Xenon Racer es un título que llega de la mano de Soedesco y 3DClouds a consolas, nosotros lo hemos analizado en una Playstation 4. Cuya principal premisa radicaen llevarnos a un futuro cercano donde la federación automovilística suspende las carreras para facilitar la transición a los coches voladores. Aprovechando el vacío, los grandes fabricantes de coches híbridos montan un campeonato clandestino para pilotos novatos en ciudades de todo el mundo. Ambientado en ciudades como Tokio y Dubai nuestro objetivo será ganar todas las carreras posibles del campeonato para convertirnos en el mejor piloto sobre la pista.
Jugabilidad
El punto de partida de Xenon Racer es tan sencillo que nos limitamos a participar en carreras de ocho pilotos que deberán demostrar su audacia tratando de alcanzar la línea de meta en primera posición. Para facilitar dicha tarea el juego propone que vayamos derrapando a lo largo de la carrera para ir rellenando una barra de turbo, llamada ERS, que resulta fundamental para conseguir aventajar al resto de los contrincantes. Dicha barra cuenta con tres niveles que nos permiten que tengamos el turbo durante mucho más tiempo.
Apartado gráfico
El motor gráfico usado ha sido Unreal Engine, que se desenvuelve a la perfección en Xenon Racer. Además de que gráficamente cuenta con unos niveles de detalle fantásticos a la altura de pocos títulos de coches. Dicho motor ha permitido que los desarrolladores hayan tenido en cuenta los escenarios y las pistas, con una gran variedad de colores para ambientar las carreras en ese mundo futurista de 2030. Los coches son variados y con la existencia de un garaje que nos permite tunear nuestro bólido a nuestro gusto. Pero lo más impactante es la sensación de velocidad que nos depara cada carrera, con los múltiples efectos sonoros y de viento, que nos trasladan a la pista como si fuéramos nosotros los auténticos pilotos. El control es sencillo, y funciona a las mil maravillas a pesar de la velocidad con que se mueve todo en pantalla.
Modos de juego
Para continuar, el número de modos de juego que alberga es más que estimable. Xenon Racer cuenta con al menos tres modos de juego; Xenon Racing Championship (lo más parecido al modo historia con el campeonato de por medio), multijugador a dobles a pantalla partida, Partida Rápida o Ventaja. Además de un modo online que favorece la experiencia jugable, con la posibilidad de contar con la participación de hasta 8 jugadores. Cierto es que durante las horas a las que he jugado siempre echaba en falta una mayor variedad de circuitos para pisarle a fondo. Pero en su contrapartida la cantidad de coches disponibles es infinita a mi modo de ver, con su correspondiente personalización, un aspecto que le otorga muchas más horas de las que queramos dedicarle en un inicio
Aspecto técnico
Con respecto al aspecto técnico, hemos de decir que los controles son totalmente arcade y bastante sencillos de memorizar. Esto no quiere decir que vayamos a ganar de manera holgada constantemente, ni mucho menos. El problema que nos presenta Xenon Racer, es que cuenta con una inteligencia artificial bastante sencilla y a la par que extraña en ciertas situaciones. En bastantes ocasiones me ha pasado ir ganando una carrera cómodamente durante las dos primeras vueltas, y acabar casi o en última posición al final de la tercera y definitiva. No es que sea malo jugando, pero da la sensación de que el hándicap del propio juego está mal ajustado. Porque de repente le sacas 1000 metros al segundo rival y en menos de 10 segundos ya está detrás de ti, pegado en la cola. Algo extraño y frustrante que te obliga a gastar Exps en mejorar tu carro. Aunque en ocasiones ocurre a la inversa, porque vamos mal posicionados y parece que los rivales nos esperan, hecho que tampoco ayuda en nada a la jugabilidad, y que le resta interés a los modos offline.
Conclusión
Los amantes de los juegos de coches y de la velocidad están de suerte, porque Xenon Racer acaba de llegar al mercado y fusiona ambas ideas. Además de estar ambientado en un mundo futurista, con una gran cantidad de coches para hacernos con el campeonato. Estamos ante un juego vistoso a nivel visual, pero que carece de una IA que nos ponga las cosas difíciles. Desajustada y descompensada que reduce bastante la diversión en la multitud de horas que le podemos echar jugando.