¿Cuál fue vuestro primer videojuego? En mi caso fue Sonic The Hedgehog siendo una renacuaja. Y es que quitando los típicos ordenadores infantiles (por llamarlos de alguna manera) pocos videojuegos recuerdo que hubiera para niños en esa época. Las consolas estaban más centradas en los adultos.
En la actualidad siguen habiendo pocos videojuegos que vayan dirigidos a los más pequeños de casa. Ahí es donde entra Pocoyó Party para PlayStation 4. Muchos niños han crecido acompañados de sus aventuras, conociendo a los personajes, así que este título les va a gustar seguro, puesto que está dedicado a ellos.
Desarrollado por Zinkia Entertainment junto al estudio madrileño Recotechnology y con la colaboración de PlayStation Talents. Os traigo el análisis de Pocoyó Party, un videojuego pensado para el público infantil de entre tres y cinco años.
La misión es reunir unas invitaciones perdidas de cumpleaños y lo haremos gracias a seis mini juegos. Estos son bastante sencillos de completar y con mecánicas muy simples. El objetivo será completar todos los niveles y desbloquear unos cromos para completar un álbum.
Por una parte uno de los minijuegos es de baile. Otro es de carreras tradicional, el tercero es una especie de Tetris, el siguiente trata de limpiar una especie de cristales, también hay uno dedicado a la pesca y por último menciono un reto fotográfico. Cada uno de ellos ofrece algo distinto. En algunos hay que manejar diferentes botones del mando. Y en otros la mecánica es mover el mismo mando. Son cosas que ayudan a los niños a aprender a jugar mientras adquiren conocimientos con los colores, las formas, incluso mientras siguen el corto argumento que nos da el juego. Desbloqueando también algunas escenas exclusivas de la serie Pocoyó.
Es un videojuego totalmente educativo, con un control sencillo y muy bien adaptado a las edades tempranas. La mayor barrera para los niños siempre suele ser la de hacerse con el control de los botones. Eso no pasa en Pocoyó Party, se nota que está hecho pensando en un público más joven y no en el público adulto, y esto es de agradecer.
Uno de los puntos fuertes de este título es el multijugador local que tiene. Y es que tiene su parte cooperativa en los diferentes minijuegos, a veces de manera competitiva. Esto ha sido muy acertado por dos motivos: los niños pueden jugar con amigos o incluso con algún familiar, ya sea para ayudarle o para que no tenga que jugar solo.
En conclusión, Pocoyó Party es de los mejores videojuegos hechos pensando en los más pequeños. Con él pueden repasar los colores, los números y los animales, a parte de algunos valores muy importantes. A la vez que van cogiendo movilidad con el mando. Es un muy buen primer contacto en el mundo de los videojuegos y una compra muy recomendada si tienes algún niño pequeño en casa.
