La espera por Twin Mirror ha crecido en mí como la ilusión de un niño al que le compran un globo en la feria, pero ha tenido el mismo resultado: a la mañana siguiente se ha desinflado. No es algo a lo que nos tenga acostumbrados en Dontnod ni mucho menos, a la vista está grandes juegos que ha logrado crear como la maravillosa serie de Life Is Strange, con un mundo que jamás saldrá de nuestros pensamientos. Ojo, no estoy diciendo que sea una aventura horrible, pero sí que carece de todo lo que aprendimos de sus predecesores.
Se acabaron los adolescentes y nos ponemos en la piel de un adulto (así como lo hacemos con su historia) Samuel Higgs, un periodista con unas habilidades innatas para la investigación volverá de mala gana a su pueblo natal del que tuvo que huir prácticamente por problemas amorosos y con un problemón en el que vió envuelto cuando estuvo investigando unos problemas de la mina local de Basswood, en el que un artículo suyo hizo que muchos currantes se quedasen de patitas en la calle. El crecimiento del odio de los habitantes era inminente y esto hizo que no se pensara ni un segundo en dejar el pueblo, aunque se dejase atrás a su mejor amigo Nick y su hija que para nuestro protagonista, era como si fuera suya ya que su relación con ella era muy estrecha. ¿Para qué volver entonces? Pues aquí viene la trama, ya que Nick muere en un supuesto accidente de coche y hasta aquí puedo leer.
Las cosas no son fáciles en una situación así y de primeras vemos como nuestra vuelta resulta incomoda. En una especie de borrachera Samuel se da cuenta que algo en él está cambiando y que necesita investigar realmente la casusa de la muerte de su amigo, ya que sospecha que no es un simple accidente. Mediante unos pequeños puzzles y una corta búsqueda en cada escena de algunas pistas, también tendremos la oportunidad de ir al palacio mental de Samuel, un lugar que le permite reconstruir una escena para descubrir exactamente qué pasó ahí, o analizar todas las posibles opciones (bueno, siempre es una opción u otra.. no hay más).
Es un estado donde el tiempo se congela para que Sam pueda moverse con total tranquilidad por la escema donde transcurren los hechos, difuminando los elementos cruciales para un mejor análisis. Algo que al principio parece innovador pero que cae en un elemento repetitivo.También veremos lo que ocurre en la cabeza de Sam. Por una parte, es un personaje esquizofrénico, capaz de mantener conversaciones con su «otro yo», un personaje imaginario que nos da puntos de vista diferentes sobre los hechos y cómo tratar a los demás personajes, algo que parece de agredecer pero no lo resulta tanto cuando te llegas a sentir obligada a elegir lo que este ser quiere de ti.
Mi punto negativo quizá es rememorar a Max y Chloe, o a Daniel o a Sean y que me venga una sonrisa cuando recuerdo sus relaciones, lo que me hicieron llorar, las decisiones tan difíciles que te hacían tomar, la gran cantidad de buenos momentos que vivimos con otros personajes incluso secundarios y ver que Twin Mirror no ha podido conseguir ni un 1% con su nueva historia. Todo se siente rápido, e incluso podría llegar a afirmar que la personalidad mejor construida es Joan, la niña a la que lllaman «bichito» cariñosamente hablando, solo con ella he podido sentir que la historia tenía algún vinculo emocional que se queda en nada cuando hablamos con otros personajes. A este juego le ha faltado emoción y vidilla en sus escenarios, aunque gráficamente hablando estamos ante un trabajo muy bueno que a veces me ha llegado a recordar a Control e incluso Farenheit en algunas situaciones.
Si tuviera que recomendar el juego lo haría pero con un amplio abanico de contras, entre ellos su corta duración, quizá incluso si hubiera durado más se profundizaria en las relaciones, pero no ha sido así. Quizá es mi decepción del año, y solo espero que esta sea la piedra en el camino que ayudará a traer las buenas obras a la que nos tiene acostumbrados este maravilloso estudio.
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Análisis de Twin Mirror
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