Si hablamos de Kingdoms of Amalur Reckoning estamos hablando de uno de esos títulos que podríamos considerar joyas ocultas. Fue un título con una calidad tremenda, un extenso mapeado y una historia digna de los juegos más grandes del lugar, pero, y muy a pesar del que escribe estas palabras, se mantuvo en un segundo plano, tercero y finalmente cuarto.
Muchos de nosotros lo recordamos como un juego divertidísimo, profundo pero sin llegar a ser agobiante o demasiado complicado, con un sistema de combate que ya les gustaría a muchos de sus compañeros de género, su estética, muy colorida y acertada se quedaba a medio camino de otro de los referentes del género, Skyrim y World of Warcraft, y tenemos que recordar que ahí estaba el punto, que todos esperábamos que acabase siendo un mmorpg que destronara o se enfrentase al todopoderoso WoW pero se quedó en un juego para un jugador que apenas tuvo apoyo por parte de su distribuidora, Electronic Arts, la historia de siempre.
Pero no nos pongamos tristes porque aquí venimos a hablar de este juego puesto que se publica su remaster, titulado de forma muy acertada y jocosa Kingdoms of Amalur: Re-reckoning, y es que volvemos a los mundos de Amalur de una manera muy acertada a mi parecer, en la que se mantiene todo lo que hacía de este juego algo muy especial, y cuando digo todo es TODO, puesto que es un calco 1:1 del original, los personajes y su editor, las clases, armas y combate, que nos puede llegar a recordar a los mejores hack’n’slash, aunque guardando las distancias, no vayamos a pasarnos tanto, pero era algo que en un juego del estilo no se había visto nunca y una gran alegría para aquellos que lo disfrutamos.
Mención aparte merece su banda sonora que para mí es una de las más inmersivas que he escuchado en el género, con perdón de The Elder Scrolls, el verdadero referente, pero ciertamente acompaña cada compás de la aventura con unas composiciones fantásticas que te engullen para rodearte de su ambientación de fantasía medieval pura y dura.
Pero bueno, vamos a celebrar que THQ Nordic ha cogido el testigo y se ha decidido a darle una segunda oportunidad a esta franquicia que bajo el mando y manos adecuadas puede erigirse de nuevo y reclamar el lugar en el mundo de los videojuegos que merece, no un trono pero si el de ser recordado como uno de los grandes alumnos aventajados de los más grandes.
Y como ha sido esta vuelta? Pues la verdad es que no les ha salido nada mal, han sabido captar bien el espíritu del original aunque lo que realmente han hecho es actualizar un poco las texturas, que les sienta genial aunque el original ya estaba muy bien. Se ha mantenido la banda sonora original simplemente subiéndole la calidad y si juegan bien sus cartas y mantienen el ritmo con actualizaciones y más contenido puede acabar siendo una buena alternativa para los jugadores.
Pero no es oro todo lo que reluce y THQ Nordic merece un pequeño tirón de orejas en la parte del rendimiento puesto que al menos la versión a la que hemos podido meter mano sufre en este aspecto puesto que tiene varios momentos en los que tenemos episodios de ralentizaciones, sobre todo en los primeros compases del juego en los que el techo se derrumba y se producen terremotos, y cuando conseguimos llegar al exterior, la carga de los escenarios, que por otra parte lucen más bellos que nunca, sufren de popping. Otro de los puntos negativos es el parón que tenemos cada vez que llegamos a un escenario nuevo que queda de manera antinatural, casi preferíamos una pantalla de carga a que nos quedásemos atascados en el mismo sitio durante unos segundos, no son muchos, pero corta la fluidez de la experiencia y te saca de la historia, aunque espero que lo puedan solucionar con algún parche de día uno y esto sea una mera anécdota, ya ocurría en el original, pero en los tiempos que corren si haces un remaster, lo haces bien.
Para acabar solo me queda recomendaros el título ya que es una experiencia que cualquier jugador aficionado a la fantasía debería como mínimo probar, seguro os acabará enganchando aunque quizás, en la época que vivimos echéis de menos más opciones de personalización. Si le perdonáis sus pequeñas carencias disfrutaréis de un juego que pequeño no es precisamente.