Tanneberg es una expansión independiente del juego que ya salió en 2015 Verdún 1914-1948 que viene de la mano del estudio independiente alemán Blackmill games, experimentados ya en realizar FPS de la Primera Guerra Mundial. Al igual que Verdún, su expansión representa (o lo intenta) la histórica representación de elementos como los uniformes, el armamento o los escenarios de batalla de alemanes, búlgaros y austrohúngaros que combatirán por las Potencias Centrales.
La inmersión del juego con el sonido es lo más destacable ya que se han cuidado mucho estos elementos con lo que hemos mencionado antes, los uniformes o incluso los sonidos del campo de batalla (te recomendamos que juegues con cascos para una experiencia sonora a la altura de los juegos más grandes) con explosiones que parecen que las tienes al lado o con aviones sobrevolando tu cabeza o incluso disparos que te harán agacharte de lo real que parece su cercanía.
Los escenarios también han resultado un poco enrevesados e incluso confusos de seguir ya que usa un nivel de texturas que hace que todo se mezcle, ya sean rocas, tierra o hierba todo parece uno y en un juego donde lo importante es la visualización del enemigo no te lo ponen nada fácil. Aunque sí es cierto que a nivel representación de momentos históricos lo han hecho mucho mejor que en su jugabilidad.
El gran pilar de este juego siempre va ser el gran número de jugadores en acción que tenga en el momento, algo que se carga por completo la experiencia de juego. La IA del título es nula ya que no actua ni como un usuario medio, por lo que ni ayuda en nuestro bando ni ayuda a sumergirnos en un shooter de verdad.Tannenber podría haber sigo algo más que un suspiro y un mando abandonado en una mesa, pero ha conseguido que todo detalle y cualquier elemento positivo quede en segundo plano con un sistema de progesión que no existe.