Sucker Punch Productions, creadores entre otros de inFamous y Sly Cooper, se coronaron en julio del año pasado con el lanzamiento del espectacular Ghost of Tsushima, aventura de mundo abierto ambientada en el Japón del siglo XIII que triunfo tanto en la crítica de los medios especializados como en la de los jugadores, convirtiéndose junto con The Last of Us 2 en uno de los mejores juegos del año. Ahora, una año después, el título regresa en su versión Ghost of Tsushima: Director’s Cut donde además de mejoras para la versión de PlayStation 5, viene con el añadido especial de la isla de Iki, una expansión con retos interesantes.
Nos vamos a centrar en las distintas mejoras en la versión de nueva generación y en el DLC ya que aunque este también sale en PlayStation 4, ya hicimos un análisis con más detalle en su momento. Así pues, contaremos con dos modos de juego: rendimiento que prioriza la tasa de 60 FPS y resolución, que ofrece una imagen muy nítida en 4K aunque la tasa de frames no sea tan estable. Además, contaremos con un estupendo sonido 3D con el que incluso podremos ubicar la posición de nuestros enemigos simplemente por el sonido, y tiempos de carga mucho más reducidos.
La gran novedad de Ghost of Tsushima: Director’s Cut es el uso de la vibración háptica del mando Dualsense, que reflejará los impactos de los golpes o los cascos del caballo al pisar sobre los distintos terrenos, y que muestra resistencia variable en los gatillos al utilizar el garfio o los diferentes arcos. Además, el altavoz del mando se utilizará en determinados momentos lo que ofrecerá una inmersión más profunda.
Por su parte, la Isla Iki es una región a la que podremos acceder al poco de iniciar el segundo acto y en la que nos enfrentaremos a nuevos peligros y rivales como el peligroso Chamán que potenciará al resto de enemigos, mientras descubrimos información sobre el pasado de Jin y su padre a través de diversas visiones.
Además, esta expansión nos ofrece una nueva armadura para Jin y otra para nuestro caballo, algunos minijuegos, como desafíos con tiro con arco, una arena de combate o musicales al tocar la flauta, nuevas técnicas y lo que es más importante, nuevos animales a los que acariciar como monos y gatos. La duración de la historia en la Isla Iki es similar a la de un capítulo normal del juego.
El único pero que se le puede poner es que la mejora gráfica es bastante pobre, es cierto que la versión de PS4 estaba en un nivel muy alto, pero la PS5 podría haber dado mucho más de sí y parece un simple port si no fuera por los tiempos de carga y los 60fps constantes.
CONCLUSIÓN
Para aquellos que no jugaron en su día al juego inicial, Ghost of Tsushima: Director’s Cut es una compra obligada, ya que lo mejora en todos los aspectos y encima viene con la expansión de la Isla Iki, pero para los poseedores del título en PS4 igual el sobrecoste que hay que pagar por esta nueva actualización con las mejoras que lleva, no es muy necesario.