Dredge pone sobre la mesa una aventura cuya experiencia gira en torno a la pesca y al terror. Si pensamos en la pesca probablemente nos vengan a la mente decenas de minijuegos que se han incluido en otros títulos de mayor bagaje. Si, hay títulos que incluyen la pesca como elemento central, pero no suele ser ni mucho menos la norma habitual. Y es muy difícil en ese sentido innovar con un deporte a priori tan monótono y predecible como pueda ser la pesca. ¿Pero y si le añadimos una capa de terror y locura? Es ahí donde Dredge sobresale y consigue proporcionar algo nuevo a los jugadores.
Un nuevo pescador desembarca en el pueblo
Black Salt Games nos pone en la piel de un pescador que llega a un archipiéalago desconocido cuyas aguas albergan muchos misterios y horrores. Llegaremos al pequeño pueblo isla de Vértebra Mayor y nos daremos cuenta de que la mayoría de sus habitantes requieren de nuestros servicios. Llegaremos a ese lugar de rebote debido a un naufragio pero se nos recibirá con los brazos abiertos.
Su alcalde nos ofrece un nuevo barco (el nuestro ha quedado siniestro total) y un préstamo que deberemos ir devolviendo poco a poco (parece que los alcaldes toman cada vez más nota de lo que hace su homónimo en Animal Crossing). La única condición que nos pone es sencilla a la par que intrigante: no surcar los mares de noche, volver siempre al pueblo para ver amanecer otro día. ¿Seremos capaces de cumplir esa promesa o nos podrá la curiosidad?
Encarnaremos a un pescador sin nombre ni historia y forjaremos nuestra propia personalidad a base de nuestras propias acciones y dependiendo de las opciones de diálogo que vayamos seleccionando en las conversaciones con el resto de habitantes de la isla.
Pesca con ambición y precaución
La jugabilidad de Dredge se centra fundamentalmente en la pesca. Podremos surcar los mares cercanos a la isla mientras manejamos nuestro barco con total libertad. Pero no todo será pescar, ya que también podremos visitar la isla y hablar con sus habitantes para recibir nuevas misiones y comerciar con todo aquello que vayamos pescando. La mayor parte del tiempo la pasaremos navegando y empezaremos con un barco realmente pequeño. Sin embargo, conforme avancemos en la aventura le iremos dando personalidad a nuestro medio de transporte y sustento y tendremos acceso a mejorar como nuevas luces o piezas.
Pescar será el punto más importante de Dredge, ya que será el pescado el material con el que podremos comerciar en la isla. Para la pesca se ha introducido un minijuego consistente en pulsar un botón en determinado momento en varias ocasiones. Tendremos un indicador con zonas verdes en las que tendremos que pulsar y el rango de reacción será cada vez más pequeño en función de la recompensa que podremos recoger con ese anzuelo. Cada vez la pesca será diferente y el patrón no será exactamente igual para todo tipo de peces o zonas.
La gestión del inventario en Dredge va introduciendo ciertos elementos del terror y el survival horror. Y es que su sistema de inventario es calcado al de los Resident Evil, ocupando cada pez u objeto un determinado espacio que se agrupa en casillas. Por lo tanto gestionar ese inventario será una especie de puzzle en el que tendremos que decidir qué objetos tienen más valor para nosotros, incluyéndose dentro de ese espacio todos los accesorios para el barco y pesca como el motor o las cañas de pescar.
Pero el verdadero giro de tuerca en la jugabilidad de Dredge llega cuando cae la noche. Y es que, pese a que el alcalde nos haya advertido sobre los peligros de dejar la isla cuando cae el sol, nuestra curiosidad será más fuerte que el peligro, o simplemente se nos hará tarde pescando y no nos dará tiempo a volver.
A medida que avance la noche se tornará una gran niebla sobre los mares y aparecerán rocas con las que chocaremos con facilidad. También tendremos encuentros esporádicos con monstuos que tratarán de dañar nuestro barco y podremos volvernos locos al imaginar todas esas visiones que podrán ser o no ciertas pero que ya se habrán implantado en nuestra cabeza.
Gráficamente atractivo e inmersivo en su banda sonora
El juego apuesta por una alternancia entre el 2D y el 3D, en la isla veremos sobretodo modelados en 2D de los personajes y en las salidas a mar abierto sí se apostará por el modelaje 3D. El juego cuenta con un apartado gráfico cartoon dibujado que hace muy buen uso de los colores para conferirle a la propuesta un tono tétrico cuando lo requiere.
El juego nos llega traducido al español y sus efectos de sonido y melodías cumplen sin ser su punto más fuerte. Sin embargo si que favorecen la inmersión en su propuesta lovecraftiana y nos harán vivir momentos de verdadera tensión y terror. Dredge entra por los ojos y oídos, pero sobretodo convence por su variada jugabilidad y por su sorpresiva narrativa que se nos irá proporcionanado en pequeñas píldoras.
Conclusiones finales
Dredge es un videojuego que consigue innovar en un género tan poco explorado como el de la pesca. Su narrativa propia del mismísimo Lovecraft va introduciendo elementos de terror que harán de de este título una de las grandes sorpresas indies de lo que llevamos de este 2023. Definitivamente no hay otro título igual en el mercado y eso es siempre un punto positivo.
Puntos positivos
- Ambientación y elementos de terror que sorprenden
- Gameplay variado que no llega a cansar
- Su apartado artístico es sobresaliente
Puntos negativos
- La narrativa se desgrana poco a poco
- El apartado sonoro no destaca