No sabemos cuál es más importante o fuerte: si el amor fraternal o el paternal. En cualquier caso, ambos juegan un papel fundamental en Wolfenstein Youngblood: por un lado tenemos que rescatar a nuestro querido padre que ha sido secuestrado y está siendo brutalmente torturado (bueno, eso no nos lo dicen) por nuestros archienemigos nazis y, por otro lado, lo haremos junto a nuestra hermana gemela, o lo que es lo mismo, nuestro amigo por medio del juego en línea. En Machine Games ya aclararon que este juego se trata de un spin-off y no de un juego principal de la saga, pero eso no descarta la posibilidad de que sea un buen título. ¿Quieres saber si realmente funciona y mola el jugar en cooperativo a un Wolfenstein? ¡Sigue leyendo este análisis de Wolfenstein: Youngblood!
Historia
Todo buen fan de los últimos juegos de esta franquicia debe saber que esta saga nos pone en la hipotética situación de que la Alemania nazi hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial, y también debe conocer al tipo que mató al mismo Hitler, y se trata de B. J. Blazkowicz, mucho mejor conocido como Blazko. Era el terror de los enemigos, pero en este spin-off pasa a estar en paradero desconocido. Casualmente, tiene dos hijas gemelas, Sophie y Jessie Blazkowicz, y estas salen a una edad bastante fresca en busca de su padre junto a su amiga Anna Walker, la cuál se quedará en la base de operaciones chivándonos interesantes movimientos de los nazis. Nosotros decidiremos encarnar a una de las hermanas pero iremos junto a nuestra gemela en nuestra aventura. Realmente, la historia es bastante simple y no goza de gran profundidad.
Hablamos de dos personajes adolescentes y alocadas que les da igual estar en medio de una guerra contra tropecientos nazis. En gran parte de las cinemátias o en la mayoría de sus conversaciones frecuentes durante las misiones están de cachondeo y disfrutando de cómo les vuelan la cabeza a los nazis. Podríamos decir que la historia tiene un fuerte componente de humor gracias a las encantadoras hermanas Blazkowicz.
Jugabilidad
Por un lado hay poco de qué hablar en cuanto a la jugabilidad, pero por otro lado es la baza principal de este juego y tiene importantísimas novedades. Hablamos de pocas novedades en cuanto a gameplay general. Los que habéis jugado a los últimos grandes títulos de Wolfenstein, sentiréis el movimiento muy familiar. Los que no habéis jugado: se trata de combate frenético a más no poder. Podemos eliminar a los enemigos en sigilo con cuchillo y nuestra habilidad de invisibilidad nos ayudará a hacerlo. Pero en cuanto nos vean, sea por accidente o a cosa hecha, nos enfrentaremos a oleadas de enemigos muy variados. Nos movemos de forma muy rápida, tenemos a nuestra disposición una buena variedad de armas, doble salto, habilidades que ayudan a que el combate sea más frenético…
Pero bueno, vamos a hacer mas hincapié en las novedades. Lo principal: estamos ante el primer Wolfenstein cooperativo para dos jugadores. Nosotros escogeremos a una de las hermanas al principio, ambas tienen acceso a las mismas habilidades y armas, de modo que solo basáis vuestra elección en si os gusta más la rubia o la morena. Eso sí, después no podrás cambiar a no ser que empieces una nueva partida. En cualquier caso, realizaréis todas las misiones junto a vuestra hermana, que será otro jugador a no ser que juguéis sin conexión. El cooperativo es fundamental para gran parte de las acciones, no solo para el combate. El sistema de vidas funciona por vidas compartidas, es decir, vidas que se irán gastando si una de las gemelas muere, pero no se reinicia la misión hasta perder todas las vidas. Dije que el cooperativo es fundamental debido a que solo conseguimos vidas compartidas abriendo cajas que necesitan a ambos jugadores accionándola a la vez. Y aquí es donde viene lo que se podría considerar el primer punto negativo del juego: si no juegas con amigos, es casi mejor jugar sin conexión. Las localizaciones suelen ser lugares muy abiertos, y si juegas con un desconocido con el cuál no tienes comunicación, es 99% seguro que os disperséis y la mayoría de las acciones que necesitan a ambos no podréis realizarlas. Otro ejemplo es que cuando quieres viajar a otra localización, enviarás una «petición» que tu compañero debe aceptar… y es muy probable que no acepte dado que se irá por ahí explorar o lo que quiera que haga. Ahora bien, con el Buddy Pass que Bethesda ofrece (es decir, que puedes invitar a jugar a alguien que no tenga el juego), es bastante fácil jugar con otro amigo y ese cooperativo entre colegas sí que es muy pero que muy divertido.
Otras novedades en cuanto a gameplay son por ejemplo los niveles de los enemigos. Los enemigos con mayor nivel tendrán armaduras, y lo curioso (y positivo) es que, según el tipo de armadura, un tipo de arma concreto será más efectivo contra ella. Esto evita que hagas el campero con la misma metralleta durante toda la misión. Las ejecuciones cuerpo a cuerpo que podemos realizar cuando ya nos hemos cargado sus armaduras también son espectaculares, realizando acciones únicas según el tipo de enemigo, usando sus propias armas en su contra.
En las catacumbas de París, que es nuestra base de operaciones, podremos aceptar misiones y encargos de los miembros de la Resistencia. Hay una buena cantidad de misiones, algunas bastante difíciles y que solo podremos hacerlas cuando subamos de nivel. Subir de nivel nos sirve para obtener puntos de habilidad que hace que tengamos a nuestra disposición nuevas habilidades o mejoras para el personaje (mayor vida o escudo, poder abatir sigilosamente a enemigos más poderosos, empuñar dos armas a una mano a la vez, etc). Por otro lado, también podemos obtener monedas de plata que encontraremos en algunas cajas, repartidas por las localizaciones y los nazis que matemos las dejarán caer. Éstas sirven para comprar accesorios para nuestras armas (miras, cargadores, silenciadores, etc).
Gráficos
Los Wolfenstein suelen tener bastante potencia gráfica, y este juego no iba a ser menos. Es cierto que siguen sin convencerme los rostros, pero cómo se ven los escenarios, las armas, la iluminación y, sobre todo, las animaciones, son sencillamente espectaculares. Todas las zonas a las que tenemos acceso están muy cuidadas y detalladas, cargadas con muchos elementos que añaden riqueza a los escenarios, etc. Hay que admitir que cuando te acercas mucho a las paredes o a objetos, se ven claramente esos píxeles en las texuras, pero en un juego como éste en el que te las gastas dando dobles saltos, carreras y pegando tiros como un condenado sin parar, se ve espectacular.
Sonido
Al margen de la jugabilidad, quizá estemos hablando del aspecto que más me ha gustado del juego. Sobre todo los efectos están muy cuidados, el sonido de las armas al disparar, las recargas, los soldados enemigos hablando, incluso el doblaje al castellano está bastante decente. El sonido de los pasos también es impecable, el sonido ambiente… Todo esto ayuda a que, si juegas con cascos, crea una genial inmersión.
Conclusión
A modo de conclusión, hay que aclarar un par de cosas. La primera es que, quizá sea un poco peor en cuanto a calidad con respecto a los últimos Wolfenstein. El equipo de MachineGames, como dijimos antes, ya avisó que se trataba de un spin-off que saldría a precio reducido y que contaban con menos tiempo para su desarrollo. A pesar de ello, no nos hemos encontrado con prácticamente ningún bug, el gameplay se siente tan genial como los otros juegos, o incluso mejor si tenemos en cuenta las novedades, y el cooperativo es genial. Cojea en cómo se desenvuelve este aspecto con personas desconocidas, pero si tienes un amigo con quien echar unas partidas te lo vas a pasar de lujo de forma asegurada. Podemos decir que sí, el cooperativo funciona (casi) a la perfección en Wolfenstein Youngblood.