Enchanted Portals ha llegado finalmente tras verse salpicado por la polémica al tener un apartado gráfico y un gameplay muy similar al visto en Cuphead. Esta inspiración le ha hecho más mal que bien al estudio español que ha desarrollado este título. Finalmente nos ha llegado su obra y vamos a comprobar si ha cumplido las expectativas y si se queda en una mera copia o aporta algo sobre el original que lo hace diferente.
Análisis Enchanted Portals: un mundo mágico por descubrir
Enchanted Portals es un plataformas en desplazamiento 2D lateral con un componente de disparos. La historia del videojuego es meramente anecdíotica y se nos narra con animaciones en 2D estáticas que apenas quedan en nuestra memoria tras completar la primera partida. Son escenas muy cortas y meramente representativas de lo que está por venir en el nivel que vamos a jugar a continuación.
La única escena totalmente animada que podemos ver es la del inicio del videojuego, que por otra parte apenas dura unos segundos. La historia presenta a un mago, una maga y un gato que abren un portal hacia otros mundos. Para ello utilizan un libro mágico que no debían haber tocado y su torpeza les hace teleportarse a otro mundo desconocido. No podemos juzgarles, pues son dos magos novatos y son cosas que pasan.
En el primer nivel recibiremos una especie de tutorial sobre cómo saltar, lanzar hechizos y abrirnos paso derrotando a todos los enemigos que ese libro mágico ha ido depositando en los diferentes mundos de los que se compone el juego. Enchanted Portals no cuenta una historia relevante y centra toda su atención en el apartado artístico y en su gameplay.
Una jugabilidad que no está totalmente pulida
Enchanted Portals nos pone frente a diferentes mundos que a su vez se componen de varios niveles. Y una de las primeras malas noticias, pese a que podemos seleccionar en cualquier momentos (antes de empezar un mundo) la dificultad, es que no podremos guardar entre niveles. Es decir, que si queremos completar el mundo 1 y ese mundo se compone de 3 niveles y un jefe final, deberemos completar todos los niveles y al jefe final antes de salir del juego para que se guarde nuestro progreso. En ese apartado sale perdiendo contra Cuphead, el cual contaba con una especie de mapamundi en el que nos podíamos ir moviendo cómodamente entre niveles y jefes finales.
Si hablamos de su jugabilidad nos encontramos con un plataformas de desplazamiento lateral en 2D que se caracteriza por su elevadísima dificultad y por sus largos niveles sin checkpoints. Aquí encontramos que los saltos están bien medidos pero que los diferentes ataques no son nada intuitivos. Y es que contamos con tres tipos de hechizos a la hora de “disparar” y cada tipo de enemigo está resaltado con uno de esos tres colores: rojo, azul y verde.
Y deberemos cambiar entre esos diferentes hechizos mientras nos desplazamos lateralmente. No es nada intuitivo tener que estar cambiando con un botón diferente cada hechizo en vez de asignar una pulsación al mismo botón a cada tipo de magia. Nos hace perder un tiempo valioso que puede suponer la diferencia entre la vida o la muerte en ese nivel.
Cuando vayamos derrotando enemigos algunos de ellos dejarán corazones que nos servirán para recuperar vida en caso de haber sido golpeados. Los niveles para nuestro gusto son demasiado largos y pueden llegar a frustrar si se nos hacen demasiado cuesta arriba. Incluso algunos jefes finales en modo fácil se nos han hecho demasiado complicados y muy retadores.
Los jefes finales cuentan con varias fases y son bastante entretenidos, pero pueden llegar a frustrar por ser muy largos y muy complicados. Nos veremos bajando la dificultad al mínimo en estos enfrentamientos y aún así serán muy complicados de vencer. Tendremos que sacar nuestra mejor habilidad a los mandos para no caer humillados a la primera de cambio.
Jugar en solitario es una buena experiencia pero hacerlo en cooperativo es la base del juego y contar con dos personajes diferenciados invita a jugar con otra persona para disfrutar conjuntamente y picarnos para lograr superar el gran reto que supone completar Enchanted Portals.
Cada hechizo cuenta con una diferente funcionalidad: el de viento dispara varias ráfagas, el de fuego es más potente y el de hielo hace daño a determinados tipos de enemigos. También contaremos con un botón que nos permiten crear un escudo a nuestro alrededor durante un corto periodo de tiempo. Sobre este escudo, cabe destacar que le cuesta a reaccionar y que muchas veces no podremos utilizarlo porque no lo conseguimos activarlo a tiempo.
Artísticamente muy llamativo
Enchanted Portals destaca por un apartado gráfico que parece sacado de una serie de dibujos y cuenta con ese arte muy similar a lo visto en Cuphead y que tanto nos llama la atención. Mención especial merecen los diseños de los jefes finales, muy acertados y originales, así como los de los dos personajes principales. No obstante los enemigos normales y los escenarios de los niveles normales no logran estar a la altura de lo esperado. Es cierto que se ofrece variedad de escenarios y tipos de enemigos, pero no todos tienen el mismo nivel de detalle.
Si hablamos de los efectos de sonido, sin duda olvidaremos sus efectos de sonido nada más terminar el juego. Pese a todo, su banda sonora es muy acertada y sí que nos sorprenderemos tarareando sus melodías y saben acompañar perfectamente a cada momento de la aventura.
Conclusiones finales
Enchanted Portals nos ha decepcionado por no ser lo que esperábamos y por contar con determinadas decisiones que hacen que en ocasiones sea difícil jugar, como por ejemplo el cambio entre hechizos. Su gran apartado artístico y una buena banda sonora no subsanan unos controles mejorables y una dificultad excesivamente elevada. No obstante, si os llama la atención y os gustó Cuphead, podéis darle una oportunidad.
Puntos fuertes
- Apartado artístico
- Banda sonora
Puntos débiles
- Los controles no responden como deberían
- Curva de dificultad mal ajustada
- Imposible guardar entre niveles
El juego ha sido analizado en PC.
