ANÁLISIS DYNASTY WARRIORS ORIGINS – A LO LARGO DE ESTE ANÁLISIS DESGRANAREMOS UN JUEGO CANDIDATO A TODO ESTE AÑO
La mayoría de veces, los videojuegos nos transportan a una época, un lugar, un momento de nuestras vidas o, simplemente parecen hacer magia en nuestros corazones y engancharnos de por vida. En este análisis, me vais a permitir hablar de una manera mucho más personal. No todos los juegos consiguen provocar lo que éste me ha provocado y embaucado. Hablaremos largo y tendido de Dynasty Warriors: Origins, un título que llega para darle una vuelta de tuerca a la saga y volverla a poner en el punto que se merece.
Como os he dicho anteriormente, hablaré en una primera persona mucho más marcada. Así, os confesaré que esta era mi primera aventura de la saga, aunque conocía y había desgranado otros muchos títulos de la misma, nunca me había adentrado en una por cuenta propia. Os he de decir que he quedado fascinado, es una obra de culto. Hacía mucho tiempo que no encontraba una aventura que tuviera una gran jugabilidad, una mejor historia y sobre todo, unos personajes que se te quedarán para siempre en la retina.
Nunca antes se había contado una historia similar con el cariño que esta tiene
Dynasty Warriors Origins no cuenta una historia inédita ni para nada única. Nos hablará de una leyenda que todos habremos escuchado alguna que otra vez si no ha interesado la historia de China. El Romance de los Tres Reinos, una novela que nos sitúa en los turbulentos años del final de la dinastía Han y el comienzo de estos. Esta historia suele ser la primera idea que nos representan en los juegos de origen chino, sin embargo, el tacto y el cariño que tiene Dynasty Warriors Origins no tiene parangón. Estaremos en la piel de quién queramos ser, o bien, creemos que estamos.
¿Por qué digo esto? Pues bien, comenzaremos la aventura en la piel de un guerrero que se despierta justo después de ver cómo su aldea está en llamas y carbonizada por completo tras un asedio. Sin embargo, no recordaremos nada, no sabremos como nos llamamos, qué somos y ni siquiera cuál la razón por la que estábamos en ese lugar. De esta manera, nuestro personaje tendrá que descubrir cuál es su pasado y, sobre todo, descubrir cuál es su misión en un momento histórico en el que la inestabilidad reinada sobre el lugar.
Más tarde, descubriremos que nos llamamos Ziluan y que somos un Guardián de la Paz. El lugar en el que estábamos era el hogar de este «clan», por llamarlo de alguna manera, y que nuestra misión en la Tierra es la de proteger a los ciudadanos de cualquier mal que le aceche. Así, desvelamos que somos guerreros sin ambición y sin propósitos más allá que el de salvaguardar a nuestra tierra, por lo que somos el ser más temido para todos aquellos ambiciosos que, bajo la naturaleza humana desean más poder.
Por ende, nuestro papel en el desenlace de esta historia será casi primordial. Comenzando con el alzamiento de los Turbantes Amarillos, tendremos que ir atravesando la aventura para llegar al punto final y, por desgracia, de esta historia. Pero entremedias existirá de todo: romances, traiciones, alzamientos y pasión. Una pasión que ha llevado al estudio ha regalarnos una obra de arte que espero que ustedes, al igual que yo, le deis una oportunidad.
Más grande, más frenético y mucho más divertido
Y si la historia no os ha terminado de embaucar, no os preocupéis, la jugabilidad hablará por sí sola para haceros cambiar de opinión. Si os habéis adentrado en las anteriores entregas, algo que hice a posteriori para cerciorarme de los cambios y novedades, sabréis que el género Musou se caracteriza por luchar contra innumerables enemigos con la fuerza de nuestros aliados y nosotros mismos. Batallas apoteósicas que hacen que disfrutemos casi de una película y que pensemos realmente que somos auténticos soldados adentrados en una batalla sin cuartel.
Dynasty Warriors Origins no iba a ser menos y por tanto, cumple todas nuestras expectativas. Además, si nos denominamos Guardián de la Paz y somos el peor enemigo del poderoso, no tendremos mucho más que añadir para saber quién podemos llegar a ser en una batalla. De esta manera, Ziluan, es decir, nosotros, tendremos a nuestra disposición diferentes armamentos que utilizar durante la aventura y todos igual de importantes. A lo largo del juego, iremos desbloqueando hasta 9 tipos de armas distintas, las cuáles no diremos para que sintáis lo mismo que yo sentí cuando las fui revelando.
Cada una de ellas, nos dará pericia. Podríamos llamarlo puntos de experiencia de cada arma pero suena más largo y peor. Al conseguir superar los diferentes niveles que tiene cada arma, éstas nos irán dando puntos de valor, lo que nos servirá para mejorar las características básicas de nuestro personaje y desbloquear diferentes árboles de habilidad que traerán mejores pasivas y ataques que atribuirle a las diferentes armas. Eso sí, al igual que conseguimos habilidades y pasivas para nuestro personaje, al conseguir superar un nivel de pericia del arma, ésta desbloqueará un nuevo ataque que poder utilizar con la misma, siendo todas independientes entre sí.
De esta manera, durante los combates podremos intercalar entre los ataques básicos, potentes y las artes de combate de cada una de ellas. Y aquí es donde nos vamos a detener, ya que cada una de las armas tiene la posibilidad de obtener cuatro habilidades para cada batalla, siendo posible su cambio con las que vayamos consiguiendo posteriormente. Así, tendremos dos habilidades que se basarán en crear daño, una habilidad que nos servirá para protegernos ante ciertos ataques y una que estará centrada en romper la guardia del enemigo cuando prepare un ataque. Eso sí, puedes elegir libremente tener esta organización o llevar una mucho más ofensiva.
Estas habilidades, se podrán lanzar a cambio de «valentía», una especie de maná que vamos obteniendo a medida que vamos realizando ataques a los enemigos. Otra de las características más llamativas de esta saga es el «Modo Furia», una manera de hacernos mucho más fuerte e invulnerable a los ataques durante un breve periodo de tiempo. Una vez termine, finalizaremos con un «ataque Musou». ¿Qué es esto? Un «Ataque Musou» es una habilidad que tendremos que provocará un gran daño en un amplio alcance, provocando la devastación de nuestros rivales.
La unión hace la fuerza
En Dynasty Warriors Origins hay un cambio con respecto a las anteriores entregas, ya que aquí no podremos intercambiarnos con otro personaje al inicio de la batalla pero sí podremos hacerlo durante la misma durante un breve periodo de tiempo. Esto se denomina en el juego como acompañantes, los cuáles los iremos desbloqueando a medida que vayamos completando misiones. Los acompañantes generarán maná y valentía de la misma manera que nuestro personaje pero, una vez rellenen su barra de maná, podremos intercambiarnos por ellos durante un breve periodo de tiempo.
Durante estos instantes, tendremos la oportunidad de probar las abismales habilidades que disponen y por supuesto, de su «Verdadero Musou», el cual será mucho más agresivo que el que podemos hacer en cualquier momento. A su vez, hay ciertas mecánicas que hacen que los acompañantes sean esenciales. Esto se debe a que podremos realizar artes de combate combinados que harán que una vez lancemos nuestra habilidad, nuestro compañero encadene una de las suyas. Y por último, también podremos realizar un Musou combinado, lo que será totalmente definitivo.
Estos acompañantes son, realmente, comandantes de las diferentes batallas que vayamos completando, por lo que una vez hayamos completado una junto a ellos, se nos habilitará una mecánica que nos permitirá mejorar nuestra relación con ellos. Así, cada cierto tiempo, irán apareciendo en el mapa para atribuirnos objetivos o simplemente realizar una batalla junto a ellos para seguir mejorando nuestra relación.
Y es que Dynasty Warriors Origins es mucho más profundo de lo que parece. Anteriormente hemos hablado de árboles de habilidad, pues bien, estos objetivos que nos atribuyen los comandantes nos servirán para ganar una gran cantidad de puntos de habilidad que utilizar en ellos. Por otro lado, también tendremos una sección que nos servirá para crear gemas, estas se utilizarán para otorgarnos pasivas que irán subiendo con respecto al nivel que tengamos cada una. Estas gemas subirán de nivel cuando vayamos creando más y más gemas de su estilo, habiendo un total de 5 gemas diferentes que atribuyen poderes impresionantes para la batalla.
Una barbaridad técnica en todos los aspectos
Es impensable saber como se ha podido llegar al nivel técnico actual. La cantidad de soldados, guerreros especiales, comandantes y habilidades en cada batalla hacen pensar que estamos ante un juego que nos ha regalado un tesoro. En las diferentes batallas, vamos viendo como el número de soldados es ingente y que los innumerables conflictos que se van generando en la misma hacen mella en la motivación y fuerza de los guerreros de ambos bandos. Así, es difícil hablar negativamente de un juego que hace que tu pantalla se llene de acción.
Aun así, nos podemos poner quisquillosos pero tampoco hay que alarmarse. Dynasty Warriors Origins tiene un apartado gráfico que apuesta por el realismo. Quizás, no es un realismo como el que nos pueden ofrecer otros, de ahí sus carencias en este aspecto. Sin embargo, es una barbaridad observar la belleza que respira el juego, no hay punto malo ni momento incómodo, todo se ve fluido y con un nivel de detalle que asusta.
Lo que sí es una auténtica pasada es la banda sonora. Normalmente, estos juegos llegan acompañados de una banda que hace que todo sea mucho más especial pero, concretamente este, hace que su juego sea único. Es preciosa en todo momento, sabe cuándo aclimatarse a cada momento y hace que nuestra aventura llegue a límites que no pensábamos que podría llegar. Es más, esta banda sonora es la culpable de que en más de una ocasión estemos tan familiarizados con nuestro personaje que lleguemos al punto de éxtasis.
Y es que los momentos que nos deja el juego son para realizar una película. Hay ciertos instantes que te quedas plasmado con la combinación de lo mostrado y lo escuchado. Momentos en que parece que te está hablando a ti mismo el juego y que eres tú quién está viviendo esa situación. Es una maravilla en todos los aspectos.
Conclusión
Dynasty Warriors Origins no es un juego cualquiera ni un buen juego más, este título te tocará el alma desde el primer momento. La narrativa es inmejorable, la banda sonora es una auténtica bestialidad y la jugabilidad te enamora desde el primer minuto. En los tiempos que corren, es difícil encontrarse un juego de un jugador que de verdad te haga engancharte a la aventura como lo hace este y, sobre todo, te haga partícipe de su destino de una manera sencilla y muchas veces utilizada. Sin duda alguna, de lo mejor que vamos a ver durante este 2025.
Puntos Positivos
- Una preciosidad narrativa
- Apartado técnico abrumador
- Una banda sonora que nos helará la sangre en más de una ocasión
- La jugabilidad es adictiva
Puntos Negativos
- Innova en ciertos aspectos pero cuando algo es bueno, mejor no tocarlo tanto y esta desventaja la convierten en ventaja. Es un punto negativo por poner algo, la verdad.