El género de los juegos roguelike o roguelite, como es el caso, se ha ido desarrollando a lo largo de la generación. El auge del mismo llegó con títulos como The Binding of Isaac o Enter the Gungeon, ambos con una jugabilidad excelente, pero con una historia con un peso mucho menor. Sin embargo, como decimos, el género está en constante evolución. Sparklite, en cambio, es uno de los nuevos juegos que además de ser entretenido de jugar, quiere contarnos una historia, un roguelike narrativo.
Este nuevo subgénero es superior al original en algunos apartados e inferior en otros. Sin embargo, Red Blue Games ha sabido crear un magnífico juego, no exento de fallos, potenciando sus puntos fuertes para así tapar esas deficiencias propias del género.
Historia
Como decimos, uno de los apartados más importantes del roguelite narrativo es la historia que nos quiere contar. A diferencia de los juegos citados anteriormente, cuya historia servía únicamente para contextualizar el juego y, cuando consiguiéramos llegar al final, darle sentido a este, Sparklite nos cuenta una historia de principio a fin, con todos los elementos que la componen, introducción, nudo y desenlace.
Tomaremos el papel de Ada, una joven que, tras perder su nave, aterriza en un lugar extraño. Al poco, conocemos que tenemos el poder de abrir unas antiguas criptas para así conseguir una serie de artefactos que nos ayudarán en nuestra aventura. Momentos después, nos cruzaremos con nuestro primer jefe, aún sin práctica ni mejoras en nuestra arma de mano (una llave inglesa que se transforma en martillo), caeremos tras unos ataques de nuestro oponente, ya que es lo que se requiere para el desarrollo de la historia. Normalmente, la muerte es complicada de justificar en este tipo de juegos, ya que el volver a empezar una partida tras morir, dentro de una historia, pero siguiendo una línea temporal, suele crear incongruencias. En esta ocasión, nunca llegamos a morir del todo, sino que cuando estamos a punto de morir, un gancho nos rescata.
Esta ayuda, nos viene desde una ciudad flotante, dónde descubrimos cual será nuestro objetivo; derrotar al Barón. Para no enredarnos demasiado y tampoco destripar nada de la historia, que es bastante interesante y entretenida, podemos resumir que, este malvado, en busca de más poder, ha tratado de controlar una tecnología ancestral, que ha desestabilizado el mundo donde nos encontramos, Geodia. Esto ha hecho que se corrompa el lugar, y con él, todas las criaturas que allí vivían y ahora serán nuestros enemigos. Así, esta fuerza ancestral, en forma de prisma, hace que, cada vez que volvamos a la ciudad, las zonas cambien, justificando así la aleatoriedad de las partidas típicas de los juegos roguelite.
La ciudad nos servirá como nexo entre partidas, en ella habrá algunos ciudadanos, así como otros que se trasladarán a ella cuando los rescatemos. A medida que vayamos ayudándolos y haciendo que sus negocios prosperen, podremos adquirir más y mejores habilidades para nuestro personaje.
Jugabilidad
El apartado jugable de Sparklite es simple, pero adecuado, la intención es contarnos una historia y que nos entretengamos mientras tanto. El mapa estará divido en 5 zonas, para ir accediendo a la siguiente debemos derrotar primero al jefe de la anterior, que desbloqueará la habilidad necesaria para pasar a la próxima. A veces esta habilidad puede usarse en más ocasiones, como cavar, mientras que, en otras, simplemente servirá como llave de paso.
Para llegar al jefe, tendremos que ir eliminando a los diferentes enemigos, los animales convertidos que hablábamos antes. Para ello emplearemos nuestra arma de mano, la llave, para los golpes rápidos y el martillo para los golpes fuertes. Esta llave tiene la característica especial de que podremos implementar parches, que nos darán nuevas habilidades, como ver el mapa nada más llegar o aumentos de daño, vida y defensa. Estas mejoras, las encontraremos en cofres, que estarán repartidos a lo largo del mundo y que desbloquearemos normalmente tras completar un pequeño rompecabezas u oculto en uno de los tipos de mazmorras que nos encontramos en el juego: los hornos. Estos constan de 3 o 4 salas distintas que nos propondrán un desafío que, finalmente, nos llevará a nuestra recompensa.
Además de la llave, encontraremos el otro tipo de mazmorras, las criptas, con una estructura diferente a las anteriores. Al entrar encontramos un artilugio, tendremos que resolver una serie de puzles con dicho aparato y luego, obtendremos un plano, con el que, en la ciudad flotante, podremos construir dicho artefacto para poder usarlo en nuestras aventuras. A pesar de que puedan servir como armas, el uso más habitual de estos será destruir elementos del entorno, como grandes rocas que ocultan secretos en su interior.
Las modificaciones mediante parches, así como las mejoras de la ciudad y la creación de artilugios requerirán de sparklites, la moneda del juego. Esta la conseguiremos a lo largo de las diferentes partidas, en cofres o eliminando enemigos y elementos destruibles del entorno. Normalmente, conseguiremos bastantes como para adquirir alguna mejora nueva, ya que, debido a la dificultad, de la que hablaremos en el siguiente punto, las partidas durarán bastante y podremos eliminar suficientes enemigos y así obtener suficiente sparklite.
Como veníamos diciendo, a diferencia del resto de juegos del género, la dificultad excesiva, que requiere mucho del jugador para completar la trama, no se da en Sparklite. Un punto más, que aclara que el objetivo del título es contarnos su historia, no que nos quedemos trabados, ni farmeando dinero para poder avanzar. Así, el juego nos puede durar unas 10 – 12 horas, unas más si queremos conseguir todos los ritmos, unos coleccionables en forma de pájaros que están escondidos en el mapa y que nos darán un bonito concierto si los conseguimos todos. Dificultad y duración que se adecuan a la perfección para que el juego cumpla su objetivo, narrar los diferentes sucesos mientras nos entretenemos en las diferentes “runs” que juguemos. La única pega que le pondría es que, algunos de los jefes son demasiado fáciles.
Apartado técnico
Sparklite es un juego brutal técnicamente hablando, un apartado gráfico espectacular, con un pixel art precioso y unas animaciones cuidadas hasta el más mínimo detalle. Cada zona, con una ambientación distinta y personalidad propias, así como enemigos específicos de cada una de ellas. Nos encontramos enemigos “reciclados” como suele se habitual, que cambian levemente de aspecto según si nos encontramos en la zona de bosque o de desierto, pero son pocos estos casos, hay muchos y variados enemigos, unos 30 diferentes.
Por su parte, el apartado sonoro sigue la línea del anterior, la BSO diferente para cada zona y que la complementa a la perfección, así como las batallas de jefes y los efectos de sonido, hacen que, junto con los gráficos del juego, sea un placer jugar cada momento. Dentro de este, me gustaría recalcar de modo especial el concierto de los ritmos, una melodía cortita, pero que se irá alargando a medida que encontremos más y que junto con su coreografía, hace que simplemente quieras cerrar los ojos y oírla una y otra vez.
Eso sí, como comenté al principio del análisis, el juego no está exento de fallos. Hay algunos bugs puntuales y algún trofeo que no salta cuando debe, pero los propios desarrolladores los conocen y, me consta, que ya están manos a la obra para resolverlos. De hecho, tengo que admitir, que he tenido que modificar, algunos puntos del análisis, porque cuando estaba casi terminándolo de escribir, un nuevo parche, ya ha corregido alguno de estos errores.
Conclusión
Sparklite es un título imprescindible para los amantes del género roguelite, así como para aquellos seguidores de los juegos independientes. Gráficamente precioso y con un apartado de sonido que no se queda para nada atrás, acompañados por una buena historia y una fantástica jugabilidad hace que, si no fuera por la gran cantidad de lanzamientos importantes que se dan este mes de noviembre, competiría sin dudas por ser uno de los mejores juegos del mes y, de hecho, para mí lo es. Una grata experiencia y, como siempre me gusta recordar en estos casos, a un precio de lanzamiento, habitual para juegos del estilo, de unos 25 € o un poco menos si tienes PlayStation Plus, una joyita más con la que completar tu colección.