No sabéis la ilusión que me hizo recibir el Destiny 2: Beyong Light Deluxe Edition para analizar su nueva temporada. Soy una gran fan de este juego, de hecho es el videojuego en el que he pasado más horas jugando online, y las que quedan. Ha sido el culpable, muchos meses, de que no jugara a nada más para estar horas y horas en mi PlayStation 4 disfrutando de todo lo que ofrecía. Fangirleos a parte, vamos a analizar Análisis Destiny 2: El Simbionte, que nos llega de la mano de Bungie.
Pese al retraso de la temporada La Reina Bruja, que llegará a principios de 2022, el pasado 11 de mayo se estrenó la Temporada del Simbionte, que se prolongará hasta el 24 de agosto. Con un calendario lleno de nuevas actividades, desafíos y nuevos equipamientos.
Destiny 2: Más Allá de la Luz nos trae, en esta nueva temporada, nuevas historias, nuevos desafíos y nuevos personajes. Es el turno de los últimos Simbiontes Sagrados que quedan. Después de que los Vex dejaran a la Última Ciudad en una noche interminable, se convierten en la mayor amenaza y hablaremos con Mithrax, un personaje que ya vimos en alguna misión durante la aventura Hora Cero. Él es uno de los pocos Simbiontes que quedan, y como Simbionte puede plantar cara a los Vex, pero va a necesitar nuestra ayuda para ello.
Una de las novedades de esta temporada es el Guantelete del Simbionte. Objeto con el que tendremos que interactuar para mejorarlo. Funciona con Éter, y lo conseguiremos realizando eventos públicos y diferentes actividades como asaltos, sectores perdidos, etc… El sistema es un tanto similar al del martillo de la temporada anterior. También podremos comprar mejoras para modificarlo. Estas mejoras nos ayudarán, otorgando ventajas, en las actividades que estén relacionadas con la temporada de El Simbionte y la Red Vex. Gracias a él podremos utilizar nuevas plataformas, reducir el daño de algunos objetos del entorno o enemigos, nos permitirá abrir cofres. Siguiendo la senda de este guantelete llegaremos a conocer al Sirviente Simbionte, que nos entregará el Cubo Paradrómico, el artefacto de temporada.
Vamos a ir al grano, a lo que todo fan de Destiny quiere saber, y una de las mejores noticias: las armas. En esta temporada hay más de 30 armas nuevas, comparada con la anterior que fueron 16. Entre ellas se encuentran un lanzagranadas de la Vanguardia, un subfusil de Gámbito y un cañón de mano. Y si dispones del pase de temporada obtendrás la Crioestesia 77k, una increíble pistola con estasis como daño elemental. Además de nuevas armas de Ocaso, extraídas de Destiny 1, y es que vuelve la Cámara de Cristal, la primera incursión de la historia de este gran título.
Una de las cosas que más me han gustado de esta temporada es la Síntesis de Armaduras. Esta es una nueva opción de personalización para modificar el aspecto de lo que llevamos equipado. Es algo muy típico de los juegos de Rol y por fin ha llegado a Destiny, pudiendo así vestir a nuestro Guardián o Guardiana como más nos guste. Si tenemos una pieza de armadura que antes no usábamos porque era muy potente pero poco estética, ahora la podremos modificar para ponerla a nuestro gusto y vestir a la última moda en el mundo de Destiny.
Bungie está mejorando mucho argumentalmente en cada temporada nueva que nos presenta. Y estamos hablando, quizás, de una de las mejores temporadas que tiene Destiny 2 en cuanto a historia. Los caídos se han humanizado y son aliados, y tenemos muchos datos nuevos sobre su cultura e historia para conocer mejor el transfondo que tienen.
En conclusión: estamos ante la mejor temporada de Destiny 2, en mi opinión incluso mejor que Más Allá de la Luz. Es muy ambiciosa, tiene muchísima historia nueva, armas, personajes increíbles y el argumento es de lo mejor. Tengo que ponerle una pega, y es que en la Síntesis sólo nos deja modificar 10 armaduras en esta temporada. Pero eso es un pequeño detalle con todo lo bueno que nos aporta. Temporada recomendadísima.