ANÁLISIS PRIEST SIMULATOR
En los videojuegos, además de otros géneros más populares, un gran segmento de ellos son los juegos «de simuladores«. Normalmente, y como la propia palabra indica, simulamos ser o bien un personaje, o alguien que ejerce una profesión y, para los más disparatados, hasta animales, como en Goat Simulator. Los hay más «fieles» o «serios», como Flight Simulator. Pero el juego que os traemos hoy más bien recae en el lado de los «alocados«.
CONTEXTO
En Priest Simulator estamos ante lo que seria un RPG de aventuras en 1ª persona. No es un shooter puro ni es un arduo RPG, sino que coquetea con ambas mecánicas para elaborar un producto sencillo y que no inventa nada.
El argumento gira en torno a nuestro personaje, Orlok, un demonio/vampiro que, sin comerlo ni beberlo, acaba en el poblado de San de Ville. Nuestra tarea será la de «evangelizar» o, en resumidas cuentas, «hacer de cura» con todo lo que ello representa.
Los compases iniciales de la aventura giran en torno a tareas básicas de restauración y de limpieza de la iglesia. A partir de ahí, la cosa va tomando mayores dimensiones teniendo que eliminar todo mal presente de todo el pueblo si queremos volver a nuestro hogar, el infierno
JUGABILIDAD
Como hemos dicho, estamos ante un juego con vista en primera persona. La jugabilidad nos ha recordado, salvando la muchísima distancia que hay, a una especie de Skyrim de bajo presupuesto en el que deberemos ir haciendo misiones principales y secundarias a la usanza de cualquier RPG.
Cuando decimos que se parece a Skyrim nos referimos a que quizás las animaciones, el combate y los movimientos son de esa época, se sienten algo anticuados y no seria su parte más brillante.
En las 8 o 10 horas que te puede durar el juego harás bastantes misiones «de recadero» y otras tantas de combate.
Como todo RPG, nuestro personaje se podrá ir mejorando en base a «experiencia» y también deberemos ir mejorando nuestra base, la iglesia.
Tendremos un abanico de 8 armas a nuestra disposición, pudiendo combinar 2 a la vez (una en cada mano).
Habrá algunas mecánicas algo curiosas como por ejemplo la de confesar a la gente, siendo una especie de minijuego/quick time event en el que deberemos sacar la máxima puntuación para poder confesar exitosamente a los habitantes.
En resumen y en cuanto a la jugabilidad, nos espera un producto conservador, algo antiguo y que no destaca por ningún aspecto en particular pero tampoco hay nada que sea realmente malo en su ejecución
ABSURDEZ POR DOQUIER
Desde el diseño de los personajes (como una especie de «maniquís» de madera y otro aún más raros) hasta los diálogos, pasando por la historia, estamos ante un juego que es toda una oda a lo absurdo.
Lo absurdo del juego no implica lo blasfemo del mismo. No es un juego hecho con «mala baba» para meterse con la religión y crear polémica. Es un juego que utiliza la premisa de la religión para destacar lo absurdo, lo bizarro y lo no-convencional.
Si eres un jugador que quiere una historia seria o que se siga con pasión, este no es tu producto. Si, por contra, disfrutas con cosas fuera de contexto, personajes raros e historias inversimiles, podrás darle una oportunidad y es muy posible que te guste.
EN EL FUTURO SERÁ MEJOR
Con esto quiero decir que estamos ante un juego que está en «early-acces» y que su estado no es el definitivo. Hemos sufrido algún bug puntual pero nada que sea exagerado o lamentable. Esto es muy común en los early-acces de Steam en PC.
Los propios desarrolladores afirman que seguirá en acceso anticipado de 4 a 8 meses más, en los que irán añadiendo más misiones, nuevas mecánicas, música, arreglando fallos, etc.
CONCLUSIÓN
Sin ser un juego para todo el mundo, Priest Simulator te sacará alguna sonrisa y a veces te preguntarás que es lo que estás viendo/escuchando. Aún así, jugablemente no inventa la rueda pero a poco que te gusten los RPG y quieras un producto que se sale de lo habitual, puedes darle una oportunidad
PUNTOS FUERTES
- Lo absurdo del guion y de las situaciones
- Mezcla de géneros que no arriesga pero que tampoco falla
PUNTOS DÉBILES
- Poca innovación
- Mal sistema de mapeado y algún bug puntual
