Hace mucho tiempo que los amantes del terror pedíamos la vuelta del survival horror clásico, y este ha llegado con Tormented Souls, el cual nos recuerda en muchos de sus puntos a grandes juegos del género como Resident Evil o Silent Hill.
Una parte importante son los puzles, los cuales tiene una alta dificultad. Debemos leer bien todos los documentos para poder resolverlos, y muchos de ellos aún así son bastante complicados, pero todos cuentan con su lógica.
La jugabilidad nos recordará a los primeros survival horror, y para los más nostálgicos, si lo juegan con la cruceta tendrán el movimiento tipo «tanque», mientras que si lo jugamos con el stick podemos movernos libremente. La cámara es en tercera persona, y no tenemos posibilidad de moverla a nuestro alrededor, lo que hace que nos llevemos más de un susto.
Para poder guardar nuestra partida necesitamos tener cintas, y llegar a la máquina para poder usarla. Esto recuerda mucho a los Resident Evil, y nos gusta, aunque si mueres vuelves a la última grabación, por lo que debemos ir con cuidado. Tampoco debemos grabar partida a la ligera, ya que estas cintas son más bien escasas.
Nuestro personaje cuenta con un mechero casi desde el principio de la aventura, lo que nos ayuda a iluminarnos, ya que si está mucho tiempo a oscuras perderá el conocimiento y moriremos. Eso sí, no podemos tener el mechero y un arma a la vez, por lo que también debemos gestionarlo con mucho cuidado.
El combate es algo simple, y aunque al principio nos costará un poco acostumbrarnos a él, una vez lo hagamos los enemigos no serán un gran problema, siempre y cuando tengamos munición claro.
La banda sonora está muy acertada, aunque quizás le falta algo más de variedad. Cuenta con buenos efectos de sonido, y aunque las voces son en inglés, cuenta con subtitulos en castellano.
-Conclusión:
Tormented Souls nos lleva de vuelva a los survival horror clásicos, con una muy buena ambientación, pero que la parte de los puzles puede llegar a frustrar debido a la dificultad de algunos de ellos. Un juego perfecto para los amantes del género, y sobre todo, para los más clásicos.