vuestros conocimientos en lengua anglosajona son básicos, tendréis dificultades para comprender la gran cantidad de información que el juego nos aporta, tanto en calidad de consejos, como de diálogos o misiones.

La barrera del idioma es el mayor inconveniente de Pathfinder y repercute, y mucho, en el resultado final. Es incomprensible que un juego de estas características, centrado en la narrativa, llegue sin traducir al mercado español.

CONCLUSIÓN

Pathfinders es un enorme juego RPG, plagado de contenido, opciones jugables y posibilidades que no decepcionará a aquellos que pretendan adentrarse en una aventura clásica de rol. Si sois capaces de enfrentaros a la barrera idiomática, no os decepcionará en absoluto, seais jugadores experimentados o iniciados en el género.
 

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