A todos nos gusta hacer el cabra, y Supermarket Shriek es uno de esos juegos que te dan la oportunidad para hacerlo. De la mano de Billy Goat Entertainment llega un juego para PlayStation 4 que nos permite tener ese momento loco y, aunque es simple, resulta ser una pequeña joya del humor.
Juego de carreras, pero con un carrito de la compra
Habéis leído bien. Los protagonistas de Supermarket Shriek son un humano y una cabra… subidos a un carrito de la compra. La jugabilidad es de lo más simple. El carrito se controla mediante los gritos de los dos personajes. Si gritas como la cabra, el carrito gira a la izquierda, si gritas como el humano, a la derecha. ¿Y si gritan ambos? El carrito avanza hacia delante. Cada personaje se controla con un gatillo del mano.
Para aprender a usar el carrito, el juego cuenta con un «Modo Autoescuela» que te enseña lo básico. Sin embargo, este modo no llega a ser muy útil, ya que como se aprende de verdad es fallando mil veces en los distintos niveles. Aunque la jugabilidad sea simple y solo haya que apretar dos botones, manejar el carro no es sencillo. Hay que saber controlar cada curva y derrape, o podría suceder lo peor. La jugabilidad hace que te sientas muy torpe, y a veces resulta ser frustrante el querer ir hacia un lado y no poder.
Los escenarios
El juego tiene un total de 18 calles, cada una de ellas con un número determinado de supermercados. Estos supermercados son de varios estilos: carnicerías, sushi, ropa, supermercado normal, zona de videojuegos,… Conforme se avanza en los distintos niveles, la dificultad va en aumento y cada vez son más las trampas que nos encontramos en las tiendas. En cuanto a las pruebas, no siempre son las mismas. En algunos casos tendremos que superar a un vehículo determinado en una carrera o recoger todos los productos de la lista de la compra, entre otras más. Cada nivel cuenta con 3 estrellas que se consiguen haciendo la prueba en el menor tiempo posible. Cada vez que queramos desbloquear una nueva calle, tendremos que tener el mínimo de estrellas que nos exige el juego. Al principio pensaba que las estrellas estaban ahí como un reto personal o para que los jugadores más exigentes se esforzaran por conseguir la mayor puntuación. La necesidad de un mínimo de estrellas a veces resulta ser un poco agotador, ya que el jugador tiene que parar su ritmo de juego para retroceder y repetir las pruebas hasta conseguir las estrellas necesarias.
Por último, hay que valorar los múltiples detalles que tiene el juego. A veces los tonos de los gritos cambian, cambian los gestos de sus caras, los personajes se manchan en ciertas pruebas, el carrito empieza a arder o los cuerpos de los personajes se pixelan si las cuchillas pasan por encima de ellos. También hay un total de 5 secretos entre las calles que son homenajes a algunos juegos. Para no hacer mucho spoiler, solo diré que SuperHOT es uno de los juegos secretos.
Puedes gritar en compañía
El nivel del locura en las partidas puede aumentar. La primera sorpresa es que tú mismo puedes controlar la voz del humano con tu propia voz. Así de útil es el micrófono en el juego. Es más, puedes gritar en compañía de cualquier otro jugador en el «Modo Cooperativo». En este caso uno controlará los gritos de la cabra mientras que el otro controlará los del humano (también con opción a micrófono). Y ya no solo dos, sino que puede haber hasta un total de 8 jugadores en el «Modo Grupo». En este modo el control del carrito se va alternando por parejas.
Aquí hasta la cabra tiene estilo
Conforme avanzamos y superamos los distintos niveles, se pueden desbloquear nuevos complementos para los personajes: gafas, gorras, gafas VR, cascos,… Los hay tanto para el humano como para la cabra, aunque hay que jugar el «Modo Cooperativo» para poder desbloquear los complementos para la cabra. También se puede cambiar el color del pelo, el color de la ropa del humano y el pelaje de la cabra.
Conclusión
Supermarket Shriek tiene algunos puntos negativos, como la exigencia de un cierto número de estrellas o algunos bugs que resultan molestos a la hora de intentar superar los distintos niveles. Sin embargo, es un juego muy divertido que se puede disfrutar tanto en solitario como en compañía. Tiene unos gráficos muy desenfadados que le vienen genial, unos detalles que enamoran y un humor que conquista.