ANÁLISIS GUNGRAVE G.O.R.E.
¿Alguna vez habéis lamentado que alguna de vuestras sagas favoritas evolucionen perdiendo la esencia original del juego? ¿Puede una IP de hace 20 años volver con toda la frescura original y mantener intacta la jugabilidad?
La respuesta a todo esto nos la da Gungrave G.O.R.E. la tercera entrega de esta saga que regresa varios años después del lanzamiento de la segunda en PlayStation 2 -pese a contar con varios remakes y adaptaciones por el camino-, manteniendo todos los elementos que lo hacían indispensable.
Hablamos de una aventura de acción y arcade muy frenética y a la japonesa, que respira la esencia de los juegos de principios de milenio por cada poro, y que en NextGame ya hemos analizado en profundidad y estamos deseando hablaros de él.
Grave vuelve en una historia cargada de tópicos pero que no necesita nada más
Aquellos que no jugaran a las entregas originales -cosa que se comprende dado el tiempo que ha pasado desde su lanzamiento-, encontrarán un resumen que nos explicará los inicios de la misma hasta la trama que atañe a la tercera entrega.
Y es que Grave y su equipo siguen dando caza al Clan Cuervo, que se dedica a propagar una droga sumamente letal llamada SEED en su tarea de dominar el mundo. La trama está cargada de topicazos de peli de serie B, muy en la línea de los 90 con un protagonista sumamente reservado al hablar, pero dispuesto a repartir amor a millares de enemigos a base de balazos, y una sonrisa.
¿Realmente necesita una historia más profunda que aquella que la del héroe sumamente dopado y por encima de la media que salva al mundo y de paso a la chica? sencillamente NO, Gungrave se vale de su carisma propio y su historia sin complicaciones para atraernos, siendo la trama un simple punto de partida para ponernos a repartir leña.
Esto no quita que las escenas de vídeo -muy bien dirigidas por cierto-, estén cargadas de momentos simbólicos y épicos, pues la acción se deja ver tanto fuera como dentro del gameplay, y es muy disfrutable.
Repetitivo en su jugabilidad, pero sumamente entretenido
Aunque G.O.R.E. comparte género con otras grandes sagas que depende de que cambios de arma continuamente para elaborar combos más altos, esta entrega queda muy por detrás en cuanto a variedad, ya que en todo momento nos valdremos únicamente de nuestra pistola -Cervero- y nuestro propio ataúd para eliminar a las hordas de enemigos.
Aunque indudablemente hay una larga lista de combos con cada arma, lo cierto es que echamos de menos alguna más que sea específica para un determinado número de enemigos, algo que nos obligue a variar la estrategia a un nivel más allá de machacar siempre el mismo botón.
Y es que Gungrave se caracteriza por la jugabilidad lineal y arcade, donde cada escenario es un mero pasillo -algunos más abiertos, otros más cerrados-, y es imposible perderse y nos centramos únicamente en disparar a matar.
Debemos olvidarnos de estrategias concretas para los enemigos, pero sí de aprendernos sus patrones de ataque -en especial con los jefes-, y es aunque la base de rivales es repetitiva, es sumamente satisfactorio darles caza.
Otro punto que juega en contra respecto a la jugabilidad, es que el control del personaje es bastante tosco, en especial en los primeros compases de la aventura cuando tengamos que hacernos con ellos.
Y es que en las secciones de la historia donde debamos saltar y evitar caernos, lo vamos a pasar especialmente mal, pues nuestro personaje es especialmente sensible a los empujones, y caerse implica reiniciar toda una sección.
Técnicamente saca pecho, pero sin sorprender demasiado
Desde el principio veremos que el juego es bastante aceptable a nivel gráfico, en especial en las escenas CGI que suelen ser donde más acción vemos y donde el estudio ha derrochado más cariño durante el desarrollo.
La iluminación y algunos efectos parecen propios de la actual generación de consolas, pero por desgracias, en las animaciones y diseño de algunos rivales es donde peca esta obra, quedando desfasadas y propias de hace dos generaciones de consolas.
El diseño de escenarios es bastante agradable, trasportándonos a fábricas, una Hong Kong cyberpunk e incluso a la selva de Taiwán, contando con todo lujo de detalles dentro, pero una linealidad que no incita en absoluto a la exploración.
Y es que como ya hemos dicho, el juego se basa demasiado en el arcade, que es básicamente avanzar eliminando hordas de enemigo, sin ningún tipo de estrategia en mente y a lo loco, lo que ha producido que echemos de menos alguna maniobra más elaborada como la búsqueda de coleccionables o objetos que sirvan para mejorar a Grave.
Por su puesto que podemos mejorar a nuestro callado héroe, pero será entre fase y fase, con una moneda de cambio que conseguiremos dependiendo de la valoración de nuestro resultado en cada pantalla.
A nivel sonoro tenemos más de lo mismo, un buen uso del altavoz del DualSense -versión analizada-, un buen repertorio de efectos sonoros y banda sonora -que se repite continuamente y sin demasiada sincronía-. Pensando una vez más, que también podría dar más de si.
En cambio, si tendremos que tomar decisiones antes de empezar la partida, pues contamos con dos modos de juego distintos a 60 fotogramas o con mayor calidad de imagen, siendo nuestro principal consejo que lo disfrutéis a mayor número de FPS dada toda la acción que hay en pantalla.
También tendremos que decidir el idioma de las voces, eligiendo entre Inglés y Japonés, algo que no nos ha importado comprobar para afirmar que ambos doblajes son bastante resultones.
Conclusiones
En definitiva, tanto en gameplay como en exploración, el juego está algo desfasado pero cargado de la esencia de los títulos más clásicos de tiempos atrás, algo que no nos ha llegado importar si realmente buscamos la diferencia a lo que se lanza hoy en día.
Es frenético, es divertido, y sirve para jugar y relajarnos sin preocupaciones, contando además con algo de rejugabilidad al tener varios modos de dificultad, todo un clásico.
Si bien es cierto que echamos en falta algo más de mimos en el control del protagonista, así como en el desarrollo de los escenarios, Gungrave G.O.R.E. nos parece una obra más que adecuada para paladares más selectos.
