Thomas Hobbes apuntaba en su análisis social El Leviatán la famosa frase «El hombre es un lobo para el hombre» (en latín, homo homini lupus). Con ella quería referirse a que la humanidad en estado de naturaleza era capaz de cometer los actos más atroces contra sus semejantes y sólo juntos en sociedad se podría vivir en paz. Una frase que representa la idea contraria es la del pensador Rousseau «el hombre es bueno por naturaleza» y es en sociedad cuando se corrompe.
Estas ideas las podemos encontrar claramente en Werewolf: The Apocalypse – Earthblood. De la mano de Cyanide y Nacon nos llega un videojuego de rol y acción basado en el universo Mundo de Tinieblas y su popular juego de rol Werewolf: The Apocalypse. El espíritu salvaje, la traición y la venganza predominan en este título lleno de mucha acción. Usa tus colmillos y garras con ira para defender a tu clan del mal que nos acecha.
Nos encontramos en el mundo de Gaia regido por tres grandes fuerzas: El Kaos (Wyld), La Tejedora (Weaver) y El Wyrm. La primera fuerza, Kaos, se encarga de crear, la Tejedora pone en orden este caos y el Wyrd se encarga de destruirlo todo para dar paso a las nuevas generaciones. Esta última entidad se ha corrompido, llenándose de malicia y odio y uniéndose a los humanos para devastar el mundo de Gaia. Hay que defender a la madre naturaleza antes de que sea tarde y aquí entran en juego los hombres lobo, quien deben pararle los pies a quienes lo están destruyendo todo.
En Werewolf: The Apocalypse – Earthblood encarnamos a Cahal, un licántropo que tras perder los estribos en un ataque de ira, que le costó la vida a su compañero, tiene abandonar su tribu y exiliarse. Endron, una compañía energética militarizada está poniendo en grave peligro la vieja tribu, por lo que nuestro protagonista tendrá que regresar y redimirse si quiere salvar a su familia.
El juego tiene una trama curiosa: una tribu ecoterrorista de Garou, u hombres lobo, se enfrentan ante las despiadadas multinacionales que azotan y destrozan el mundo para su propio beneficio. Aunque a priorí parezca un argumento muy loco, tiene todo el sentido en este universo. Estas bestias son las que ha elegido la madre naturaleza como si fuera una respuesta desesperada; una respuesta que mide 2 metros y es capaz de partir a cualquiera en dos con sus garras. Es un poco poético que Gaia haya escogido a estos lobos para pararle los pies a la humanidad.
Para conocer más sobre la historia, podemos leer informes repartidos por los mapas y hablar con los personajes que encontremos. Muchos de estos diálogos ofrecen vías de conversaciones alternativas en la que a través de una rueda podemos elegir nuestra respuesta. Aunque no está muy claro que las decisiones que tomemos afecten al desarrollo de la historia, sí hay un momento que nuestra decisión dividirá el camino de nuestro personaje.
Con esta premisa encontramos un título con una jugabilidad bastante frenética en los combates y una sutil pausa en sus momentos de infiltración haciendo uso del sigilo. Durante el juego podemos alternar entre tres modos distintos de juego:
- El modo humano. Es la forma habitual de Cahal con la que podremos interactuar con los demás NPC’s, hackear dispositivos, cámaras y torretas, además de poder hacer uso de una ballesta para encargarnos de los enemigos sigilosamente.
- El modo lobo. Una forma en cuatro patas con la que podremos movernos e infiltranos mucho más facilmente. Los mapas del juego constan de conductos de ventilación donde sólo podremos acceder en esta forma
- El modo Crinos. Basicamente se trata de su forma de bestia hombre lobo. Solo estará disponible en los combates y con ella podremos hacer frente a los numerosos enemigos.
Como buen heredero de un juego de rol, encontraremos un pequeño árbol de habilidades con el que poder desbloquear algunos poderes, lo que nos hará elegir sabiamente en qué gastar los puntos de habilidad que vamos ganando. Hay algunas habilidades más interesantes que otras, que nos darán mucha ventaja en los combates y sobre todo a la hora de jugar en la dificultad más elevada, la cual supone todo un desafío.
El combate es el punto fuerte del juego. Como si de un hack and slash se tratara, debemos usar nuestra fuerza bruta para acabar con los enemigos. La brutalidad acompañado de los litros de sangre que se riegan hacen que los combates se disfruten bastante. Al estar en el modo Crinos, hombre lobo, podemos optar por dos modos de ataque: Ágil, y Mole.
El primero como el nombre indica, la bestia se mueve mucho más rápido y acumula antes la barra de energia con la que ejecutar las habilidades. El modo Mole hace que nos movamos más lentamente pero los ataques que asesta son devastadores. Lo mejor es que pasar de un modo a otro es tan fácil como pulsar un botón, aportando bastante dinamismo a los combates. Cuando vamos acabando con los enemigos, generamos ira con la que podemos activar el modo frenesí al rellenar su propia barra y convertirnos un una autentica máquina de matar.
También hay distintos tipos de enemigos, unos más difíciles de derrotar que otros, por lo que tendremos que alternar entre el modo Mole o Ágil constantemente. A mitad de juego descubrimos más tipos de enemigos que aporta frescura cuando ya te acostumbrabas a luchar contra los mismos tipos de personajes todo el tiempo. Aún así, los mejores combates siempre serán de hombre lobo a hombre lobo, donde requerirá lo mejor de nuestros reflejos y precisiones con los botones que apretamos.
Por otro lado, Werewolf: The Apocalypse – Earthblood no va a destacar por su aspecto visual. La calidad gráfica del título no es impresionante como los juegos actuales de PlayStation 5 pero tampoco está muy desfasada y cumplen para contarnos una historia de manera decente. Con la banda sonora parece ocurrir lo mismo hasta que llegamos a los combates, donde el rock y el metal nos acompañan de una manera sublime de fondo mientras desmembramos a los enemigos.
El juego se encuentra bastante bien optimizado para PS5 excepto por la parte del mando Dualsense, ya que no aprovecha sus funciones hápticas. Aún así, los tiempos de carga son literalmente ridículos, un gran puntazo, sobre todo si se juega en máxima dificultad y nos derrotan, y la fluidez se consigue con una estabilidad de 60 fps.
Aunque la parte frenética del juego es bastante divertida, también hay que señalar algunos aspectos que podrían mejorar. La IA de los enemigos no está muy bien definida, sobre todo en las partes de infiltración. Muchas veces la infiltración con sigilo es un fracaso porque alguien nos pilla desde muy lejos, o todo lo contrario, no nos ven estando a su lado. También, muchas veces repetir el mismo proceso de infiltrarse en una sala y cargarnos a todos, aunque está ejecutado de manera divertida, puede llegar a ser repetitivo. Además, teniendo la posibilidad de hacer una nueva vuelta para elegir el otro final alternativo, no se incita a la rejugabilidad con una partida nueva +. Este último sería un puntazo porque cuesta bastante conseguir puntos para el árbol de habilidades, y así, disfrutar el 100% de la experiencia.
Aún así, es un título bastante disfrutable, sobre todo si te gustan los rpg de acción y . Werewolf: The Apocalypse – Earthblood es una propuesta con un valor diferencial: no hay muchos juegos en los que encarnemos a un hombre lobo y que el resultado sea tan bestial y satisfactorio. Además abren la puerta a un universo muy completo como el de Mundo de Tinieblas donde pueden surgir buenas historias que contar, y esta es una de ellas.
