Desde el pasado 19 de noviembre los jugadores ya pueden disfrutar de Nerf Legends, un shooter basado en estas armas de juguete, del que hoy os traemos nuestro análisis tras un tiempo enfocados en su aventura.
La aventura de GameMill Entertainment y Fun Labs nos permitirá disfrutar de una campaña para un jugador protagonizada por un campeonato para ver quién reúne las condiciones para convertirse en el Maestro del Nerf. Para empezar los jugadores deberán crear su avatar gracias a un simple editor de personajes y contarán con un equipo inicial de armas que se irá ampliando con el tiempo mientras superamos la campaña.
A través de 5 niveles diferentes principales: Asedio a la fortaleza, Problemas en la jungla, Ragnarok, Explosión en el puerto espacial junto al Desafío del Maestro y sus diferentes misiones de desarrollo los jugadores deberán demostrar que son capaces de reunir los requisitos para mostrar su valía contra el Maestro. Agilidad, fuerza, velocidad, la ciencia… son dichos requisitos y para ello deberemos derrotar a sus principales representantes. Una tarea nada complicada salvo por los problemas que demuestra el juego en su desarrollo.
Siendo sinceros poco o nada nos ha hecho pararnos para saber la historia más que del simple hecho de que debemos ascender para lograr nuestro objetivo. Tenemos un entrenador que nos explica un poco el uso de las armas Nerf y el Nerftorium (las balas) y un autómata que será nuestro guía Después están los Maestros que carecen de personalidad a los que deberemos derrotar tres veces y también de habilidades de combate provocadas por una IA que no supone un reto importante.
El juego en su modo campaña mezcla diferentes mecánicas para intentar atraer al jugador. Por ejemplo alimentando que tengamos que obtener un multiplicador alto para obtener las codiciadas medallas de oro, haciéndonos pasar por tirolinas para superar algunas secciones de plataformas o metiéndonos en zonas dónde debemos sobrevivir o localizar a los enemigos en grandes mapas dónde cuesta localizar al último enemigo. Por desgracia para el jugador… no logran cumplir con su función y ahora os explicamos las razones:
- Sobre los multiplicadores por puntos: durante las partidas hemos logrado llegar al máximo pero ha sido gracias a las torretas y el uso del cuerpo a cuerpo. No hemos necesitado más ya que si usábamos las armas de fuego apenas contaba el multiplicador para nosotros. Con las torretas… simplemente es sencillo colocarse a su espalda y empezar a golpearlas mientras los enemigos no saben que hacer en muchas ocasiones.
- Las tirolinas: los peores elementos que os encontraréis en el juego. Por ejemplo en la Jungla hay una sección que será de ensayo y error pero como tienes que conseguir una puntuación importante para obtener el oro… se vuelve tedioso. Esto se debe a que con cada muerte que recibamos perderemos una cantidad considerable de puntuación y precisamente el salto entre secciones de tirolinas no es sencillo. Deberéis calcular bien el momento y aún así que el personaje salte en condiciones y logre agarrarse. Una mecánica que si la añadimos a otra parte del juego dónde también tienen su importancia… termina desesperando.
- Zonas de supervivencia o dificultad de localizar a los enemigos: tenemos una de cal y otra de arena. Hay zonas grandes dónde la localización de enemigos es complicada y hay zonas pequeñas dónde la supervivencia es casi imposible obligándonos a salir de la zona y dejando que pase el tiempo. Son dos elementos a los que les falta un sentido más práctico para que sean correctos ya que morir varias veces no creo que sea su objetivo o perder el tiempo y reducir el multiplicador. Dos problemas presentes en la Jungla y que en siguientes niveles esto parece haberse solucionado.
- Los Maestros: este punto no lo he comentado antes pero tiene que entrar en este momento casi obligatoriamente. Ya hemos dicho que no tienen carisma pero es que tampoco la necesitan. Aparecen hablando en algunas secciones durante los niveles y sus combates duran unos pocos minutos. Y aquí está el problema ya que simplemente con el cuerpo a cuerpo y solamente yendo a recuperar algo de vida lograremos derrotarlos en las tres ocasiones. Por lo tanto tienes se suponen que son los jefes de cada nivel son simplemente otros robots autómatas que nos encontramos durante la partida. Mención destacada a los dos últimos jefes que si que muestran algo más de variedad en sus ataques aunque uno con trampas, por la cantidad de apoyos que recibe.
Por el resto del juego simplemente deberemos ir activando interruptores mediante disparos o manteniéndonos durante un tiempo sobre una plataformas, algunas secciones de salto interesantes y realmente poca cosa más en este sentido. Hay zonas que están mal diseñadas ya que no tenemos forma de saber cual es el camino correcto y la única forma de encontrarlo es por intuición tras morir algunas ocasiones o incluso la aparición de objetivos que simplemente no tienen solución o que por algún error del juego no se han completado. Esto ha sido llamativo también en la Jungla, zona que parece reunir todos estos problemas, dónde había que pulsar tres botones pero que la consola no los reconocía hasta que los desactivabas de nuevo y los activabas al revés… y no es esa la respuesta porque tienes que repetirlo en varias ocasiones.
Sobre los enemigos si que hemos notado cierta variedad que nos ha gustado bastante. Aunque los Aguijonadores, unos drones de tamaño reducido, han sido los más complicados de encontrar en los mapeados salvo que nos fijáramos por dónde nos dañaban. El resto nos encontramos con goliats, escorpiones, arañas y unos humanoides que nos han puesto en algunos apuros para encontrarlos también. El juego por otro lado cuenta con una vertiente multijugador bastante entretenida que nos servirá para poner a prueba todo lo aprendido en el juego Esto sería una buena idea si realmente hubiéramos podido jugar a esta vertiente pero solo nos hemos encontrado nosotros y al intentar unirnos a las partidas estaba todo vacío… sin listas.
Gráficamente el juego no se siente como uno de la actual generación ni la anterior. Hay problemas con el motor gráfico y dónde incluso las cinemáticas parecen sentirse completamente extrañas. Tanto que cuándo nos presentan algunas de las máquinas más poderosas del juego aparece y desaparece la imagen del entrenador en varias ocasiones como si hubiese sido cortado de mala manera. La respuesta de los disparos con el escenario y las explosiones son del todo poco memorables para lo que se podía presumir de un juego actual. Aunque cuenta con una estética que nos podría hacer recordar al Fortnite simplemente carece de sentido en su ejecución.
Conclusión:
Lo sentimos mucho pero por desgracia Nerf Legends, a día de hoy, no hace justicia a la marca. Es un shooter con muchos fallos a nivel jugable que no nos dan motivos para recomendarlo hasta que sean solucionados. Por el modo campaña y para aquellos peques que les gusten estos juguetes podría y no recomendarlo ya que hay momentos dónde la frustración puede ser importante.