El juego nos lleva al caribe del siglo XVII y aunque no cuenta con una historia particular si que cuenta con un modo campaña bastante completo. En él deberemos lograr traer la fortuna a las cuatro naciones principales de la época en el mundo: España, Inglaterra, Francia y Países Bajos todas ellas con sus ansias de poder y en las cuales tendremos ciertas ventajas y desventajas con respecto a las otras naciones. A su vez los jugadores podremos elegir entre diferentes personajes cuyas características nos pueden ayudar al inicio o a la mitad de la aventura. Por ejemplo La Mercader nos permitirá comerciar con las distintas ciudades del caribe sin tener que adquirir la licencia de comercio correspondiente.
Por otro lado el juego ofrece una jugabilidad pasiva dónde nuestras decisiones irán dando forma a nuestras relaciones con el Virrey además del resto de naciones de la región. Es por ello que durante en algunos momentos de la aventura, muy avanzados, los jugadores nos encontraremos con que una nación entra en conflicto con otra y los saqueos se sucederán constantemente. Durante el análisis ya hemos aprendido que está bien empezar como un simple comerciante pero que los mayores beneficios están en la guerra y que nuestro Virrey nos mirará con otros ojos cuando llevemos tiempo cumpliendo sus objetivos.
Para lograr todo esto el juego cuenta con una interfaz bastante intuitiva dónde el único problema detectado es el puntero para situarnos sobre las ciudades y poder gestionarlas. Sobre el zoom es bastante sencillo de usar y nos permitirá aumentar la velocidad de nuestros navíos. Además de contar con un sistema de comercio bastante complejo al principio pero que al cabo de dos o tres reinicios nos daremos cuenta de como van las cosas.
Una de las mecánicas más destacadas en el juego es la posibilidad de crear nuestras propias rutas marítimas observando las zonas por las que pasarán nuestros navíos. Además podremos decidir que deberán comprar y que deberán vender cuando pasen por ciertas ciudades. Elementos como el terreno cercano a la costa, posibles tormentas, la dirección del viento… todo afectará, no solamente al rendimiento en el movimiento de sus navíos sino también es su resistencia.
El juego además cuenta con la posibilidad de convertirnos de un momento a otro en Piratas o en Patrulleros con todo lo que ello conlleva. Recordemos que este juego también nos obliga a adquirir fama para poder hacer que nuestra nación se enorgullezca de nosotros. Aunque podremos adquirir las famosas patentes de corso, lo cierto, es que ser malo mola y no está mal de vez en cuando fastidiar a nuestros rivales comerciales… siempre que tengamos al capitán adecuado y la flota adecuada. En este apartado lo bueno que tendremos es la recreación de las batallas navales dónde contaremos con un sistema de combate por turnos dónde la estrategia es lo más fundamental y dónde más hemos disfrutado en el análisis.
Gráficamente el juego me ha encantado a nivel de detalles. Como hemos comentado el zoom será nuestra principal herramienta y poder ver como surcan nuestras naves por el mar es un lujazo además de poder ver las ciudades mejor también con cada edificio representativo y que no todo sea un copia y pega. Sobretodo en el modo construcción podremos ver los diferentes edificios que podemos crear y los pequeños cambios que hay entre ellos.
Conclusión
Port Royale 4 sigue mejorando sus mecánicas principales en esta ocasión para PlayStation 4. Los amantes del género encontrarán su mejor experiencia dentro de los simuladores de gestión.
