ANÁLISIS VISIONS OF MANA EN PS5
Reconozco que, en lo personal, estaba bastante desconectado de la saga Mana. Si bien no ha sido sólo culpa mía ya que la ausencia de lanzamientos nuevos en occidente ha sido frustrante durante muchos años hemos ido recibiendo varios remasters/remakes de juegos anteriormente lanzados o en otras regiones o en otros años. De hecho, la espera por un juego nuevo ha sido larga, ya que desde el 2007 que no recibimos un lanzamiento que nos contara algo nuevo.
Ahora, desde el pasado 29 de agosto, está ya disponible en PC, PlayStation y Xbox Visions of Mana, el juego que recupera la saga del casi-olvido y nos trae una aventura totalmente nueva, sin dejar de tener ese aire “familiar” a pesar de ser una historia y unos protagonistas nuevos. Y antes de entrar en materia propiamente, he de confesar que en el momento de redactar este análisis tengo un sabor agridulce. Dulce porque estamos ante un muy buen juego pero agrio porque pocos días después del lanzamiento (casi sin esperar a ver como funcionaba el juego en ventas y en críticas), el estudio responsable de esta obra sufría varios despidos por parte de sus propietarios NetEase.
HISTORIA
A nivel de historia, ésta siempre es una parte muy importante en todo juego de la saga. En esta ocasión, el peso del protagonismo recae en Val, que será el Custodio. Dicha figura consiste en guiar y llevar a los 7 exvotos designados por un hada que, cada cierto tiempo, requiere ese sacrificio por el bien y la estabilidad del mundo de Mana. A pesar de poder creer que eso es un “papelón”, para los protagonistas del juego, es toda una responsabilidad y un motivo de orgullo.
Así pues, Val, junto a su amiga Hina (la exvoto de Fuego), emprenden un viaje hacia el árbol de Mana. Un viaje en el que deben cumplir su misión y su papel designado en la vida. A partir de ahí, como suele ocurrir en todo JRPG, emprenderemos un inmenso viaje que abarca multitud de sitios y nuevos personajes con los que nos toparemos y que se unirán a nuestra expedición.
He de decir que la historia, de inicio, puede parecer algo simple e infantil. Pero poco a poco, va madurando con el tiempo y se torna más adulta y más profunda. Si bien es cierto que tendremos algún giro de guion algo inesperado, tampoco faltarán los clichés de este tipo de juego.
En definitiva, la historia te va atrapando poco a poco y va haciendo que cada vez cojas más cariño a sus protagonistas, gracias a una buena construcción de caracteres y de personalidades que, como la historia, algunas son más clichés pero otras resultan más ricas.
JUGABILIDAD
En lo jugable, se combinará la exploración y el combate en entornos abiertos con mazmorras más cerradas y las visitas a pueblos/ciudades en las que, como no, comerciar y hablar con los demás personajes. Hasta ahí, pocas novedades y seguimos dentro de los cánones de los JRPG de acción. Pero como siempre, donde se intenta dar una “vuelta” más es en lo referente al combate, que creo que es el aspecto más reseñable y el que sustenta casi toda la jugabilidad.
Aunque tengamos zonas que explorar, cofres y objetos que encontrar, lo que más haremos será combatir y será el núcleo central de la jugabilidad. En este combate, que será en tiempo real, podremos cambiar entre los distintos miembros de nuestro grupo en cualquier momento. Contaremos con objetos mágicos, las llamadas reliquias, con las que puedes hacer más poderosos a tus personajes con poderes elementales. Éstos juegan un papel importante en los combates y lo más importante es que puedes equipar a cada uno de tus personajes con cualquier reliquia.
Además, cada uno de estos objetos tiene un efecto diferente (la importancia del buff y debuff es mucha) y desbloquea una nueva clase de personaje. Con este aspecto se refuerce el aspecto táctico del juego y, de paso, te invita a probar nuevas estrategias.
Donde más brilla este combate y donde sí o sí que tendrás que ser algo más estratega es en las batallas contra los jefes, donde sólo por la majestuosidad de los mismo requerirá ese “plus” de esfuerzo que quizás los demás enemigos no te pedirán.
Quizás lo que menos nos ha gustado ha sido la cámara en ocasiones, proporcionando algún punto de vista “ciego” en el que perdíamos el control visual del combate. Además, el uso de objetos no es del todo cómodo en según que ocasiones.
Pero en definitiva, estamos ante un combate que nos ha gustado bastante y que apuesta por la variedad en la estrategia y la combinación de habilidades y personajes, pudiendo hacerlo casi a tu gusto.
ASPECTO AUDIOVISUAL Y RENDIMIENTO
En cuanto al diseño de los personajes y, en general, el mundo de Visions of Mana, he de decir que su tono cel-shading resulta muy agradable a la vista. Eso sí, quizás lo ”pague” aportando ese toque más naif que otro aventura de otro calado tendría. El estilo gráfico entiendo que quiere servir de contrapunto a los tonos oscuros de otros competidores como Final Fantasy.
La música si que brilla con luz propia y se nota la calidad que hay detrás gracias a sus compositores, gente con muchos años de experiencia.
Donde si tengo algo más de quejas es en el apartado técnico. En la versión jugada (PS5), puedes escoger entre los ya clásicos modos rendimiento (prioriza los FPS antes que la calidad) y calidad (se reduce la tasa de frames para ofrecer más detalle gráfico). Al ser un juego de acción, nos hemos decantado por el modo rendimiento. Pero aún así hemos sufrido algo de popping y caídas puntuales de frames.
CONCLUSIONES
Visions of Mana es el regreso tras muchos años de sequía en la saga. Y podemos afirmar que quien vuelva a su precioso mundo no se sentirá defraudado. Con una historia que quizás empiece algo floja pero que poco a poco se torna más grande, un combate variado y flexible y un precioso arte gráfico, el juego se convierte en uno de los mejores JRPG de acción del año. Sólo tenemos que esperar y rezar que no pasen otros 17 años para poder volver a su precioso mundo que te atrapará por un buen puñado de horas.
PUNTOS FUERTES:
- Su combate es ameno y brilla especialmente en los jefes
- Su estilo gráfico resulta cautivador
PUNTOS DÉBILES:
- Algún fallo de rendimiento
- Quizás la historia empieza algo floja y en ocasiones se siente trivial
