Analisis Nickelodeon Kart Racers 3
En el mundo actual, los videojuegos están presentes en gran parte de nuestra vida. De hecho, aunque uno pueda no tener mucho interés en ellos, en algún momento termina teniendo contacto con dicho universo. Una forma habitual de hacerlo es a través de juegos ligeros y divertidos que, en muchos casos, se disfrutan en compañía de amigos o familiares.
Ese es el caso de juegos de carreras arcade como Mario Kart o Crash Team Racing, los cuales son visualmente llamativos, fáciles de jugar y con cierto grado de competitividad. Con todo ello, nos dan la oportunidad de vivir momentos divertidos y especiales que, en el caso de muchos de nosotros, son recordados con cariño y nostalgia.
Por ello, cuando uno se enfrenta de nuevo con un videojuego de este tipo, busca experimentar algo igualmente memorable o, al menos, divertido. Sin embargo, Nickelodeon Kart Racers 3: Slime Speedway parece quedarse a mitad de camino.
Un juego familiar
Como ya se ha indicado, Nickelodeon Kart Racers 3: Slime Speedway es un videojuegos de carreras arcade, desarrollado por Bamtang Games, distribuido por Meridiem Games y precedido por dos entregas anteriores que tuvieron críticas regulares. No obstante, esto no ha impedido que la compañía televisiva de Nickelodeon vuelva a apostar por este tipo de juego, sobre todo por el peso que tienen en él los personajes de la empresa: Bob Esponja, Garfield, Las Tortugas Ninja, etc.
Siguiendo la dinámica de juegos similares, Nickelodeon Kart Racers 3 nos da la posibilidad de jugar solos o en compañía a campeonatos (copas), carreras individuales o competiciones limitadas con retos (Modo Arena), entre otros. Para ello, tenemos la posibilidad de elegir entre diferentes personajes y vehículos personalizables.
También podremos seleccionar distintos circuitos, donde tenemos que realizar tres vueltas y competir contra once rivales. En ellos, podemos usar los controles habituales: acelerar, frenar, derrapar, saltar y tirar objetos.
Los personajes son la clave
Como es de esperar, el juego se diferencia sobre todo por sus personajes, al ser lo más llamativo de la propuesta. En este caso, encontramos cuarenta personajes, tanto de las series más clásicas como de las más actuales. Se agradece especialmente la presencia de esos personajes míticos, porque son los que pueden llegar a un público más general o menos familiarizado con la industria de Nickelodeon.
Por un lado, ha habido cierto interés en representar la estética y personalidad de los personajes, tanto en la imagen como en las voces y las frases que dicen. En este sentido, la experiencia para el público de habla no inglesa cambia bastante, ya que la voz original difiere bastante de la que puede recordar el público hispanohablante, por lo que se rompe un poco la ilusión.
Por otro lado, esa actitud que caracteriza a los personajes y se representa en sus gestos y comentarios, termina estando un poco vacía. Prácticamente no existe variedad y en dos carreras ya has podido ver todas las ocurrencias del personaje. De hecho, terminando cansando un poco al ser tan repetitivo y, en ocasiones, casi que prefieres que deje de hacer gestos o comentarios. A mi parecer, este es un gran fallo, ya que debilita el verdadero punto fuerte que puede distinguir al juego: el cariño y la nostalgia por sus personajes.
Cabe señalar que para disfrutar de la mayoría de personajes, tenemos que ir ganando carreras y consiguiendo monedas slime, que se utilizarán para comprar esos avatares. Otra parte de ellos se pueden conseguir completando los retos que propone el modo individual del juego. Con este tipo de dinámicas, el juego pretende mantener el interés del jugador para que la fórmula no se agote tras jugar un par de campeonatos con amigos.
No obstante, existe algo de trampa con el número de personajes que nos promete, ya que en algunos casos encontramos los mismos personajes, pero en una modalidad diferente. Por ejemplo, tenemos a Patricio de la serie Bob Esponja y a Patricio de la serie Kampamento Koral: Bob Esponja primeras aventuras.
Un planteamiento conocido y algo interesante
Más allá de sus personajes, Nickelodeon Kart Racers 3 supone un avance respecto a sus anteriores entregas en las posibilidades de personalización, las habilidades y los circuitos.
Personalización
Antes de iniciar una carrera, debemos elegir al personaje que cuenta con unas estadísticas propias referentes al peso, la velocidad, el manejo, la aceleración, etc. Estas características también están presentes en los vehículos, donde podemos decidir entre coches y motos. A ellos, les tenemos que añadir ruedas, tubos de escape y pintura. A excepción de este último, se supone que el resto de factores influirán en el juego, dándonos una mayor o menor ventaja frente al resto. Sin embargo, al ser un juego dirigido a un público infantil, en la práctica no se aprecian enormemente estas diferencias.
Habilidades
Tras elegir estos parámetros, nos llega el momento de decidir las habilidades que nos van a acompañar durante el juego. Dentro de la narrativa del juego, esto se refiere a los miembros de la tripulación, unos personajes secundarios que nos acompañarán en espíritu durante la carrera para darnos distintas ventajas frente al resto.
Tenemos la posibilidad elegir una habilidad activa (el jefe de equipo) y dos habilidades pasivas (el ingeniero y el mecánico de equipo). La diferencia entre ambas es que una se puede usar voluntariamente durante la partida, mientras que las otras dos van a estar presentes, pero sin posibilidad de activarse cuando queramos.
En función de nuestro modo de juego o de los circuitos, podemos buscar una combinación equilibrada o más partidista, pudiendo elegir habilidades de defensa, ataque o aceleración. En concreto, resulta recomendable seleccionar las habilidades de aceleración como jefe de equipo porque son las más útiles durante la partida.
En mi opinión, esta mecánica del juego resulta bastante interesante, ya que complejiza un poco más la partida y puede hacerla más dinámica. Es cierto que también puede resultar excesiva para cierta gente, puesto que gran parte de la atención se pierde en la conducción y el lanzamiento de objetos. No obstante, si el jugador lo acepta como una herramienta más del juego que puede emplear, resulta bastante útil.
Circuitos
Para la carrera, encontramos circuitos nuevos, además de los ya presentes en las anteriores entregas. Estos treinta seis circuitos (más uno desbloqueable) se agrupan en nueve copas, cada una representada por un personaje de Nickelodeon. De esta forma, cada personaje lleva asociado cuatro pistas referentes a la temática de la serie a la que pertenece el personaje. En este sentido, al igual que hemos comentado anteriormente, se pretende jugar con el cariño que el jugador puede tener hacia esas series.
Así, encontramos circuitos tan llamativos como los tejados de los edificios del Nueva York de Las Tortugas Ninja o las carreteras de Fondo Bikini de Bob Esponja. Además, en las pistas encontramos ciertos atajos y caminos alternativos que le dan más posibilidades al jugador a la hora de explorar caminos.
Una ejecución decepcionante
A lo largo de este análisis, hemos podido observar cómo Nickelodeon Kart Racers 3 tiene un planteamiento similar al de otros juegos de su género con ciertos puntos de interés. Pero por mucho que una idea pueda ser buena, si no se ejecuta de forma correcta, pierde gran parte de su valor. Por desgracia, eso es lo que le ocurre a este juego.
Al iniciar nuestra primera partida, nos enfrentamos a un tutorial útil para inexpertos, pero bastante molesto. En vez de señalarte los controles en la pantalla sin ralentizar o cortar el flujo del juego, no para de interrumpirte una y otra vez, causando justo el efecto contrario al que busca: no te deja aprender los controles del juego ni practicar con ellos.
Cuando disputamos nuestro primer campeonato, nos encontramos con unas gráficas con bastante detalles, pero un estilo algo cutre, como si les faltase cierto trabajo o definición. Es una pena, ya que el diseño parece estar bastante trabajado, pese a ser excesivo a veces. Por ejemplo, una idea interesante es el uso de ciertos objetos como los gnomos o los bolos, que al utilizarlos se insertan dentro de la propia pista, de forma que tienes que esquivarlos o ir derribándolos.
También existen problemas con las físicas al interaccionar con los bordes de la pista o con otros coches. Hay movimientos raros y cambios de altura bruscos, poco realistas. Además, el coche de nuestro personaje tiembla mucho y no parece que sea una cuestión del terreno o el coche.
Frente a todo esto, lo que más dificulta la experiencia de juego es el rendimiento. Apreciamos caídas de fps enormes (sobre todo al inicio de las carreras) que hacen que veamos el juego a tirones o se ralentice mucho. Es especialmente importante que esto esté bien en un juego de carreras, porque si el rendimiento no es óptimo, cuesta mucho más conducir midiendo los movimientos y las distancias.
Defectos más allá de las carreras
En otros modos de juego como Arena, también hemos podido notar que hay poca progresión en las dificultades que te ofrecen (fácil, normal, difícil y experto). En este sentido, tal vez habría sido más conveniente ofrecer menos dificultades o trabajar mejor la progresión entre ellas, ya que, a pesar de estar dirigido a un público infantil, en general resultan bastante sencillas.
En dicho modo, también había ciertas competiciones como La Espátula Dorada, en las que era difícil cumplir el objetivo que te planteaban porque no se veía claramente dónde se encontraba tu personaje respecto al resto o dónde podías encontrar a los demás para conseguir los demás. El mapa se veía muy pequeño y era poco claro y la pista era demasiado amplia como para encontrar fácilmente a la gente.
En otra de estas competiciones, pude observar que si ibas por un camino concreto, la IA no detectaba que estabas ahí y, por tanto, tus contrincantes no iban a buscarte ni atacarte, por lo que era muy fácil ganar. Por tanto, es posible que existan más problemas relacionados con la IA que controla a los rivales en otros momentos del juego.
Por último, cabe destacar que actualmente no merece la pena probar el multijugador online, ya que si no tienes conocidos con los que jugar, vas a encontrar muy pocos jugadores para hacerlo en el matchmacking. Cuando lo probamos, solo pudimos enfrentarnos a un jugador y el resto de los rivales fueron completados por la IA del juego, por lo que no hay mucha diferencia respecto a jugar solo. Por ello, si buscas jugar en compañía, es mejor que optes por el multijugador local.
En conclusión
Estamos ante una verdadera oportunidad perdida y un juego que, en la práctica, se queda a medio camino. Con su planteamiento, podría haberse equiparado a otros juegos de su género o incluso haberlos superado en ciertos aspectos; sin embargo, los defectos en su rendimiento y apartado gráfico provocan que la experiencia del juego sea incómoda y pesada en vez de divertida y amena.
PUNTOS POSITIVOS:
- Encanto de los personajes de Nickelodeon
- Planteamiento similar a otros juegos de su género (familiar para el jugador)
- Algunas ideas interesantes: habilidades, diseño de circuitos, algunos objetos.
PUNTOS NEGATIVOS:
- Mal rendimiento
- Diseño empeorado por las físicas
- Diseño poco funcional de algunas pruebas
Este análisis ha sido realizado probando una copia para PlayStation 4
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