Análisis de Reynatis
Jamás pensé en los casi 5 años que llevo escribiendo por estos lares, con cambio de nombre incluido, que iba a hablar de Final Fantasy Versus XIII en un análisis. Aunque bueno, en este universo el proyecto de Tetsuya Nomura y Square Enix nunca vería la luz y solo quedaría el recuerdo de todo lo vivido durante 10 años de noticias sobre él. La sombra de tal ambición sigue presente y Reynatis no deja de ser un videojuego que quiere rendir homenaje a lo que significó Final Fantasy Versus XIII en la cultura popular.
Evidentemente, la producción de FuRyu no tiene ni una milésima parte en costes de desarrollo en comparación con el otro, pero los paralelismos son evidentes; en lo visual, en lo sonoro y en la jugabilidad a medias tintas. Lo primero que hay que comentar es que tenéis una demo para probar los primeros compases del videojuego, aunque justo al terminarla la historia da suficientes giros para ser de alguna manera interesante.
La historia transcurre en una Shibuya alternativa, cercana a nuestra realidad pero basada en una fantasía; con magos y fuerzas oscuras que someten la ciudad de Tokyo al anochecer. Los dos protagonistas principales pertenecen a dos mundos diferentes. Marin es un joven vagabundo que oculta sus poderes a la vista de los peatones mientras que Sari pertenece al grupo de los M.E.A, una especie de policía o soldados de élites con poderes.
Si que es cierto que la premisa y el debate entre el uso del poder oculto están ahí y de manera fluida hay momentos en los que, cuando jugamos con Marin en los primeros capítulos, tendremos que pasar desapercibidos por las calles ya que los ciudadanos llamarán a la M.E.A y nos matarán; sin posibilidad de defendernos inclusive. Es una pena que al final no sea del todo atractiva y repite muchos tropos de la industria japonesa de manera repetitiva.
El combate mezcla la acción en tiempo real junto a una barra de tiempo que hace la función de limitador, una cosa bastante extraña y anclada a tiempos de los rpg de acción de SNES como Secret of Mana. Pulsando un botón, liberamos nuestro poder y podemos usar nuestra arma para acabar con nuestros enemigos y cuando se acaba la barra volvemos a nuestro estado normal, esperando a que termine de cargar.
Más adelante, las combinaciones de equipos -con 3 personajes en pantalla- y la esquiva, algo que será útil o casi obligatoria si quieres acabar airoso en los combates más desafiantes, hacen que el combate sea mucho más orgánico y acabe siendo satisfactorio. Las animaciones dejan que desear y no esperéis ver tanta espectacularidad en los combates, que no es tan malo pero tampoco entra en el estándar deseado dentro del género.
La banda sonora es magistral. Siguiendo con la broma, Yoko Shimomura ha trabajado en la banda sonora y se nota el tono que quiere utilizar; un calco de Final Fantasy XV y Versus XIII incluso, por lo que este apartado es básicamente el mejor de todo Reynatis. El doblaje japonés cumple con lo establecido, aunque lamentablemente el mayor problema es la horrible traducción al inglés, que a veces parece algo extraño. Por cierto, como viene siendo habitual en este tipo de juego de rol nicho, no está en castellano.
El motor gráfico y el apartado técnico dejan que desear. A nivel de rendimiento en PS5 -la versión que hemos probado- no hay ningún tipo de problema, pero el nivel de producción es bajo. Tal vez un estilo más pixelado o incluso usando la técnica de Cell Shading para usar el modelo artístico de los personajes le habría sentado genial. En lo personal, hasta el estilo de arte no me convence; me saca de mis casillas que los personajes parezcan cosplay de animes y series de adolescentes.
Reynatis tiene claro que va a un público objetivo; a aquellos que vivimos una adolescencia mientras esperábamos la obra incompleta de Tetsuya Nomura y su equipo. Ha faltado pulido; la historia deja que desear y no destaca en nada salvo en su fantástica banda sonora. Aún así, como juego homenaje a toda una era es cumplidor y el combate tiene su miga si te dejas llevar.
Hemos realizado el análisis de Reynatis en una PS5. El videojuego está también disponible en Nintendo Switch y Steam.